El bostezo eterno de Inglaterra lleva a Eslovenia a sus primeros octavos en una Eurocopa

Actualizado Martes, 25 junio 2024 - 23:12

Qué poco ofrece Inglaterra. Nada por aquí, nada por allá. Puede estar todo su talento sobre el césped que son incapaces parecer un equipo. Tiene los mejores ingredientes Southgate pero no logra ligar la salsa. No lo hizo ante Serbia, les salvó Bellingham, tampoco ante Dinamarca y Eslovenia, muy seria y capaz de dar un par de sustos, volvió a desnudarles para meterse como tercera en octavos.

A los ingleses la camiseta de favoritos les queda grande. Caminan sobre el césped como si eso fuera suficiente. La primera carrera eléctrica de Foden llegó a los 20 minutos y Saka no tuvo ni una. Además, se enredan en una movilidad que los confunde. El extremo del City y Bellingham se estorban cuando acuden al centro y de eso ni siquiera se aprovecha Trippier para cabalgar en la banda. Y, por si esto no fuera poco, se empeñaban en frivolidades cuestionables incluso para un club con la maquinaria engrasada. Por eso no carbura.

Eslovenia apostaba por no equivocarse y lanzar a Sesko en cuanto pudiera, pero tenía sometidos a vigilancia extrema al veloz citizen y al goleador del Real Madrid, engrisecido. Este blanco no le está dando alas. A Saka no hizo falta porque su propio equipo lo neutralizó durante muchos minutos.

Los primeros remates fueron para los eslovenos. Armó una contra Stojanovic, forzando a Walker y el primer remate fue de Sesko. Se esforzaba Kane en alejarse del área arrastrando a su central, pero nadie ocupaba ese espacio. Inglaterra colapsaba con facilidad por más que Southgate hubiera renunciado al experimento Alexander-Arnold para escudar a Declan Rice con Gallagher. Mascaba el seleccionador chicle sentado en el banquillo y tomando notas.

Si detecta los errores, en el ejercicio de corregirlos su labor es deficiente. Mientras los Three Lions se entretenían en taconazo absurdos en la frontal del área y se encerraban en la trampa, Eslovenia, a la que un punto le podía dar para estar en octavos. A un centro de Janza estuvo a punto de llegar Sporar y, de perseguirlo, llegó un pase el espacio a Sesko que obligó a resolver a Pickford antes de echarle una bronca a Stone.

Impotencia que llevaba a Bellingham a apresurarse en cada pase y que sólo inquietó a Oblak con una falta escorada que Foden quiso poner a la escuadra, demasiado blanda para que el meta del Atlético no la atrapara. También se lanzó en plancha Harry Kane a embocar un centro de Trippier, pero el capitán no llegó. No está teniendo su torneo. En general, nadie en la selección inglesa.

Con efervescencia saltó al campo en el segundo tiempo, ya sin Gallagher y con un Mainoo aplaudido por la grada. Las burbujas, la explosividad, no duró ni cinco minutos. Encerraron a los eslovenos para nada. Hasta tres balones puso al área en la misma jugada Bellingham para que sólo el último lo cazara Saka en una peligrosa chilena que le costó la amarilla. La falta de entendimiento no sólo se vio en ataque, también apareció en defensa. Se escapó Sporar a buscar un balón en largo a la espalda de Guéhi, que le agarró de la camiseta para evitar que encara a Pickford. Estuvo más atento Walker en que su compañeros no fuera el último defensor, y por tanto no fuera expulsado, que en frenar al atacante esloveno.

A los dos equipos les valía el empate para estar en octavos como primero y tercero, pero no parecían querer firmar las tablas. Al menos Inglaterra. No le servía para recuperar el respeto perdido. Metió al campo Southgate a Cole Palmer y probó romper la igualdad Declan Rice con un disparo que se perdió rozando la meta de Oblak.

A ese órdago respondió Matjaz Kek buscando la pólvora de Ilicic, el goleador que ha vuelto a la selección tres años después de que la pandemia, que sufrió en el epicentro de Bérgamo defendiendo la camiseta del Atalanta, le dejara una herida emocional que le llevó a apartarse del fútbol. Anoche, en Colonia junto al resto de su selección, hizo historia. Eslovenia, el país del presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, estará por primera vez en octavos. Inglaterra, mientras, necesita despertar ya de esta siesta ya demasiado larga.

La mutación de Ferran Torres con España: un zurdazo a 96 km/hora y los mismos goles que Zarra

Actualizado Martes, 25 junio 2024 - 12:15

Ferran Torres necesita ser feliz en el campo para convertirse en uno de los jugadores españoles más voraces. Con la selección, lo es. Su mutación se hace evidente en partidos como el de Albania que cerró la fase de grupos de la Eurocopa con España como líder de su grupo, con la portería a cero y cinco goles a favor. El último supone para el extremo valenciano empezar a hacer historia.

