La consolidación de Aldama y el olvido de Garuba en la temporada más gris del baloncesto español en la NBA

La consolidación de Aldama y el olvido de Garuba en la temporada más gris del baloncesto español en la NBA

La temporada en que la NBA perdió la virgulilla que nos hacía presumir, la primera de muchas con el castellano arrinconado, con apenas dos españoles de partida cuando hace nada llegaron a ser hasta 10, toca a su fin con sabor agridulce. El adiós confirmado de Ricky Rubio a los Cavaliers fue después buena nueva para el Barça, la Euroliga, la ACB, la selección y el propio baloncesto. Pero sólo Santi Aldama mantuvo el honor y el tipo, pese a la tristeza de los Grizzlies. Usman Garuba, a sus 22 años, se ha tenido que conformar con apenas haber tenido la experiencia de debutar con los Warriors.

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La luz es Aldama, aunque lo colectivo en Memphis, arruinado por las lesiones, sea un drama. El equipo que el año pasado disputó los playoffs del Oeste por tercera vez consecutiva (cayó con los Lakers en primera ronda), que se reforzó con Marcus Smart y que recuperó por el camino al sancionado Ja Morant, hace tiempo que perdió cualquier expectativa, con sus estrellas pasando más o menos tiempo por la enfermería. El español fue de los que mantuvo el tipo, dando un pasito más en su evolución para confirmar el que es su mantra: «Cada año intento mejorar algo».

Si el curso pasado, su segundo en la NBA, el canario se hizo fijo en la rotación, el presente ha visto cómo sus prestaciones y su importancia, tantas veces obligada por la necesidad, crecían para Taylor Jenkins. A falta de unos días de competición -se ha ausentado en 14 encuentros por diferentes problemas físicos-, va a disputar más de la mitad de los partido como titular (35 de momento, cuando el año pasado fueron sólo 20), con un incremento de más de cinco minutos de juego en una imparable sucesión: 11,3 como rookie, 21,8 como sophomore y 26,5 en la presente. Aldama ha lanzado más (cinco triples por noche, manteniendo el 35% de acierto), ha anotado más (10,7) ha reboteado más (5,8), ha asistido más (2,3) y ha taponado más (0,9). «Lo siguiente será mejorar la manera en la que ayudo al equipo a ganar partidos y seguir creciendo», admitía en una entrevista en EL MUNDO durante el pasado Mundial.

Aldama y Cam Reddish.

Aldama y Cam Reddish.KAREN PULFER FOCHTEFE

Mejora en lo global y en lo puntual, jugando más al tres y teniéndose que emparejar con aleros más pequeños. Porque tuvo noches de esas para el recuerdo. La última hace apenas unos días contra los Warriors (27 puntos, seis triples, nueve rebotes...). Y la primera en noviembre ante los Celtics, cuando estableció su tope de puntos, 28). Destellos para el futuro -y hasta rifirrafes con el badboy de la NBA, Draymond Green-, pues ahora se fragua otra renovación. Santi termina contrato en 2025 (dará un salto salarial a casi seis millones de dólares).

De la consolidación de Aldama a las incógnitas con Usman Garuba, al que ya le costó encontrar su lugar en la presente NBA después de una temporada pasada que no supuso el salto esperado con los Rockets. Su contrato dual con los Warriors (559.782 dólares de salario), a priori esperanzador por las palabras siempre amables que tuvo Steve Kerr hacia su figura, se ha traducido en tres apariciones testimoniales, la que más no llegó a cuatro minutos y ni siquiera llegó a anotar.

Pese al olvido -no le ha ayudado la irrupción del rookie Trayce Jackson-Davis-, no todo es pesimismo en el de Azuqueca de Henares, que está brillando en el filial de los Warriors en la NBDL. Y eso no pasa desapercibido para Kerr, que hace poco más de un mes le seguía elogiando: «Está trabajando mucho en su cuerpo, tratando de mejorar y estar en la mejor forma posible. Creo que tiene futuro con nosotros».

Garuba, con la camiseta de los Warriors.

Garuba, con la camiseta de los Warriors.Cary Edmondson

Los Santa Cruz Warriors afrontaron anoche los playoffs de la Liga de Desarrollo (cuartos de final contra Salt Lake City Stars, a partido único). La ventana abierta para un título en un curso en el que, en los 21 encuentros disputados, promedió un doble-doble (13,6 puntos y 10,9 rebotes), además de 1,2 tapones y un lustroso acierto del 40,6% en triples. Que esos números valgan un contrato NBA el próximo curso es su esperanza; en Europa tendría las puertas abiertas.

Ambos, en cualquier caso, estarán pronto de vuelta en España, con una misión, ahora sí, de absoluta relevancia: el verano olímpico con la selección. A las órdenes de Scariolo, como pilares clave del equipo, afrontarán el Preolímpico de Valencia (del 1 al 7 de julio) y, si lo ganan, los Juegos de París que serían el debut olímpico de Aldama y los segundos para Garuba tras Tokio.

