La selección aplaza su viaje a Elche por culpa de la dana Alice

La selección aplaza su viaje a Elche por culpa de la dana Alice

La selección española viajará a Elche para disputar su partido contra Georgia el sábado, el mismo día del choque, debido a la alerta roja por lluvias extremas que Protección Civil, en previsión de la dana Alice, ha decretado en la provincia de Alicante para los próximos días.

La UEFA ha autorizado este cambio, permitiendo al equipo ofrecer la rueda de prensa previa en Madrid este viernes. La normativa indica que esa comparecencia debe ser en el escenario del partido, en este caso el Martínez Valero, pero ante la alerta, la Federación pidió a UEFA que hiciera una excepción. A última hora de este jueves llegó.

Por la mañana, un mensaje a los móviles advertía a la población de la zona de que evitase en la medida de lo posible los desplazamientos, algo en lo que ha insistido el Ayuntamiento de Elche.

Así las cosas, la selección viajará el mismo día del tercer partido de clasificación para el Mundial 2026. El equipo de De la Fuente es líder con seis puntos tras los dos primeros partidos.

La intrahistoria de la polémica con Lamine Yamal: una inyección, un baile de fechas, una llamada y una 'molestia' inesperada

La intrahistoria de la polémica con Lamine Yamal: una inyección, un baile de fechas, una llamada y una ‘molestia’ inesperada

Primero, lo que se sabe. Lamine Yamal, el segundo mejor jugador del mundo según el Balón de Oro, estuvo con la selección española entre el 1 y el 7 de septiembre. En esa semana, el jueves 4 jugó contra Bulgaria (73 minutos) y el domingo 7 contra Turquía (79). Regresó a Barcelona el lunes 8. El sábado 13, el técnico del Barça, Hansi Flick, sale muy enfadado a rueda de prensa y acusa a Luis de la Fuente de no cuidar a los jugadores, pues dice que Lamine se fue con molestias y que le hicieron jugar igual. Se anuncia la baja del chico por molestias en el pubis. Reaparece el día 28 contra la Real Sociedad y es titular el miércoles contra el PSG. Ayer, De la Fuente le convoca. Tres horas después, el Barça dice que ha recaído de su lesión y que es baja para dos o tres semanas. Ahora, lo que no se sabe. O lo que se sabe a medias.

En septiembre, después del primer partido contra Bulgaria, Lamine le dice a los doctores de la selección que le duele un poco la espalda. Como no parece nada serio, le pinchan en el culo un analgésico para el partido contra Turquía, donde el 19, por cierto, ofrece un recital de velocidad, regates y conducciones. Sin decirle nada más a nadie, regresa a Barcelona el lunes 8. El equipo azulgrana tiene entrenamientos miércoles, jueves, viernes y sábado de esa semana. Lamine se ejercita con normalidad o, al menos, no hay ninguna comunicación, ni oficial ni oficiosa, en todos esos días sobre que Lamine sufra problemas físicos. Ni en el pubis ni en ningún sitio.

Es más, el viernes 12, por la tarde, Adidas presenta las primeras botas personalizadas del chico, y en la nota de prensa se lee que las estrenará «en el partido contra el Valencia del próximo domingo», es decir, el día 14. Antes, el sábado 13, es la explosión de quejas de Flick. El baile de fechas extraña en la Federación. Si volvió el lunes 8 a Barcelona y, teóricamente, pudo entrenar tres días antes de conocerse la lesión... Si además Adidas, 12 horas antes de la rueda de prensa de Flick, mantiene la presentación de sus botas... Una lesión, además, que es en el pubis, y no en la espalda, que era de lo que se tenía noticia en la selección. «Las fechas no cuadran», deslizan en Las Rozas.

Lamine, en Montjuïc.

Lamine, en Montjuïc.Alejandro GarciaEFE

Total, que el chico está tres semanas sin jugar y reaparece el pasado domingo contra la Real, jugando el segundo tiempo. El miércoles, contra el PSG, completa todo el partido. Así que el jueves, los doctores de la selección, Claudio Vázquez y Óscar Celada, hacen la ronda telefónica con sus colegas de los equipos para preguntar verbalmente por todos los que están en la pre-lista. En la ronda de antes de ayer, por ejemplo, en la conversación con el médico del PSG les cuenta que Fabián Ruiz no está para jugar por sus problemas musculares en la pierna izquierda. Con esa información, De la Fuente no le llama. El médico del Barça, Lucas Gómez, transmite a los médicos de España que Lamine está fatigado, pero en ningún caso lesionado, y que si todo iba normal, podría estar en Sevilla mañana. Con esa información, De la Fuente sí le llama.