En los 44 partidos que lleva disputados como internacional ha marcado 20 goles, los mismos que Telmo Zarra. "Es un orgullo, y lo que tengo es hambre de más", aseguraba tras recibir el trofeo al mejor jugador del partido. Apenas lleva tres semanas con la camiseta de España y ya marcó en el amistoso ante Andorra y para derrotar a la correosa Albania aprovechó una asistencia de Dani Olmo para sacar un zurdazo ajustado a la base del poste que, según los datos de la UEFA, fue a una velocidad de 96 kilómetros por hora. El gol de Ferran fue un obús que abre su cuenta en la Eurocopa después de haber marcado sólo once tantos con el Barça en todas las competiciones disputadas esta temporada. "Las cosas me van bien en la selección y siempre he dicho que quiero estar entre los máximos artilleros", admite sin pudor.

¿Qué le pasa a Ferran cuando se pone la camiseta nacional? Ni él mismo lo sabe. Desde que debutó ante Ucrania en la Nations League de 2020, su crecimiento, primero con Luis Enrique y ahora con De la Fuente, sólo lo han frenado las lesiones. "No sé lo que me pasa, pero defender a mi país es especial. Cuando me pongo esta camiseta, siento que juego por mi familia. Por ellos, para mí siempre es especial meter un gol", aseguró.

Ferran entró en la lista de De la Fuente cuando nadie le esperaba. Se perdió por sanción la ventana de marzo y, con el complicado final del Barça, donde apenas jugó y no marcó -sus últimos goles fueron un doblete al Betis en enero-, nadie esperaba que fuera llamado. Pero el seleccionador lo citó. Eso sí, con un papel diferente al que había tenido antes.

Con Nico Williams y Lamine Yamal, las bandas está cubiertas y el valenciano tiene que esperar su oportunidad. Eso es algo que, por el trabajo de De la Fuente, acepta. "El míster nos tiene a todos enchufados. Somos una familia y vamos a ir partido a partido para poder soñar a lo grande", advirtió.

Navas y Grimaldo

Tan implicado como Ferran están Navas y Grimaldo. El lateral sevillano se convirtió ayer en el jugador más veterano de la historia de la selección en jugar una Eurocopa y se pasó el partido con molestias. "Desde el primer minuto he jugado con el pie derecho así, pero he aguantado porque Carvajal tenía una tarjeta amarilla", confesó absolutamente entregado a la causa común.

Si Navas puso centros, cada balón que Grimaldo llevaba al área era un regalo. "Estoy aquí para ayudar en lo que se necesite", advirtió el lateral del Leverkussen, que no se pica con Cucurella porque son muy buenos amigos. "Le ayudo en todo lo que sea necesario, porque nuestro sueño es ganar la Eurocopa. No queremos ese favoritismo que nos están dando, porque la presión no conduce a nada, pero lo que menos estamos dejando son dudas. El equipo es muy maduro", analizó.

Como explicó Vivian, otro debutante en la Eurocopa, nadie se pone techo: "Sabemos a qué aspiramos y vamos a perseguirlo. Ganar te hace seguir ganando y compitiendo mejor". Tampoco Fermín quiere lanzar las campanas al vuelo. "Confiamos mucho en nosotros y no tenemos equipo A y B. Todos somos el mismo equipo", puntualizó el andaluz, que pese a estar aún en la Eurocopa no aparta su mirada de los Juegos de París.

La última tormenta de Oblak: el sueño con Eslovenia perseguido una década y cumplido entre interrogantes

Actualizado Martes, 25 junio 2024 - 00:27

«Hay momentos en la vida en que las cosas no salen como quieres». La resiliencia es una característica de Jan Oblak. A sus 31 años, después de 10 como arquero indiscutible en el Atlético de Madrid y líder de Eslovenia, en esta Eurocopa se está viendo obligado a demostrarlo. Empezando por esta noche ante Inglaterra. O Eslovenia suma o hará las maletas para marcharse de vacaciones.

La espina clavada de su carrera era llevar a su país a una fase final de un gran campeonato y lo ha logrado, aunque ahora no parezca suficiente. Junto al goleador Sesko es el líder, pero está dejando más dudas que certezas, casi como de rojiblanco.

Nada pudo hacer en el derechazo de Eriksen para Dinamarca en la primera jornada y sostuvo al equipo ante Serbia hasta lo que ocurrió en el minuto 95. De manera inexplicable Jovic consiguió un empate en el que Oblak fue protagonista. El veterano guardameta, después de cuajar un buen partido, esperó el saque de esquina dentro de su portería, un error impropio de su experiencia. A bocajarro recibió el testarazo de Jovic solo en el área pequeña, pero, aunque lo hubiera repelido, habría subido al marcador.

68 goles en 54 partidos

Nadie encuentra explicación a qué hacía dentro de los palos, como otras tantas veces esta temporada ha sido cuestionado por sus actuaciones con el Atlético. Esta 23/24 ha sido su peor temporada desde que llegó a Madrid, con 68 goles en 54 partidos.

Pese a ser uno de los héroes de la eliminatoria ante el Inter con dos penaltis atajados y de haber sacado manos salvadoras en muchos partidos de Liga, sus números le relegan a la quinta plaza de los porteros menos goleados. 43 encajó en 38 encuentros y estuvo obligado a hacer más de tres paradas por partido, algo que no le había sucedido nunca en el Atlético.

La debilidad defensiva de la zaga rojiblanca no le ayudó a intentar revalidar el Trofeo Zamora que ha ganado en cinco ocasiones, cuatro de forma consecutiva desde la campaña 15/16 a las 18/19. Después tuvo que esperar una más para volver a ser el guardameta menos batido. Unos problemas cervicales al final de la pasada temporada y la debilidad defensiva del equipo de Simeone le han llevado que sume tres temporada consecutivas muy alejado del trofeo, que nadie ha conseguido seis veces en la historia de la Liga.