Donde todos echan pie a tierra, Van der Poel vuela: tercer triunfo en Flandes para entrar en la historia

Donde todos echan pie a tierra, Van der Poel vuela: tercer triunfo en Flandes para entrar en la historia

La imagen será recordada. El temible Koppenberg bajo la lluvia, los adoquines húmedos, las ruedas patinando en la tortura de la rampa. Fue Iván García Cortina el primero en echar el pie a tierra, cuando retaba a sus sueños, escapado para apurar las opciones de esas clásicas que adora. Todos los que le perseguían le imitaron, incapaces de mantenerse sobre las bicicletas. Todos menos el nuevo dios de la primavera, imponente en el punto clave donde ya nadie iba a ser capaz de seguirle. Mathieu Van der Poel se encaminó entonces hacia Oudenaarde en solitario, más de 45 kilómetros para lograr su tercer Tour de Flandes.

La habilidad sobre el barro, la potencia, la inteligencia. Van der Poel ya es historia, igualando a los seis (Adrial Buysse, Eric Leman, Johan Museeuw, Tom Boonen, Fiorenzi Magni y Fabian Cancellara) con tres triunfos en De Ronde, aumentando su leyenda, siempre en años pares (2020, 2022 y 2024), cuarto en su debut en 2019 y segundo en 2021 y el año pasado por detrás de Tadej Pogacar. El primero en toda la historia en encadenar cinco podios seguidos. El más rápido también, pues completó los más de 270 kilómetrso desde Amberes a 44,5 kilómetros por hora, superando el récord del año pasado. Cuando coronó el Koppenberg, con Matteo Jorgenson a unos segundos que pronto fueron más de un minuto, fue un paseo de vatios y agonía hacia la gloria. Vacío mientras los demás le perseguían.

La ausencia, por la caída sufrida en A través de Flandes hace unos días, de Wout Van Aert, marcaba todo en la previa. "Ahora tendré más presión", confesaba el líder del Alpecin, el equipo que apostó todo a su dominio, dejando esta vez fuera a Jasper Philipsen, ganador en San Remo. Y tras un inicio algo calmado, con los valientes del día, pronto le llegaron balas desde todos los lugares al nieto de Poulidor, con Mads Pedersen y los Visma especialmente intensos.

Van der Poel, en acción en Flandes.

Van der Poel, en acción en Flandes.DAVID PINTENSAFP

Pero no lograron aislarle, ni siquiera cuando en el Viejo Kwaremont, con Oier Lazkano en cabeza, se hizo un grupo selecto. No había ningún resquicio en Van der Poel, que pasea por los adoquines de Flandes como por el patio de su casa. Tan seguro de sí mismo que asusta. Sólo Gilbert en 2017 se marcó un 'solo' más largo que el suyo (entonces, el belga atacó a 56 de meta).

Ni siquiera le hizo falta insistir demasiado. En ese impás del Kopperberg, aceleró mientras todos trataban de mantenerse en pie. Sólo él, Jorgenson y Pedersen lo salvaron sobre la bicicleta. "No tenía nada de grip. No fui el único. Era imposible", confesaba un impotente García Cortina, que finalmente sólo pudo acabar 25º cuando por momentos tuvo tan cerca un puesto mucho más noble. El arcoíris hacia la meta, como lo hizo la última vez Peter Sagan (2016). Antes, otros míticos: Louison Bobet en 1955, Rik Van Looy en 1962, Eddy Merckx en 1975 y Tom Boonen en 2006. Es ya el quinto Monumento para Van der Poel, con sólo 29 años. A 1:02 llegó el grupo perseguidor, en el que sorprendió el velocista Luca Mozzato (Arkea), segundo por delante de Michael Matthews.

El Manresa de un extraordinario Badio sorprende a un perezoso Real Madrid

El Manresa de un extraordinario Badio sorprende a un perezoso Real Madrid

Jugar tanto con fuego suele tener consecuencias. A la segunda vez que el Real Madrid no estuvo a su altura competitiva en tres días, llegó la derrota en el WiZink. Un estupendo BAXI Manresa, aupado por el descaro y el talento de Brancou Badio, tumbó a los blancos, incapaces esta vez de remontar, de enmendar demasiados errores. [72-83: Narración y estadísticas]

Contrastó la seriedad visitante con la ansiedad local. Fue así toda la mañana en el Palacio. El líder de la ACB parecía el grupo de Pedro Martínez, sólido ante las embestidas del Madrid, agresivo y acertado, un ejercicio que confirma al equipo revelación de la Liga Endesa, que ya estuvo presente en la Copa de Málaga y es muy probable que también lo este en los próximos playoffs. Con la de este domingo ya son cuatro victorias seguidas y 16 en lo que va de curso.

Cuando más quemaba la responsabilidad, con el Madrid apretando en la remontada, en los del Bagés apareció un héroe. Badio, ex del Barça, acertó con un tremendo triple a falta de minuto y medio que sentenció todo. Fueron 12 de sus 23 puntos en el acto final, al que el Madrid llegó apuradísimo, pese a que Sergio Rodríguez y Poirier amenazaron con otra remontada marca de la casa.

El partido se asemejó desde el comienzo al del viernes ante el Estrella Roja, aunque esta vez el Real Madrid sí tenga objetivos aún latentes en ACB, mantener esa primera plaza que lleva luciendo desde el inicio del curso. Y además, Chus Mateo recuperaba a tres de sus puntales (Campazzo, Deck y Poirier), que descansaron en Euroliga. Y, aunque el arranque fue alegre (11-2), pronto el Manresa se reordenó para dejar en el WiZink una estupenda primera mitad.