Y ayer, en cuatro horas, se arma la marimorena. De la Fuente respondiendo a Flick, no queriendo explicar en público los detalles de la concentración de septiembre, y el Barça, cuatro horas después, dejando al personal boquiabierto anunciando que Lamine había recaído de su lesión, que no jugaría en Sevilla y que no podría ir con España. ¿Tiempo de baja? Impreciso. «Entre dos y tres semanas». Dos semanas es justo lo que falta para que se reanude la Liga.

En Las Rozas, donde estaba todo el staff del equipo nacional, los ojos se abrieron como platos. «Ahora tendrán que hablar los doctores», explicaban fuentes cercanas al equipo, aludiendo a que, según los protocolos habituales, no basta con un comunicado para dar por lesionado a un futbolista. La Federación podría optar por hacer venir a Lamine el lunes, pero no parece que vaya a hacerlo. Sería aumentar un lío ya de por sí bastante gordo que podría tener próximos capítulos. Y el Mundial está, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Bueno, casi.

Monumental lío con Lamine: De la Fuente le convoca y tres horas después el Barça comunica que el jugador está lesionado para dos semanas

Monumental lío con Lamine: De la Fuente le convoca y tres horas después el Barça comunica que el jugador está lesionado para dos semanas

Este viernes el nombre del día es Lamine Yamal.

Primero, un breve recordatorio: el jugador del Barça, en los partidos de septiembre con la selección, terminó lesionado en el pubis. En la Federación dicen que ellos de ese pubis no saben nada, y que lo único que hicieron fue infiltrarle de cara al segundo partido para evitar unas molestias que tenía en la espalda. Total, que luego Hansi Flick criticó a De la Fuente ("no cuida a los jugadores", dijo) y este viernes, De la Fuente había vuelto a convocar a Lamine, ya recuperado, para los partidos de la próxima semana. Pero, de repente, el Barça ha comunicado que el chico ha recaído de su lesión y que estará dos semanas de baja (entre dos y tres). Justo el tiempo que dura el parón de selecciones.

Según el comunicado del club azulgrana, Lamine volvió a resentirse de sus molestias en el pubis después del partido contra el PSG, que se disputó el pasado miércoles. Entre el miércoles y las cuatro y media de la tarde de este viernes nada se sabía de esas molestias. Pero el día ya venía marcado por Lamine.

Sobre él había girado casi toda la rueda de prensa, donde hubo momentos de alta tensión. Fueron media docena las preguntas que tenían como protagonista al futbolista del Barça. En su momento, Flick dijo que el técnico español no cuidaba a los jugadores. "Me sorprendieron esas declaraciones porque él ha sido seleccionador, pensé que tendría más empatía, pero ya está. No hay caso", quiso zanjar De la Fuente, que no lo consiguió.

"Siempre cuento la verdad"

Sigue habiendo cruce de acusaciones entre las partes. El Barça dice que Lamine viajó en septiembre con molestias y que le hicieron jugar infiltrado los dos partidos. La Federación no da detalles en público, pero niega que no cuidase al jugador. "Aquí siempre riesgo cero", insiste el técnico. "Yo siempre cuento la verdad", cerró el técnico, que tuvo un rifirrafe con un periodista por este asunto.

Antes de todo el lío, cuatro rostros conocidísimos (Carolina Marín, Pablo Alborán, Ibai Llanos y Ricky Rubio) han sido los encargados este viernes de dar a conocer la lista de convocados de la selección española para sus próximos partidos. ¿El motivo? Son cuatro personas que han hablado abiertamente acerca de la salud mental, y como el próximo día 10 se celebra el día internacional de eso, de la salud mental, la Federación ha querido que fueran ellos los que ofreciesen una lista con dos novedades y una ausencia llamativa: Marcos Llorente y Pablo Barrios traen a España el bueno momento del Atlético de Madrid y Álvaro Morata, del que no consta lesión, no aparece.