«Mentiras desde Madrid»

Eslovenia ha sido su bálsamo esta temporada. Durante la clasificación para la Eurocopa, que sólo han disputado en 2000, mantuvo su portería a cero en ocho de los 19 duelos, aunque en total recibió 17 goles. Ninguno de los otros dos porteros, Igor Vekic del Vejle danés y Vid Velec del Apoel chipriota, le pueden hacer sombra. Precisamente junto a Velec, Kurtic y el renacido Joseph Ilicic son los veteranos pilares de la selección. Y nadie les discute. Ni siquiera los seleccionadores.

El desencuentro en 2018 entre Oblak y el entonces seleccionador Tomaz Kavcic le acabó costando la destitución. «No me habla, lo están engañando y es muy triste. Él dijo mentiras desde Madrid sin hablar conmigo y yo nunca dije nada. Porque Eslovenia le necesita». Y así fue. La Federación eligió al portero, entonces indiscutiblemente entre los mejores del mundo, y despidió al seleccionador horas después de pronunciar esas palabras. Fue entonces cuando cogió las riendas Matjaz Kek, con la lección aprendida.

La proeza buscada durante 24 años de volver a una Eurocopa tiene en Oblak un pilar. Que Eslovenia supere la fase de grupos, algo que no consiguió en el campeonato de Bélgica y Países Bajos, pasa porque el arquero consiga hacer escampar la última tormenta.

Las cábalas de Francia e Inglaterra: una goleada para alejar a Portugal y una victoria con que recuperar el respeto

Actualizado Martes, 25 junio 2024 - 00:24

Francia necesita hacerse un favor a sí misma y, de paso, hacerle otro a Portugal. Galos y lusos no se quieren enfrentar tan pronto, así que muchas miradas de la concentración portuguesa estarán hoy en el Signal Iduna Park de Dortmund, donde el cuadro de Deschamps se mide a Polonia, ya eliminada, buscando el liderato del Grupo D.

Las cuentas son claras. Ahora mismo, Países Bajos lidera el grupo con cuatro puntos, los mismos que Francia, tras el empate de la segunda jornada. Los de Koeman, eso sí, son líderes. Las dos selecciones tienen la misma diferencia de goles, pero los neerlandeses han metido un tanto más en el torneo.

En resumen, Francia necesita ganar a Polonia y que Países Bajos no sume los tres puntos contra Austria. Si esto último sucede, los galos tendrían que ganar por un gol más de diferencia que los 'oranje'. En caso de empatar también en esa estadística, habría que ir a las tarjetas amarillas, que ahora mismo también son las mismas: dos.

Sin opciones de octavos

La última cifra que desempataría la situación serían los puntos en la fase de clasificación de la Eurocopa, donde Francia superó a Países Bajos por cuatro puntos, por lo que el primer puesto sería suyo.

Sobre el duelo ante los polacos, parece que Kylian Mbappé podrá disputar sus primeros minutos tras el golpe sufrido en la nariz, siempre jugando con una máscara, y que Deschamps repetirá el equipo de la segunda jornada. Será un encuentro especial para Robert Lewandowski. El delantero del Barcelona no pudo disputar la primera jornada y fue suplente en la segunda, donde su selección cayó ante Austria. Ya sin opciones de pasar a octavos, el capitán de Polonia intentará estrenarse en el torneo y despedirse con un buen sabor de boca.

En el otro encuentro del grupo, Austria, que ya se lo hizo pasar muy mal a Francia, quiere exprimir ante Países Bajos sus opciones de estar en octavos. Un empate le haría sumar cuatro puntos y le daría el pase, aunque el rival no es el mejor para la tarea. Los de Koeman son conscientes de que necesitan ganar para ser primeros de grupo.

Encontrar fútbol y tranquilidad

También llega Inglaterra al final de la fase de grupos con urgencias. No sólo necesita sumar ante Eslovenia para asegurarse la primera plaza del grupo y un cruce más placentero sino disipar la desconfianza que ha generado su juego y calmar las críticas a la propuesta de Gareth Southgate, en la diana de medios, aficionados y hasta de ex jugadores. Necesita la selección ganarse el respeto con el que pisó Alemania hace sólo una semana con la vitola de favorita al triunfo.

En el primer partido ante Serbia apareció Jude Bellingham para encarrilarlo pese al colapso del segundo tiempo. A los Three Lions les faltó fútbol para pisar el área y algunos de sus principales futbolistas, como Phil Foden, acabaron ahogados en el puzle que armó el seleccionador.

Nada extraño si en la medular como escudero de Declan Rice aparece el lateral derecho del Liverpool, Alexander-Arnold, un invento de Southgate que ha generado un aluvión de críticas y que él mismo ha enmendado durante los partidos. Para este duelo podría cambiar y alinear a Conor Gallagher o incluso retrasar a Bellingham.

El seleccionador inglés, Gareth Southgate.