Deck, ante el Manresa.

Deck, ante el Manresa.ZIPI ARAGONEFE

Con intensidad y sabiduría táctica logró hacer dudar al Madrid. Paulatinamente fue adueñándose de todas las facetas del juego hasta sumar un parcial de 12-29 y verse nueve arriba (23-31, tras triple de Geben), con la buena dirección de Dani Pérez, los puntos de Robinson y la defensa que hacía perder balones a un Madrid precipitado. El viernes, Hezonja (que esta vez no jugó, pese a estar convocado), lo dijo claro, como suele: "La primera parte fue baloncesto de verano, una vergüenza". Se podría aplicar esta vez también.

A la vuelta no mejoraron mucho las sensaciones para un Madrid perezoso, que llegaba tarde a casi todo y hasta fallaba canastas insólitas. Además de todos los triples. De todo eso se aprovechaba un serio Manresa, que con un triple de Oriola puso el alarmante +11 (38-49). Y, entonces, los nervios. Porque los árbitros no daban ni una, siempre corregidos desesperadamente por las revisiones. Y en tal ansiedad por remontar, eso sacaba de quicio a unos y otros.

Con tres triples de 25 aciertos, la misión del Madrid se tornó en imposible. Campazzo, Tavares y Musa grises, Hezonja descansando y sólo Poirier y algo de Deck. Con la irrupción de Badio, llegó la segunda derrota en casa en toda la temporada ACB del Madrid en un fin de semana de no muy buenas sensaciones en el WiZink.

El Real Madrid de Musa convierte una noche intrascendente en una estupenda remontada ante el Estrella Roja

El Real Madrid de Musa convierte una noche intrascendente en una estupenda remontada ante el Estrella Roja

No hay noche intrascendente en el WiZink. Un Viernes Santo lluvioso y frío no hay mejor atracción en la capital, aunque ni el Real Madrid ni el Estrella Roja, los dos contendientes, se jugasen ya nada a estas alturas de la Euroliga en las que todos andan a la gresca por meterse en los playoffs. Hubo diversión, actuaciones de estrella (Musa vs Nedovic), muchos puntos y hasta una remontada marca de la casa. Y un récord: los blancos se convirtieron en el primer equipo en la historia de la competición que llega a 26 victorias en la Liga regular.

Mediado el tercer cuarto, el run run en las gradas. Sumido en cierta apatía (Hugo González, Carlos Alocén y Eli Ndiaye partieron como titulares), con tres de sus referentes vestidos de calle (no jugaron por descanso ni Campazzo, ni Poirier, ni Deck), el Madrid caía por 16 (54-70) ante un Estrella Roja que, pese a sus nombres, hace tiempo que perdió cualquier opción de disputar ni siquiera el novedoso play in de la Euroliga. Sólo era cuestión de aplicar un poco de energía y de anular el talento veterano Nedovic y el ex Adam Hanga, ovacionado de vuelta. Y de encomendarse a Musa y Hezonja para deleite de las tribunas, bien repletas.

En un abrir y cerrar de ojos, un 13-0 que igualó la contienda, con el Chacho a los mandos. Lo volvió a intentar el equipo de Sfeiropoulos, que se presentó sin el mago Teodosic y también aún sin Trey Thompkins, recién fichado. Pero el Madrid tenía su puñadito de épica para sumar otro triunfo. Un estupendo mate de Hezonja tras robo y los puntos del incontenible Musa (acabó con 30 y 40 de valoración) cerraron una noche de 101 puntos, en la que Llull sumó un triple más (también clave) y ya está a sólo dos del récord de Juan Carlos Navarro.

Adrián Vicente y el sabor "agridulce" de unos Juegos: "Me insultaban por redes, me llamaban 'robaplazas'. Fue chungo"

Adrián Vicente y el sabor “agridulce” de unos Juegos: “Me insultaban por redes, me llamaban ‘robaplazas’. Fue chungo”

Cuando era niño, Adrián Vicente (Madrid, 1999) se acurrucaba con su padre en el sofá en su casa de Mejorada del Campo y veía películas de Van Damme, Bruce Lee y Jackie Chan. «Terminaban y ya estaba por el salón pegando patadas», revive ahora que hizo del taekwondo su vida, con billete para París (-58 kilos), donde tratará de superar los cuartos de Tokio y continuar con la tradición española olímpica de este deporte nacido en Corea.

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Pero tantas veces la reacción a un hecho inesperado es lo que define a las personas, lo que propulsa las tramas posteriores. Hace seis años, este chico espigado y sonriente, que habla tan rápido como golpea, tenía 19 y se vio en mitad de una guerra. La Federación de Taekwondo, apoyándose en los resultados, había decidido que iba a ser él quien representara a España en Tokio en detrimento de Jesús Tortosa, quien había logrado la plaza para el país. En mitad de ataques, denuncias e insinuaciones, él optó por el silencio.

«Soy una persona positiva y afronto todo así. Pero esos meses... Yo no dije ni mú, me callé la boca, no actué. Pero sí, fue duro. Por redes me atacaron mucho, me insultaron, me llamaba 'robaplazas'. Gente anónima. Yo pasaba. E intentaba que todos a mi alrededor estuvieran tranquilos. Pero fue chungo, difícil», recuerda ahora de aquel trayecto que le obligó a «tener que demostrar algo». «Pensaba, si no gano, a ver qué van a pensar. Era top 10 mundial y decían que acababa de llegar. Pero en el Europeo hice final. Sólo faltó la medalla en los Juegos. Ahora vendrá. La verdad es que maduré», cuenta si atisbo de rencor.