Por matizar: España juega el sábado 11 en Elche contra Georgia y el martes 14 contra Bulgaria en Valladolid. Si gana, tendrá casi en la mano el billete para el Mundial del próximo verano. Lo más llamativo, sin duda, es la ausencia del capitán. Morata, que venía jugando más o menos con regularidad en el Como (en el último duelo, eso sí, apenas estuvo un minuto en el campo), no está en la citación.

Tampoco Laporte

Por lo demás De la Fuente, que es quien decide la citación, no ha improvisado mucho. Ante la ausencia de Dani Carvajal vuelve Llorente y ante las bajas en el centro del campo (Fermín, Gavi, Fabián Ruiz) entra Barrios. También estaba Lamine Yamal, que se lesionó en septiembre y hubo bastante lío con el Barça por ello. Y es correcto el pasado en el tiempo verbal porque pocas horas después se supo que el extremo estará otras dos semanas de baja por haber recaído de su lesión de pubis, la que teóricamente se produjo con España.

Tampoco está Aymeric Laporte pese a que ya ha comenzado a jugar en el Athletic. Era una de las dudas del seleccionador, que confía mucho en el central. Y ya se sabía la ausencia de Nico Williams, el otro que se lesionó en la ventana de septiembre y que, él no, todavía no ha pisado de nuevo la hierba.

LISTA DE CONVOCADOS

Porteros. Unai Simón, David Raya y Álex Remiro.

Defensas: Cucurella, Porro, Huijsen, Vivian, Cubarsí, Grimaldo, Marcos Llorente y Le Normand.

Centrocampistas: Pedri, Rodri, MIkel Merino, Dani Olmo, Alex Baena, Pablo Barrios, Aleix García y Zubimendi.

Delanteros. Ferran Torres, De Frutos, Jesús Rodríguez, Samu, Yeremi Pino, Lamine Yamal y Mikel Oyarzabal.

El enigma Morata: un penalti, una frase ambigua y un año incierto por delante antes del Mundial

El enigma Morata: un penalti, una frase ambigua y un año incierto por delante antes del Mundial

Casi todos los jugadores de la selección española tienen sus manías, sus supersticiones, antes de empezar los partidos. Álvaro Morata también. Y aunque los cambios en la Federación han hecho que en esta concentración de la Liga de Naciones faltase gente, empleados de la Federación, importantes para él, el capitán ha mantenido esas manías vía Whatsapp (ya se sabe: frases, mensajes, palabras concretas, etc...) mientras iba en el autobús camino de la semifinal ante Francia y de la final ante Portugal.

Su presencia en la competición que cerraba el curso para la selección fue testimonial. Jugó los últimos 10 minutos de la prórroga porque Mikel Oyarzabal apenas podía caminar del esfuerzo que había hecho. Y quiso el destino que, llegados a los penaltis, fuese él quien fallase el cuarto lanzamiento. Igual que ocurrió en las semifinales de la Eurocopa de 2021 en Wembley ante Italia, Morata falló.

Fue Luis de la Fuente el que le pidió que tirara, y en su gestualidad incluso camino de la pelota se podía intuir el desenlace. "Son cosas que pasan. El año pasado me tocó levantar la Eurocopa como capitán y esta vez he fallado el penalti. Me sabe mal por mis compañeros", expresó en la zona mixta del Allianz Arena, donde dejó también una de esas frases muy suyas "Seguro no hay nada, depende de muchas cosas. Las cosas hay que pensarlas con tranquilidad, pero claro que es una posibilidad que no esté en septiembre", anunció ya entrados en la madrugada del lunes.

Contrato hasta enero

No es la primera vez que dice esto. El año pasado, en una entrevista con este periódico 48 horas antes de la semifinal de la Eurocopa contra Francia, dijo textualmente: "Es probable que deje la selección tras la Eurocopa". De hecho, en su entorno lo daban por hecho, inmerso como estaba también en esa separación de su mujer que luego fue temporal. Sin embargo, nunca anunció su adiós. Esta tarde, en Madrid, estaba anunciada la presentación de su documental, donde quizás podría haber despejado esas dudas, pero el jugador ha cancelado la convocatoria.

Desde dentro (seleccionador, compañeros, etc...) le han pedido que no se vaya. Es un tipo importante para el grupo, y el Mundial está a un año vista. Dueño de 89 partidos con la selección, dueño de 37 goles (el cuarto máximo anotador de la historia, a uno de Fernando Torres), Morata tiene contrato con el Galatasaray hasta enero, y en función de lo que decida, en ese momento sería importante para él buscar un buen equipo que, en los cinco meses previos al Mundial, le permita jugar. Eso, si no dice adiós antes.