El seleccionador inglés, Gareth Southgate.A. DENNISAFP

La marejada no acaba ahí. Y es que la convocatoria del técnico pross se considera por medios y hasta por ex jugadores Gary Lineker y Alan Shearer como desequilibrada, con muchos jugadores jóvenes como Adam Wharton (20 años) o Kobbie Mainoo (19 años) y la falta de algunos perfiles más concretos que puedan contribuir a que todo el talento que se acumula en las botas de los jugadores ingleses acabe por aflorar en un terreno juego.

El foco también está en puntales como el capitán Harry Kane, a quién Lineker le ha pedido más exigencia y más contribución al juego de ataque, algo que no ha gustado al goleador del Bayern. «Inglaterra no ha ganado nada desde hace mucho, mucho tiempo. Muchos de esos jugadores también formaron parte de eso y saben lo duro que es. Yo nunca faltaría al respeto a ningún ex jugador. Lo único que les diría es que recuerden lo que es vestir esta camiseta», respondió. Un aviso de que no hay calma sin victoria clara.

El desafío de Pedro Rocha en presencia de Del Bosque: “Sé que no va a pasar nada”

Actualizado Lunes, 24 junio 2024 - 23:38

Ferran quiso convertir el duelo ante Albania en plácido en 13 minutos. La unidad B de España cumplió con la misión encomendada y, pese a sustos de Asllani y Broja que salvó David Raya, las miradas podían dirigirse al palco. Allí emergió la figura de Vicente Del Bosque. El CSD quería que fuera la cara de España en esta Eurocopa, pero su presencia no se ha dado hasta el tercer partido, con el equipo en octavos. «Tenemos que confiar en esta selección, luego pasará lo que pase, pero tiene muy buena pinta», advirtió antes de acordarse de 2008: «Entonces hubo buenas sensaciones, mucho descanso hasta octavos y fijaos cómo acabó».

Su llegada a Alemania ocurre unos días después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) proponga una sanción de seis años para Pedro Rocha, el actual presidente de la RFEF. Si se hace firme, no podrá presentarse a las elecciones. «Sé que no va a pasar nada. No se puede sancionar a una persona por estos motivos», confesó. aparentemente tranquilo, Rocha en el palco, donde presidió el partido. El extremeño, en la fila de las máxima autoridades; el campeón del Mundo y de Europa como técnico, tres más abajo. El apoyo de la UEFA mantiene a Rocha firme como jefe de expedición de España, aunque por primera vez apareciera el elegido por el Gobierno para mantener al fútbol español alejado de los escándalos.

Para saber más

Del Bosque es presidente de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación, pero ni la Federación, ni tampoco la UEFA, le reconoce esa representatividad. Aún así, el peso del ex seleccionador nacional campeón del mundo en 2010 y de Europa en 2012 no pasó desapercibido y su imagen, por un segundo, apareció en los videomarcadores con las últimas notas del himno nacional. También fue a buscarle el ex seleccionador de Portugal, Carlos Queiroz, que se saludó con Deco y Marcos Senna, que tampoco se perdieron el duelo.

Le gustó al portugués, director deportivo del Barça, ver cómo Ferran se transforma cuando se pone la camiseta de España. Quizá no tanto por el papel que le puede hacer a Hansi Flick para la próxima temporada como por la caja que pueden hacer si se concretara un traspaso.

Instinto

El valenciano mostró, una vez más, que su instinto goleador aparece... si tiene minutos. Ante Croacia, pese a la goleada, fueron cuatro. Con Italia, 19. En 13 ante Albania soltó un zurdazo a la base del poste para abrir el marcador y lograr su vigésimo gol con la camiseta nacional.

Si bien marcó en el amistoso ante Andorra, su último tanto con España en partido oficial lo hizo el 19 de noviembre, en el duelo de clasificación ante Georgia (3-1). Y es que una lesión le impidió ir convocado en la ventana de marzo. Eso significa que marcó en su último partido y en el de regreso. El Tiburón no falla con la camiseta nacional y ésa es la razón por la que De la Fuente, sin considerarlo titular, sí vio en él un arma interesante.

Como socio tuvo uno de lujo. Jesús Navas, con el brazalete de capitán, se convirtió anoche en Düsseldorf en el jugador más veterano de España que participa en la fase final de un gran torneo. Eso dice su DNI, porque en el campo no se le notan los 41 años. A la carrera es imparable y mantiene un guante para colocar la pelota en el corazón del área. Eso le aplaudían Rodrigo, Ayoze y Nacho. Por sanción y por molestias ni siquiera se vistieron de corto.

"Todos vamos a sufrir"

Evitaron así hacer el calentamiento que, por primera vez en esta Eurocopa, preparó el staff de De la Fuente para los suplentes. Lo que suele verse al final de los partidos para activar a los que se han pasado los 90 minutos en le partido, ayer se vivió como calentamiento. No permitió el seleccionador relajarse por mucho que el trabajo esté hecho. Tampoco a los del banquillo, porque cuando Albania quiso apretar, hizo saltar a Fermín, buscando revolución, y Le Normand, Morata y Yamal para asustar.

"Se lo digo a ellos en privado y lo digo en público: son los mejores. Si seguimos en esta humildad y con esta unión, podemos mirar al futuro con optimismo", decía después Luis de la Fuente. "Hay muchísima igualdad, no va a ser fácil como no han sido fáciles los partidos hasta ahora. Todos vamos a sufrir", cerró.