Porque el tiempo parece haberle dado la razón. El año pasado fue bronce mundial y junto a su amiga, paisana y tocaya Adriana Cerezo (ambos empezaron en el mismo gimnasio de Alcalá de Henares) disparan las expectativas nacionales (también tienen billete Javi Pérez Polo y Cecilia Castro). «Eso nos preguntamos nosotros, de dónde viene la tradición. Tenemos un gran bagaje, las medallas están aseguradas. La clave es el alto nivel que hay en España, en la competición interna que tenemos», apunta.

Adrián Vicente, durante un entrenamiento en el CAR de Madrid.

Adrián Vicente, durante un entrenamiento en el CAR de Madrid.SERGIO ENRIQUEZ-NISTALMUNDO

Adri, que además de su dedicación al taekwondo estudia dos carreras a la vez (Educación Infantil e INEF), no fue el típico niño prodigio. «No empecé hasta los 12. Hubo una exhibición del club al que luego iría. Había atletas coreanos, dando patadas por el aire, rompiendo maderas... Terminó y dije: 'Mamá, yo quiero hacer eso'», hace memoria del flechazo. «Tenía un poco el biotipo: alto, patas largas... Mi entrenador lo vio, pero durante más de un año sólo entrenábamos. No tenía ninguna base. Y las primeras competiciones fueron fatal, me quedaba bloqueado, me entraban muchos nervios. Pero me gustaba. Mis padres me decían, 'pero por qué sigues'»

Fue en un Campeonato de España en 2016 cuando se convenció de que realmente era lo suyo. Cinco años después estaba a centímetros de una medalla en Tokio, aunque eso supusiera un trago «agridulce». «Las semanas posteriores estaba triste y melancólico», desvela quien hace bandera de su normalidad, de sus paseos por Meco con sus perros los fines de semana, de su vermut y sus cenas de desconexión, de ese lado tan opuesto a su agresividad en el tapiz. «Soy delgadito, no tengo aspecto fiero... pero soy cañero. Me va la gresca y muchas veces me tienen que frenar. Entro a los palos, me encanta. Pero hay que ser inteligente, si voy 8-0, no voy a seguir yendo. Pero entrenando, si toca gresca...», ríe Adrián mientras sueña con verse de oro en el Gran Palais de París en unos meses.

La fiebre por Caitlin Clark, la jugadora de los récords que está revolucionado el deporte americano: "La sensación es que nadie puede pararla"

La fiebre por Caitlin Clark, la jugadora de los récords que está revolucionado el deporte americano: “La sensación es que nadie puede pararla”

A Caitlin Clark (Des Moines, EEUU, 2002) uno se puede aproximar desde los vídeos virales de highlights -esos triples desde ocho metros...-, desde sus insólitos récords de anotación, desde su impacto mediático y comercial y hasta desde un carisma único, ese que, por ejemplo, la llevó a reunir a sus compañeras en un bar cualquiera de Dallas y beber toda la madrugada tras perder la final de la pasada NCAA contra LSU. Son cientos los aspectos que la impulsan hacia la cima del deporte estadounidense, pero la chica de moda es algo más, es también la gran revolución del baloncesto femenino.

Partiendo de la base de que nadie ha anotado jamás tantos puntos. Ni ellos ni ellas. Caitlin despedazó consecutivamente las marcas históricas de Lynette Woodard (3.649 desde 1981) y los 3.667 de Pete Maravich que llevaban medio siglo vigentes. Acumulando expectación, audiencias millonarias y colas para cada partido de la Universidad de Iowa, que a partir de este fin de semana busca lo que nunca hizo, ganar su primer título nacional. Y alimentando una leyenda que viene de lejos. En su Des Moines natal, Clark empezó jugado en un equipo de chicos porque su padre no encontraba uno de chicas... y uno de los padres de un equipo rival se quejó por ello.

"La tengo controladísima. Me hace gracia, porque siempre estaba como a la sombra de Paige Bueckers (UConn), que es de su mismo año y fue portada de Slam, cuando para mí era claramente mejor. Me encanta. Principalmente, tiene un carácter espectacular. Parece que no, por su aspecto, pero es durísima. Y se está viendo ahora, su coco, su trash talking...", relata Amaya Valdemoro sobre la que será sin duda número uno en el próximo draft de la WNBA, donde jugará para las Indiana Fever con una expectación semejante a la que hace un año despertó Victor Wembanyama.

A Caitlin le llueven las comparaciones y la de Steph Curry es la más recurrente. Incluso en boca de la estrella de los Warriors. "La he observado desde hace tiempo y me he dado cuenta de lo poderosa que es en la cancha. Lo curioso es que su forma de jugar, la distancia y el nivel de dificultad de sus tiros son, obviamente, muy parecidos a la forma en que yo juego", dijo hace unos días en la CBS, donde habló de su capacidad de tiro como un "supepoder". Pero los números de Curry también fueron triturados (los 162 triples en una temporada universitaria de 2008) por esta base de 1,83 que, como él, resulta indefendible. "Es que su juego recuerda al de Curry. Tirar desde el medio del campo si hace falta, jugar con libertad, dominar el bote y hacer lo que quiera en la pista sin que nadie pueda pararla, esa es la sensación", cuenta al teléfono Xavi López, asistente del equipo femenino de Texas Christian University, un espectador de primera fila del fenómeno Caitlin: hace cuatro años, cuando trabajaba para Oregon, intentó reclutarla como sustituta de Sabrina Ionescu.