Porque su importancia dentro del campo ha disminuido, eso es una evidencia. La Liga de Naciones protagonizada por Oyarzabal en el puesto de delantero centro cierra un poco el debate en torno a esa posición del campo. Cierto que no es un delantero centro al uso, pero con dos asistencias el día de Francia y un gol en la final contra Portugal, más todo lo que aporta en la presión y en la salida de balón, ahora mismo le sitúan como el nueve fijo, por delante de otras opciones como Samu Omorodion, casi inédito en esta Liga de Naciones, o Dani Olmo, que también puede jugar ahí. Precisamente esa carestía ayuda a pensar que Morata puede continuar.

La versión gris de España (y de Lamine) pierde ante Portugal tras fallar Morata en la tanda de penaltis

La versión gris de España (y de Lamine) pierde ante Portugal tras fallar Morata en la tanda de penaltis

Al igual que hace dos años, España se jugó a los penaltis el título. Y, al contrario que hace dos años, lo perdió. Hace dos años, en Rotterdam, España comenzaba a fabricar un proyecto. Ayer, hoy, lo tiene perfectamente fabricado. Hace dos años, a Luis de la Fuente se le miraba de reojo. Hoy se le mira como lo que es, un buen seleccionador. España perdió ayer en los penaltis contra Portugal después de una noche discreta, encarnada como pocas veces por Lamine Yamal, desaparecido durante los 105 minutos que jugó. Esa versión gris de España pudo haber ganado el partido, pues le dio para ello, pero el ímpetu de Portugal, una selección mucho más hambrienta que la española, llevó la cosa hasta los penaltis, donde quiso el destino que Morata, que apenas ha jugado 10 minutos en toda esta Final Four, fallase el penalti que dejó a la selección sin algo único: haber sumado tres títulos consecutivos. [Narración y estadísticas (2-2, 5-3)]

No debería España, sin embargo, perder la perspectiva de lo que es: una de las mejores selecciones del mundo, un grupo que no va a ganar siempre todo, sólo faltaba, pero que va a estar siempre en disposición de hacerlo. Sin ir más lejos, el Mundial del año que viene, para el que inicia la clasificación en septiembre. España ha pasado de ser un tiro al aire, un equipo que podía ganar o perder con cualquiera, a ser un equipo que casi siempre gana. Aunque no siempre, claro. Sólo faltaba

Sería casualidad, o no, pero el caso es que el partido empezó un minuto y medio después de que Carlos Alcaraz se tirara al suelo de Roland Garros para celebrar su triunfo en un partido para la historia. Y no tiene este torneo, ni de lejos, partidos para la historia, apenas tiene de hecho historia, de modo que todo lo que ocurriera olía a mundano al lado de lo que acababa de suceder en París.

El lateral derecho

Ajenos a estas disquisiciones, españoles y portugueses se aprestaron a discutir por el título. De la Fuente repitió una maniobra que ya escenificó en los cuartos de final contra los Países Bajos. De un partido a otro, de jueves a domingo, cambió al lateral derecho y a un centrocampista. Lo del centrocampista era normal porque Fabián es muy titular en este equipo, pero lo del lateral derecho es la ejemplificación de que es ahí, en ese lugar concreto del campo, donde sin Dani Carvajal España tiene un agujero severo. Ahí, porque en la posición de delantero centro el debate, de momento, se aplaza.

Y se aplaza porque, al declive, quién sabe si definitivo, de Morata, se le ha opuesto el estallido de Oyarzabal. Ya no es que sea el máximo goleador de la era De la Fuente, que lo es. Ya no es que marque siempre en las finales, que marca. Es que además hace todo lo que se espera de un punta clásico. Tira desmarques, ahora de ruptura, ahora de apoyo, y en estos últimos descarga siempre bien. Así ocurrió en la jugada del primer gol, minuto 20, cuando se la dejó a Zubimendi para que su conducción, su apertura a la banda, el centro de Lamine y el barullo dieran paso a un pase a la red del propio Zubimendi.