Armando Broja, orgullo nacional por Albania cazado con Big Data

Actualizado Domingo, 23 junio 2024 - 22:26

Albania tiene una población de tres millones de habitantes en su territorio natural y el triple fuera. La caída del régimen comunista y el fin de los 40 años de dictadura de Enver Hoxha provocaron a mediados de los 90 el exilio de millones de albaneses en busca de libertad y mejores condiciones de vida. Ahora, con un pie en la Unión Europea y descubierta como paraíso natural, luce un orgullo que también se refleja en la Europa. El camino lo inició Gianni de Biasi en 2016 y quiere completarlo Sylvinho sumando ante España los puntos que necesita para estar en octavos de final.

El camino no ha sido fácil. Albania se ha construido desde cero peinando el mundo en busca de futbolistas hijos de ese exilio masivo. El Big Data y el departamento de scouting que creó y lidera el italiano Alarico Rossi han sido claves. Cualquier jugador de origen albanés que apareciera en los 48 mejores campeonatos del planeta era cazado por un algoritmo, seguido por el departamento de análisis y captado si el seleccionador le veía potencial. El 73% de los jugadores que estarán en el Arena de Düsseldorf buscando hacer historia no han nacido en Albania: sólo siete de 19, lo que convierte a esta selección en una auténtica torre de Babel.

Pese a la perfección que roza este sistema , casi se le escapa su jugador más valorado. Xhevahir y Bella Broja cambiaron Albania por Inglaterra y en Slough nació en 2001 Armando. Captado por ocho años por la cantera del Tottenham, pronto fue tentado por el Chelsea. El talento natural se lo vio su padre, y se lo trabajó. «Me ponía vídeos del brasileño Ronaldo para que viera sus movimientos», contaba el jugador a los medios oficiales del Chelsea. Pero no se quedaba ahí sino que se empeñó en preparar a un atleta. «Aunque venía tarde de trabajar, cuando llegaba me ponía correr. Cuando estaba cansado me decía: 'otra vuelta más, porque la defensa querrá cogerte'. Por eso siempre digo que el 50% de mi éxito es de mis padres».

Pese apuntar a buen delantero talentoso, Inglaterra no puso sus ojos en él. Nunca le llamó en categorías inferiores así que, otra vez, Xhevahir ideó un plan tras la llamada de la federación albanesa. «Con 15 años fui a probar, pero me dijeron que no era lo suficientemente bueno. Con 17, mi padre me dijo que me pensara ir otra vez. No quería, pero estaba en mi cabeza demostrar que se habían equivocado», recuerda el jugador. Y así ocurrió. Llegó el reconocimiento del error y el momento de la decisión, que no costó. «He crecido en Inglaterra, pero estoy muy orgulloso de ser albanés. Cuando acabe mi carrera quiero que mi nombre perviva, por Albania y por mi padre», asegura. Es una sensación compartida por el resto del vestuario, criados en la cultura albanesa de sus familias en entornos extranjeros. Orgullo nacional y apoyo incondicional de los hinchas son clave. «Aunque las cosas te salgan mal, ellos de apoyan», reconoce Broja. En Alemania, donde hay censados casi 70.000 albaneses, se ha notado.

Una lesión grave

Broja ha necesitado ese apoyo en los últimos dos años. De hecho, había muchas dudas de que pudiera estar en este campeonato. El Chelsea aún no le ha encontrado sitio y ha pasado por cesiones al Vitesse y Southampton.

Con la salida de Tuchel en septiembre de 2022, su sustituto Graham Potter volvió la vista al canterano pero, en un partido amistoso durante el Mundial de Qatar, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha. «Fue el peor momento de mi vida, pero me ha hecho más fuerte», recuerda. Una larga recuperación y una cesión al y, la pasada temporada al Fulham -aunque sonó como refuerzo invernal del Sevilla- le han traído a Alemania a jugar un papel menos protagonista de lo esperado.

Fue titular en el primer partido ante Italia y, en los 77 minutos que jugó, no logró tirar a puerta ni una sola vez. Eso sí, vio una tarjeta amarilla que le mantiene apercibido. Quizá por eso, o no, Sylvinho no lo alineó ni un minuto en el césped ante Croacia. Esta noche, frente España será un valioso recurso para dar un paso más con una clasificación histórica para octavos de final.

Akanji, el líder matemático que impulsa al enemigo criado en Alemania

Actualizado Sábado, 22 junio 2024 - 22:18

No acapara demasiadas miradas, no es amigo de los aspavientos y prefiere siempre aguardar un observador segundo plano a que llegue su oportunidad. La aprovecha, pero no la reivindica. Manuel Akanji (Neftenbach, 1995) evalúa siempre las alternativas que tiene cada vez que la pelota entre el juego y suele saber elegir. Es lo que un departamento de Recursos Humanos no dudaría en denominar líder silencioso. Ése es el papel que juega en la selección de Suiza, en las antípodas del capitán Granit Xhaka, pero con el mismo respeto.