"Un animal"

Clark ha promediado 32,2 puntos y 8,7 asistencias esta última temporada, su cuarta con las Hawkeyes, firmando una progresión matemática (26,6 puntos el primer año, 27,0 el segundo, 27,8 puntos el tercero...) y cuando anotó (cómo no) el triple desde el logo para batir el récord de Maravich, su universidad cambió esa baldosa del pabellón desde donde lanzó por una con sus iniciales. Su rendimiento responde al talento natural, pero también al obsesivo trabajo. No hay día que, más allá de los entrenamientos a las órdenes de Lisa Bluder; no dedique una hora a sus rutinas de lanzamientos, 500 en total divididos en cinco fases: 100 tiros libres (de los que debe meter 100), 100 de media distancia (80), 100 triples (70), 100 tras dribbling (75) y 100 más desde el logo (50).

"La ves por la calle y no te llamaría la atención. Es normal. No es súper atlética, no es rápida, no salta más que nadie, pero en la pista es una auténtica animal. Muchas niñas se pueden identificar con ella. Su fenómeno está arrasando. Su juego expresivo y libre, es divertido. Hay gente que está pagando mucho dinero por ir a verla en directo, porque saben que van a ver un espectáculo", admite López, ex canterano de la Penya y ex jugador ACB con el Bilbao. "Lo que hace con el tiro de tres es de locos. Pero se está obviando lo buena que es controlando los espacios, pasando, reboteando... Es muy buena en todo, en un cuerpo aparentemente endeble que es muy fuerte. Hay que tener mucha coordinación y estabilidad para ese rango de tiro", admite Valdemoro, otra anotadora de leyenda, que habla de la dimensión de Caitlin Clark mucho más allá del juego. "Es increíble y está cambiando a nivel global el concepto que la gente tiene del baloncesto femenino, los que lo desconocen. Eso no lo ha conseguido nadie. Las audiencias, la reventa de entradas... Cuando bate el récord de puntos, lo hace un día después que Mike James batiera el de la Euroliga. Y la repercusión de uno y otro es incomparable", relata quien sólo encuentra paralelismos con una leyenda única. "No la puedo comparar con nadie, ni siquiera con Curry, lo que está haciendo, en mujeres no lo ha hecho nadie. Ni dentro ni fuera de la pista. "Quizá con Larry Bird, por el trash talking, por el físico y porque no te lo esperas", concluye.

Ese impacto la eleva al grado de "pionera". "Cuando Jordan llegó a la NBA, muy pocos atletas afroamericanos tenían patrocinadores y él cambió eso. Hay miles de aficionados haciendo cola para ver a Caitlin (uno de los partido de Iowa batió esta temporada el récord de asistencia del baloncesto femenino con 55.646 espectadores)", ha dicho la leyenda Nancy Lieberman sobre el impacto económico de Clark, cuyo NIL (name, image and likeness), la forma en que los deportistas NCAA ya cobran desde 2021, no tiene comparación. Se estima que por los 11 acuerdos que tiene firmados, entre ellos con Nike y Gatorade, ya cobra más de tres millones de dólares sin haber pisado aún la WNBA. Es más, apuró sus cuatro años universitarios porque, entre otras cosas, sus ingresos en la WNBA no iban a ser demasiado superiores (el salario para la número uno del draft es de 78.000 dólares...).

"Decidió crear su propia historia, en un sitio donde todavía no han conseguido ganar (Iowa). Eso habla de su carácter, no tiene miedo a nada, acepta cualquier reto. No quiso ir a UConn u Oregon", reflexiona Xavi López, quien mesura su fenómeno en términos de expectación: "Lo más importante que ha conseguido es que se habla más del March Madness femenino que del masculino. Eso era impensable. Y es por su nivel de estrellato. Hay más entradas vendidas para la F4 femenina que la masculina".

Un majestuoso Hezonja destroza al Partizan y el Real Madrid certifica un liderato de récord

Un majestuoso Hezonja destroza al Partizan y el Real Madrid certifica un liderato de récord

No hay un tipo en Europa con semejante talento. Quizá tampoco ninguno con una personalidad tan insondable. La genialidad es Mario Hezonja. Es muy probable que el próximo curso no vista de blanco, que abandone el Real Madrid donde ha alcanzado esa plenitud tantas veces prometida. Pero hasta ese momento, ahí quedan sus exhibiciones. Será recordado y también añorado. En Belgrado resultó majestuoso. Como dos días antes en Berlín. Dos triunfos que, además, certifican la obviedad: los de Chus Mateo serán el mejor equipo de la temporada regular, de principio a fin y con récord de victorias ya (25) a falta de tres partidos. [76-88: Narración y estadísticas]

En tres días, Hezonja anotó 47 puntos, 25 sólo en el Stark Arena, donde hizo de todo, disfrazándose de ese líder que no siempre es, siendo lo trascendental que todo el mundo sabe que es capaz. Contagió a sus compañeros y anuló al grupo de Zeljko Obradovic, que cayó a la lona al final del tercer acto y ya no fue capaz de levantarse pese a que realmente el Madrid no se jugaba demasiado.

Qué diferente a lo ocurrido hace 10 meses, con la vida en juego para ambos en esos cuartos de la Euroliga. Tanta pasión que todo se había desbordado en el WiZink, aquella vergonzosa pelea y todas sus consecuencias. Esta vez el Madrid llegaba al Stark Arena con la calma de quien ya hizo sus deberes, con la prudencia del que sabe que ahora no es el momento de forzar la máquina. Todo lo contrario que el Partizan, en plena batalla por colarse en los puestos del novedoso play in de la Euroliga y con un recibimiento de uñas para Yabusele.

En los de Chus Mateo, esa diferencia de intensidad de reflejaba principalmente en la ofensiva, más fallos de lo habitual, rotación menos fluida, ideas más grises. Compensaba con el esfuerzo defensivo y el Partizan tampoco era capaz de sacar partido, pese a que los blancos apenas anotaron cuatro canastas (de 27 intentos) en los primeros 14 minutos. La tónica era la igualdad, con más protagonismo del habitual para Carlos Alocén, con un Campazzo algo débil, afectado por ese virus estomacal que ha dejado a media plantilla tocada (no viajaron a la gira ninguno de los tres veteranos, Rudy, Chacho y Llull y tampoco jugó esta vez Dzanan Musa). E incluso con la aparición del canterano Hugo González en la rotación.

ANDREJ CUKICEFE

Todo se animó a la vuelta de vestuarios, despejados ambos de los corsés, liberadas las muñecas. El retorno fue un poderoso intercambio, con Frank Kaminsky y Mario Hezonja como protagonistas, dos tipos que hace nada lucían en la NBA. El pívot martilleaba desde el perímetro sin nadie que le siguiera el rastro. El croata, puntos, rebotes y asistencias, tomaba la responsabilidad para que el Madrid siguiera en la brecha y más, pues un repentino 0-16 le otorgó, con Campazzo despertando también, por primera vez una ventaja lustrosa (54-68). Fueron tres minutos finales insólitos, por los suelos el Partizan, eléctrico el Madrid, que iba a anotar en ese tercer acto más puntos que en toda la primera mitad. Un ratito que iba a resultar clave.

Fue un k.o. técnico. Porque el arranque del cuarto final no sirvió para espabilar a los serbios. Un triple de Hezonja, ya completamente desatado, alargó el parcial (2-21) y la sensación de superioridad en el infierno del Stark Arena. El duelo se había acabado, todos rendidos al inabordable genio de Mario Hezonja (cinco de seis en triples, seis rebotes, cuatro asistencias...) para la cuarta victoria a domicilio consecutiva del Madrid, despejando cualquier atisbo de crisis.

Hankuk, la escuela donde se fabrican medallas olímpicas: "Adriana Cerezo mostró que el alto rendimiento no está reñido con la salud"

Hankuk, la escuela donde se fabrican medallas olímpicas: “Adriana Cerezo mostró que el alto rendimiento no está reñido con la salud”

Al final de un estrecho pasillo al que hay que llegar obligatoriamente descalzo, una niña de 11 años grita como poseída mientras ejecuta eléctricas patadas al cuerpo del oponente. Jesús Ramal la observa con orgullo y atención. Podría ser la nueva Adriana Cerezo, que también llegó con 11 años a este santuario escondido en San Sebastián de los Reyes, cuando ella se encontraba en plena crisis de ansiedad competitiva, en un mar de dudas que pronto se resolvieron: a la semana se subió a un avión rumbo a Finlandia para convertirse en poco tiempo en la perla del taekwondo español, inesperada medalla de plata en Tokio con sólo 17 años, ambición de oro en París dentro de unos meses.

En el gimnasio Hankuk la energía es contagiosa. Deambulan jóvenes sonrientes que bromean y se abrazan y que al cabo se transforman en fieros púgiles a las órdenes de Ramal y de Suvi Mikkonen, la presidenta, la otra clave de esta fábrica de talentos, la ex taekwondista olímpica finlandesa que junto a Jesús ideó un proyecto que ya es referente mundial. «Aquí si no eres campeón de Europa, realmente estás fuera de lugar. En el último campeonato de España, de las ocho categorías femeninas, el club ganó seis. Eso nunca ha pasado», presume el entrenador, que a los próximos Juegos acudirá con dos claras opciones de medalla al Grand Palais de los Campos Elíseos, la de Adriana, por supuesto («si está bien, es imparable»), y la de Viviana Marton, una de las gemelas (Luana, campeona del mundo, se quedó a las puertas en el reciente Preolímpico europeo de Bulgaria que ganó su hermana en la categoría de -67 kilos); dos húngaras nacidas en Tenerife que son la viva imagen de la ambición. En París, Viviana competirá por la Hungría de sus padres, pero después ambas lo podrían hacer por España.