Esa consideración se la ha tenido que ganar peleando cada paso de su carrera en la que ha ganado 11 títulos partiendo de este perfil bajo, menos preocupado en que estaba siendo subestimado que en mejorar. No han sido pocos los obstáculos. El primero, ser un niño delgado y bajito. Hijo de un futbolista amateur de origen nigeriano y con una brillante carrera en el mundo de las finanzas, su destino estaba pegado a una pelota. Podía haber sido de tenis porque Isabel, su madre, fue tenista profesional, pero ganó el fútbol, tanto que Manuel tiene como segundo apellido y nombre de guerra Obafemi, en homenaje al potente jugador del Inter Martins. En nigeriano ese nombre significa «coronado por los dioses» y explica por qué Akanji se pasó sus primeros años en la Bundesliga luciendo una corona en su apurado corte de pelo.

Ese fue el principio de su explosión. Antes tuvo que apretar los dientes. El cuerpo de aquel niño que aún no había pegado el estirón se transformó a los 16 años y el Basilea puso sus ojos en él. Sin embargo, Paulo Sosa, entonces el entrenador, no le veía futuro en la Superliga. No fue el único revés, porque con 20 años se rompió el cruzado. «Eso me ayudó a ser humilde y trabajar duro», ha relatado en muchas entrevista. Le quedó eso y una leyenda tatuada en la piel: «Demuéstrales que están equivocados».

Manuel peleó por volver al fútbol, a brillar en el Borussia Dortmund y a liderar una selección que como Sub-20 sólo le convocó una vez. Esta noche ante Alemania jugará su partido 60 como internacional. Nada ha apartado de su objetivo a un futbolistas que Pep Guardiola quiso en el City y se asombró de su inteligencia. «Es un placer entrenarle. Hay jugadores que necesitan diez sesiones para entender lo que quiero. A él con una le basta», cuenta el técnico español, que lo ha colocado de central, de lateral y hasta en el centro del campo. «No he jugado tres partidos seguidos en la misma posición», bromeaba al final de esta temporada en la Premier. Es un comodín que hasta responde con goles, pero en un equipo plagado de estrellas nunca se gira el foco hacia él. Tampoco le importa.

Inteligencia en el campo

La inteligencia que muestra en el campo le viene de fuera. Brillante en las matemáticas, fue más rápido resolviendo operaciones que una calculadora en un reto al que le sometieron en la televisión suiza hace unos años. «De pequeño disfrutaba haciendo sumas de cabeza, y me di cuenta de que me salía bastante bien. Pero no soy un genio, ellos pueden hacer multiplicaciones mucho más grandes, que llegan a los millones. Ellos están en otra liga».

La suya es el fútbol y un componente de activismo en el que se apoya en una de sus dos hermanas, Sarah, que jugó al fútbol, es activista por los derechos de las futbolistas y concejal en Zurich, además de tener una ONG que apoya proyectos para el desarrollo de la infancia en Nigeria.

Pese a que Xhaka es el gran agitador de Suiza, nadie duda de que Akanji es la pieza esencial, como esta noche en el duelo ante Alemania. Es la anfitriona y juega de local en todos los estadios de esta Eurocopa. Le sigue Turquía por el apoyo que tiene en la grada, pero mirando sólo al campo, Suiza es otra selección que se siente en casa.

Sólo ocho de los 26 convocados no ha pasado por alguna de las ligas alemanas. Xhaka lidera el ataque del Leverkussen, Kobel guarda la portería del Dortmund y Sommer o Breel Embolo, amigo íntimo de Akanji, pasaron por el Bayern o el Schalke. Para todos ellos, pisar el Arena de Frankfurt no es novedad.

Las nuevas generaciones se quedan en la Liga suiza o abren sus mercados a Italia, alguno a la Premier y a Francia. El germano ha dejado de ser el predilecto, aunque sigue pescando en Suiza. Esa amistad puede significar que vayan de la mano a los octavos de final.

Portugal se da un festín ante una frágil Turquía que renunció a Arda Güler

Actualizado Sábado, 22 junio 2024 - 20:24

Portugal acelera. Es el plan que está en la cabeza de Roberto Martínez desde el mismo momento en que logró la clasificación: crecer en la propia competición, cuando los caminos se empinan y «el fútbol tiene que dar soluciones». No aparecía en la lista de grandes favoritas, no se le daba a Cristiano Ronaldo un papel de estrella principal. Pero no importó. A pesar de que sufrió en el estreno, el guión está marcado y lo siguió al pie de la letra sin ni siquiera tener que pisar el acelerador.

El infierno turco en Dortmund lo apagaron los navegantes portugueses en un abrir y cerrar de ojos. Dispuestos a jugar casi de tú a tú empujados por una grada entregada, fueron cometiendo errores que les costaron muy caros. Si bien es cierto que sujetar el fútbol de Portugal es una tarea titánica, ir a buscarlos al centro del campo y dejar kilómetros a la espalda de una defensa cómica puede ser suicida.

Un minuto le costó a Rafael Leao cogerle la espalda a Çelik, asociarse con Bernardo Silva y ver cómo aparecía para rematar al segundo palo Cristiano Ronaldo. El capitán está ávido de gol para coronar su sexta Eurocopa y el partido se fue dibujando para que pudiera conseguirlo. No fue ese, pero sí otro hito.