Pero hay más, sobre todo futuro. Está Marta Calvo (hermana de Eva, medallista de plata en Río 2016). Están Iker Abad y Jesús Fraile, campeones de Europa sub 21. Y Elsa Hernández, Lena Moreno, Laura Rodríguez, Sofía García... «La idea es que todo explosione en el 2028. Apuntamos alto». Un grupo de élite en el que tienen el apoyo de cuatro entrenadores, cuatro fisioterapeutas, un departamento de medicina, un preparador físico, un entrenador mental, un nutricionista... «Esto es algo distinto. Es como una familia, pero lo más profesional posible. Buscando ayudas para crecer, para crear una cultura del deporte y del esfuerzo. Eso es complicado, ni muchos centros de alto rendimiento lo tienen», pronuncia Cerezo. «Se ha creado una estructura. Queremos que se sientan profesionales. Y queremos seguir avanzando con patrocinios, mecenazgos... Hay una enorme motivación y un ambiente enriquecedor. Y se lo pasan bien», remarca el gurú Ramal, un entrenador hecho a sí mismo, que heredó el club que fundó el gran maestro coreano Han Seon Moon en 1977, el pionero de la introducción de este arte marcial en España (Hankuk significa Corea en coreano).

Y que forjó su método junto a Mikkonen, su pareja, con la que acudió a los Juegos de Londres (diploma) y de Río. Trabajó 11 años para el Comité Olímpico de Finlandia, como seleccionador, acumulando experiencias. «Allí estaba el centro de investigación, con fisiólogos, nutricionistas, muchos profesionales... Eso abrió un mundo a Jesús», cuenta Suvi, que reivindica una filosofía: «No nos da miedo soñar a lo grande. Esto es algo más que un club. La base es cuidar la salud de los deportistas. Que cuando llegue el resultado, si es que llega, que sea con alguien sano y fuerte, que sea positivo en su vida. Es decir, que no haya sufrimiento en el proceso, que cuando ellas y ellos miren atrás piensen que lo han disfrutado. Los que ganan el oro son los que fluyen, los que disfrutan».

Las gemelas Marton, durante un entrenamiento.

Las gemelas Marton, durante un entrenamiento.ANGEL NAVARRETE

Y el paradigma de todo eso fue y es la sonrisa de Adriana. Aquella niña que conquistó a todo un país en Tokio, avanzando de ronda en ronda, de paliza en paliza, hasta la final cuando nadie la esperaba todavía, talento adolescente. Allí perdió contra la tailandesa Panipak Wongpattanakit por un detalle y lloró de rabia y pidió perdón y emocionó a toda España. «La primera vez que la vi, pensé: 'Es una bestia'», rememora Jesús de su pupila, a la que el retraso de los Juegos a causa de la pandemia le hizo llegar a Tokio con la edad justa, la más joven de toda la expedición nacional. «Adriana nos subió mucho, la gente nos empezó a prestar más atención. Sobre todo por la forma en que lo hizo. Su sonrisa contrastaba con todo el asunto Simon Biles, que estaba sucediendo a la vez. Demostró que el alto rendimiento no está regañado con la salud, ni física ni mental», expone Ramal, que reivindica: «La niña no apareció, tenía una base atrás. En el 2019 hizo 69 combates, con 68 victorias y una derrota. 18 campeonatos, 17 oros y una plata...». «Yo a Tokio no iba a probar, iba a ser campeona olímpica. Estaba flotando», recuerda Cerezo, a la que en el Hankuk International School todos llaman 'La Bicho'.

Cuando le preguntan por su secreto, el madrileño Jesús sonríe y se explaya. Y sigue reflexionando sobre la salud física y mental de sus deportistas, la «neurociencia aplicada al deporte». «Muchas veces yo soy el primero que presiono y tengo dudas de dónde están los límites. La línea es fina y difícil. Hay que cuidarles, es un trabajo holístico. Si tienen exámenes, si han tenido un problema personal... Todo hay que tenerlo en cuenta. Una microlesión te puede parar una semana. Y vas mejorando cuanto más puedes entrenar. Por eso es mejor bajar un poco y estar siempre óptimos», explica y hace hincapié en la parte lúdica, la diversión como pilar, los «entrenos agradables»: «Cuanto mayor es la exigencia, mejor te lo tienes que pasar».

Varios deportistas del Hankuk, en acción durante un entrenamiento.

Varios deportistas del Hankuk, en acción durante un entrenamiento.ÁNGEL NAVARRETE

Ramal se apoya en su experiencia y en sus viajes, en el mindfullness -«meditar no como monjes budistas horas y horas; es simplemente parar 10 minutitos. Porque no sabemos parar, con los móviles, las redes sociales...»-, en lecturas y documentales motivacionales que comparte con sus alumnos para «meter en su mente mensajes positivos». Porque los quiere, sobre todo, poderosos, «empoderados». «Mi objetivo es que salgan de aquí cada día como si hubieran hecho el mejor entrenamiento de su vida. Que el entreno sea el mejor momento del día: preparo todo para ir al gimnasio, donde me voy a expresar libremente. Y que en cada patada que den, les vaya la vida en ello», describe con entusiasmo.

«¿Cuándo has entrado que has notado?», interroga Jesús al periodista. «Energía». «¡Eso! Eso lo ve un rival y piensa: 'Esto es algo más'. Por eso he adaptado, por ejemplo, la haka de los All Blacks a nuestro calentamiento, para que sea una activación pura. Aplico aspectos de muchos deportes».

Sin los veteranos, el Madrid sufre más de la cuenta aunque asegura el factor cancha en Berlín

Sin los veteranos, el Madrid sufre más de la cuenta aunque asegura el factor cancha en Berlín

Tantas veces no se aprecia lo que aportan los que ya estuvieron allí, los intangibles de los 'veteranos', el ADN competitivo único de tipos como Rudy Fernández, Sergio Rodríguez y Llull -fundamentales también en la última Euroliga-, ausentes en Berlín, huérfano el Madrid de sus líderes y un tanto a la deriva durante más de media hora ante el último clasificado. Sin nada en juego, con seis derrotas consecutivas, con bajas como las de Procida y Spagnolo, el equipo de Israel González compitió mucho más de lo previsto y sólo sucumbió en la orilla. Un triunfo poco alentador en cuanto a sensaciones para Chus Mateo, pero tan rico en lo deportivo: sella el factor cancha en cuartos de final y deja casi amarrado el primer puesto (de principio a fin) en la temporada regular. [79-86: Narración y estadísticas]

Porque el Real Madrid sigue siendo líder, bien lejos el resto, aunque la noche en el Mercedes Benz Arena, donde en dos meses se disputará la Final Four, no fuera para presumir. Sin el trío de veteranos y también sin Musa, en el tercer partido a domicilio de los cinco que va a encadenar, los blancos sólo resolvieron en la recta de meta, sin alardes, casi por pura inercia, impulsados por lo que fue su resorte toda la noche en Berlín: el rebote ofensivo.

Si había que reforzar sensaciones, la visita al colista no fue el lugar adecuado. El Madrid, tan pleno en Bolonia y Málaga, despejando dudas y esquivando baches, fue un espejismo de plenitud en Alemania. Un equipo a arreones, desganado por momentos, sorprendido en otros ante la osadía del Alba. Mediado el tercer cuarto, perdía de 13 (51-38), sin haber aprendido la lección de una gris primera mitad.

Rebote ofensivo

Así que otra vez se tuvo que poner manos a la obra, reaccionar en defensa, encomendarse a Hezonja y pasar el apuro. Era la segunda vez que tenía que remontar, esta vez con un parcial de 1-14, también Yabusele decisivo en la anotación y Tavares en la pintura (aunque sólo anotara una canasta). Un resurgir clave para no pasar más sudores y para no salir con la cara colorada de Berlín.

Ya el amanecer no presagió nada bueno. Los cinco primeros minutos fueron una antología del disparate, un ratito para frotarse los ojos. Tras el 9-2 de arranque, el Madrid se pasó un buen rato en 'área' contraria. Lanzaba y fallaba y atrapaba el rebote ofensivo (hasta siete). Una absurda sucesión. Erró sus 10 primeros triples (cuatro de ellos Campazzo), la mayoría completamente liberados. Y cuando se quiso dar cuanta iba 10 abajo (15-5).

Alocén y Abalde le dieron el primer alivio, un parcial de 2-14 entonces, pero el Alba siguió valiente, con su ritmo endiablado y sus triples (cuatro Matt Thomas, tres Olinde...). Y el dominio de otro gigante: Koumadje dejó una de las acciones de la temporada, un mate brutal ante Poirier. Y los alemanes, algo tiernos, sólo sucumbieron cuando, en los últimos minutos, se vieron con opciones reales de tumbar al Madrid, al líder.

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Canadá, Australia, Doncic o Antetokounmpo... el complicadísimo camino de España si se clasifica para los Juegos

Canadá, Australia, Doncic o Antetokounmpo… el complicadísimo camino de España si se clasifica para los Juegos

Se podría concluir que las circunstancias no están siendo amables con la selección española de cara a los próximos Juegos de París. Porque no sólo es que vaya a tener que clasificarse en un enredado Preolímpico en Valencia el próximo mes de julio. Si saca el billete, se encontrará en Lille (allí se juega la primera fase) un grupo realmente complicado.

El sorteo, celebrado este martes en The Patrick Baumann House of Basketball en Mies Suiza -con las leyendas Penny Taylor y Carmelo Anthony conduciendo el evento-, deparó tres probables rivales a cada cual más difícil para los de Sergio Scariolo. Porque el condicionante (el ránking FIBA) esta vez le jugó una mala pasada a España. Al ser segunda, no podía quedar encuadrada ni con EEUU ni con Alemania en la primera fase. Evitó a esos dos 'cocos', pero se encontró con otros.

Si gana en la Fonteta de Valencia (del 2 al 7 de julio en un torneo en el que sus rivales serán Angola, Líbano, Bahamas, Finlandia y Polonia), en los Juegos se las verá con Canadá (revelación y bronce en el último Mundial) y con Australia, viejo rival. Además de con el ganador del torneo Preolímpico que se disputa en El Pireo de Atenas y en el que son claramente favoritos la Eslovenia de Luka Doncic y la Grecia de Giannis Antetokounmpo. Avanzan hacia las medallas los dos primeros de los tres grupos y los dos mejores terceros.

Algo menos fiero resultó el bombo con la selección femenina, que ya está clasificada. Serbia, China y Puerto Rico serán las rivales de las de Miguel Méndez en la fase, en el Grupo A. El Grupo B estará formado por Canadá, Nigeria, Australia y Francia y el C lo integrarán los combinados de Alemania, Estados Unidos, Japón y Bélgica.