Deshizo Roberto Martínez el experimento de colocar a Joao Cancelo en la medular. Le dejó corretear con cierta libertad, pero en la banda derecha. En Palinha como escudero de Vitinha encontró el equilibrio y Portugal fue muy sólida ante las carreras de los turcos buscando contras. El peligro, a falta de Arda Güler que no fue titular, lo generó Aktürkoglu, el extremo del Galatasaray buscando el carril que, de vez en cuando, dejaba libre Cancelo. Su primer remate fue forzado, al segundo, a centro de Kökçu no llegó por un suspiro. Quería Turquía crecer y sumar para verse en octavos, pero Portugal no estaba incómoda.

Las contras las frenaban Ruben Dias y un esplendoroso Pepe, el abuelo de la competición con las piernas rápidas para barrer rivales cuando era necesario. Los turcos corrían cuando lograban tener la pelota, que no fue mucho; Portugal la hacía correr. Especialmente por la banda izquierda, con Leao y Nuno Mendes como una sociedad letal. Por ahí llegó el gol. Lo lanzó el atacante del Milan, lo buscó hasta la línea de fondo el lateral del PSG y se lo sirvió a Bernardo Silva para que lanzara un zurdazo imparable. Sin excesivo esfuerzo, Portugal tenía el encuentro en sus manos y no tardó en agarrarlo con fuerza en la jugada más tonta de esta Eurocopa.

Error grosero

Dos jugadores de Turquía, su central Akaydin y el meta Bayindik quedarán marcados para siempre. Un robo de Cancelo, un error al buscar a Cristiano, que la quería a pie y el lateral se la puso al espacio, y la fácil recuperación de Akaydin acabó en desgracia: cesión atrás al portero sin ver que había salido y balón avanzó llorando a puerta vacía. Vibró el reloj del alemán Felix Zwayer y no hubo dudas. Discutían Ronaldo y Cancelo, se recriminaban el error los turcos. Pero el partido ya estaba inclinado sin remedio y el Muro del Westfalia, vestido de rojo, helado.

Miró Roberto Martínez al banquillo y echó mano de Neves y de la electricidad de Pedro Neto mientras la solución se la gritaban a Montella desde la grada: Arda Güler. Ya que el duelo parecía imposible, nadie en Dortmund quería quedarse sin ver al nuevo ídolo turco que, pese a la fatiga muscular, saltó al césped en el minuto 69.

Para entonces, Turquía ya había encajado un gol más. Un balón al espacio que dejaba a Cristiano mano a mano en el corazón del área contra Bayindik. Entonces apareció el otro yo del Balón de Oro, el que creado el técnico español y el que justifica que sea un futbolista omnipresente en el once de Portugal. Podía haberla empujado y haber logrado el reto de marcar en cada una de las seis Eurocopas que ha disputado. Pero no, eligió regalarle el gol a Bruno Fernandes, que asomaba solo en el punto de penalti. Un gesto, un abrazo, que cierra heridas y acalla debates. Además, tiene premio, porque convierte al astro portugués en el jugador con más asistencias, ocho, de la historia de la competición igualando al checo Poborsky.

No en vano es la estrella y así lo viven en cada campo, donde burlan la seguridad una decena de aficionados y saltan al césped para hacerse fotos con él en cada partido.Turquía, tan alucinada como noqueada aun con Güler en el campo, sólo podía mirar.

Esta Eurocopa grita gol: récord histórico en la primera jornada, el desafío de marcarse en propia puerta y el adiós al 0-0

Actualizado Viernes, 21 junio 2024 - 22:12

Tener entrada para un partido de esta Eurocopa de Alemania ha garantizado hasta el momento haber podido gritar algún gol. Puede que no fuera de tu equipo, pero nadie se ha quedado sin ver al menos una celebración de los jugadores en el campo. La competición está dejando goles, tanto es así que en los primeros partidos de la fase de grupos ya se batió un récord. Los 12 encuentros acabaron con 34 goles, por lo que superaron en seis a los logrados en esa primera jornada en la Eurocopa de 2020, en la que se marcaron 28 y se superó la cifra máxima de 24 que se logró en 2000 en Bélgica y Países Bajos. En Francia 2016 fueron 22 y en 2012, con ocho equipos menos en Polonia y Ucrania, fueron 20.

Quizá fue una premonición que el duelo inaugural entre Alemania y Escocia acabara con un abultado marcador de 5-1, al que siguieron las goleadas de España (3-0), Suiza (1-2), Rumanía (3-0) y Turquía (3-1). Ningún encuentro de la primera jornada acabó sin goles, aunque es cierto que hubo tres partidos con resultados cortos de 1-0 (Serbia-Inglaterra, Bélgica-Eslovaquia y Austria-Francia) y cinco selecciones (Croacia, Serbia, Ucrania, Bélgica y Austria) se quedaron sin ver puerta.

Quién y cómo se han marcado los goles merece también un análisis que puede acabar estableciendo otros récords. En primer lugar, ningún jugador marcó más de un gol en su primer partido. Algunos con sólo uno inscribieron su nombre en la historia. Lo hizo el albanés Bajrami al marcar el gol más rápido a los 23 segundo de comenzado su duelo con Italia. También el turco Arda Güler, que se convirtió en el goleador más joven. Precisamente otro anotador de ese partido también fue protagonista pese a la derrota. Mikautadze, delantero del Metz francés, marcó el primer gol de su pais en una Eurocopa.

Fue uno de los pocos delanteros que vio puerta en la primera jornada, porque quienes están llamados a ser los arietes de sus equipos sólo marcaron seis de los 34 goles, lo que supone un 17,6%. Y es que muchos llegaron desde fuera del área. En concreto ocho, casi un cuarto de los goles (24,5%).

Goles que no querían marcar

También marcaron defensas, algunos en su propia portería. Este dato también lleva camino de récord. Sólo en la primera jornada se marcaron tres sin querer: Rüdiger para Escocia, Wöber para Francia y Hranac para Portugal. En el arranque de la segunda jornada serían Calafiori quien batiera a Donnarumma para España y el albanés Gjasula para Croacia. En total, cuando aún no se ha llegado al ecuador de la primera fase ya suman cinco y la cifra máxima fue de diez en todo el torneo de 2020.

En juego está también quién recoge el cetro de Patrick Schick y Cristiano Ronaldo como máximos goleadores. Los dos, con cinco goles en la anterior edición del torneo, se enfrentaron en la primera jornada sin que ninguno lograra marcar. De momento es el alemán Musiala quien se ha destacado con dos tantos.

Cinco goles es la media que vienen consiguiendo los pichichis europeos. Fueron los que lograron el serbio Milosevic y el neerlandés Patrick Kluivert en 2000, los que marcó el checo Milan Baros en Portugal en 2004 y uno más de los logrados por David Villa en Austria 2008 y dos más que Fernando Torres cuatro años después en Polonia y Ucrania.

El caso de los atacantes españoles es único en este siglo, porque fueron Bota de Oro y campeones de Europa. El resto no lo han logrado. Cristiano Ronaldo marcó tres tantos en la única Eurocopa que ganó con Portugal, en Francia 2016), y otros tres su compañero Nani, pero fue Antoine Griezmann, con seis dianas, el máximo goleador.

Por detrás, con tres goles, además de los dos portugueses, quedaron los franceses, finalistas, Payet y Giroud, Gareth Bale y Álvaro Morata. De todos ellos, sólo Cristiano Ronaldo, que además tira penaltis, Griezmann y Morata tienen posibilidad de repetir en el podio de goleadores este año.

Shaparenko y Yaremchuk rescatan a Ucrania y ponen contra las cuerdas a Bélgica

Actualizado Viernes, 21 junio 2024 - 17:35

Shaparenko hizo volar una pelota como si con ella construyera un escudo para proteger de las bombas su casa en Velyka Novosilka, la zona cero de la guerra y arrasada por los rusos. La recogió la bota de Yaremchuk para, ante la pasividad de Skriniar y las incomprensibles dudas de Dubraka, enviarla al fondo de la red custodiada por una grada en amarillo y azul entregada. Ese gol le daba a Ucrania daba la primera victoria y la vida en un grupo muy igualdo donde Eslovaquia había salido respondona.

Los italianizados de Calzone vencieron a Bélgica y encarrilaron el partido, y parecía que los octavos, con suma facilidad. Esta vez Lunin vio desde el banquillo cómo al meta del Benfica Trubin le cercaban los eslovacos. Un disparo cruzado de Schranz y una falta directa de la lateral Hancko, en quien ha puesto sus ojos el Atlético de Madrid, avisaron a Ucrania de que tenía que espabilar. Un centro que no pudo cazar Dovbyk fue todo su peligro antes del gol de Eslovaquia. Nació de un saque de banda de Hancko buscando la carrera del veloz Haraslin en la banda izquierda que, sin pensar, la puso al segundo palo donde apareció Schranz. Calzone ya tenía la ventaja que buscaba para jugar como ante los belgas, aparado en el orden defensivo.

Ucrania o reaccionaba o preparaba las maletas. Envolverse en la bandera, tener a Shevchenko en el palco y ver cómo los estadios por los que pasa se tiñen de azul y amarillo no es suficiente. Necesitaban fútbol y goles. Apareció Mudryk, tan atolondrado como en el Chelsea, tuvo un mano a mano con Dubraka y otro Dovbyk, más fallón que en el Girona, que evitaron entre Pekarik y Skriniar. Ucrania, con el peso de la responsabilidad, crecía a trompicones y le dio para que Tymchyk estrellara un tiro cruzado en la base del poste y que Trubin atajara un disparo de Haraslin.

El paso por el vestuario espoleó a los ucranianos, que se merendaron a Eslovaquia durante muchos minutos. Pensaba Calzone en que la victoria permitía pactar el pase a octavos con Rumanía cuando Dovbyk vio escaparse a Zinchenko por la banda izquierda para asistir al punto de penalti a Shaparenko, que no tembló para igualar el marcador y acabara con las cuentas de la lechera del italiano.

Ese gol fue deshaciendo a Eslovaquia, que perdió a Hancko por lesión y se vio sometida. Y eso que Rebrov miró a su banquillo y no tembló el pulso para sentar al capitán Yarmolenko y al pichichi Dovbyk. El ex del Valencia tuvo una contra perfecta con Mudryk que acabó rozando el poste porque salvó Dubraka. La siguiente ya no pudo. Volvió a aparecer Shaparenko para hacer llover un balón que Yaremchuk convirtió en el gol de la victoria. Estalló el estadio en Dusseldorf en gritos de ¡Ucrania, Ucrania! que no sólo eran de ánimo, sino de orgullo de pertenencia.