A España le duró muy poco el alborozo pues Nuno Mendes (¡vaya futbolista!) empató cinco minutos después en una jugada donde España reclamó fuera de juego de Cristiano en el inicio. Ese empate en realidad era bastante justo, pues ningún equipo logró imponerse. Ni España a Portugal ni Portugal a España. Mirando en casa, se vio un equipo volcado hacia el costado de Nico, mucho más bullicioso que Lamine, irreconocible.

Momento del gol de Cristiano Ronaldo.

Momento del gol de Cristiano Ronaldo.AFP

Mirando al equipo de Roberto Martínez, sorprendió ver a Joao Neves de lateral derecho, una pequeña mentira del técnico español pues cuando tenían el balón, el jugador del PSG se metía en el centro del campo para crear superioridad. Aguantó España sin embargo ese trance (y ayudó lo suyo la poca faena defensiva que hace Cristiano) y sólo sufrió cuando los portugueses corrían. Andaba la cosa bastante calmada, con el descanso asomando por el Allianz, cuando España se puso por delante en un visto y no visto. Condujo Pedri la pelota a campo abierto tras un robo de balón y le puso un balón milimétrico a Oyarzabal, que remató como lo que es, un delantero centro. Portugal reclamó falta de Le Normand en el inicio de la jugada, pero el árbitro dijo que no.

A la vuelta del descanso España, entonces sí, agarró la pelota y se hizo fuerte con ella, ya con menos fuelle la presión lusa. Sin embargo, reapareció el gran ajugero negro que es el lateral derecho para que Nuno Mendes (¡vaya futbolista!), se deshiciera de Lamine y Mingueza sin mayores problemas y su centro, tras un rebote, lo enchufara Cristiano.

El gol animó a Portugal, pero la cosa se volvió a calmar. Entró Isco a falta de un cuarto de hora junto a Merino. Cristiano sacó la bandera blanca a falta de cuatro minutos y el partido se marchó a la prórroga. Allí, la cosa se fue apagando al punto que entró Yeremi por Lamine. Es un jugador (Lamine) al que es difícil quitar porque siempre puede inventarse algo, pero ayer no era su día. No lo fue nunca, desnortado, impreciso, fuera del partido. No era el día. Ni el suyo ni el de España, que no ganó, pero que sigue en disposición de hacerlo.

Ocho nonatos y adultos de 10 años: ¿dónde estaban los jugadores de la selección cuando debutó Cristiano?

Ocho nonatos y adultos de 10 años: ¿dónde estaban los jugadores de la selección cuando debutó Cristiano?

En Portugal juegan, entre otros, Ruben Dias, Vitinha, Leao, Neves, Conceiçao, Bernardo Silva... Pero en Portugal juega, sobre todo, Cristiano Ronaldo. A sus 40 años, cumplidos en febrero, arrastra el aura de la gran estrella que fue, y que de algún modo todavía es. Porque, a sus 40 años, esta noche será el capitán de Portugal, con la que ha jugado la salvajada de 220 partidos, marcando, otra salvajada, 137 goles.

Ayer, en la sala de prensa del Allianz Arena, desplegó al nuevo Cristiano. Dijo, atención, cosas como estas. "No creo mucho en los premios individuales como el Balón de Oro, porque sé lo que hay detrás". "En el fútbol, como en la vida, no siempre se puede ganar". "¡Boludo!" (esto bromeando con un periodista argentino). "A Messi le tengo mucho respeto y cariño, igual que él a mí". "Vivo el presente, no pienso en el futuro". Y una última. "El niño lo está haciendo muy muy bien, pero pido que le dejen crecer tranquilamente por el bien del fútbol".

"El niño" es Lamine Yamal, la estrella no sólo de la selección española. La estrella del torneo, la estrella, hoy, del fútbol mundial. "Siempre que llega una final se dice Cristiano contra no sé quién, Cristiano contra no sé cuánto... No es así. Es Portugal contra España", dijo CR. Pero, quiera él o no, la final de esta noche es legítimo plantearla como un cambio en el ciclo de la vida del fútbol.

Y quizá reducirlo a un Lamine-Cristiano sea demasiado, pero resulta llamativo comparar la figura del portugués, lo que representa, los años que lleva en este mundo, con los miembros de esta selección española jovencísima (media de 25 años) con la que discute hoy la Liga de Naciones, donde los chicos buscan su tercer título consecutivo.

Crisitano celebra la clasificación para la final.

Crisitano celebra la clasificación para la final.EFE

Cristiano hace su aparición en el fútbol profesional el miércoles 14 de agosto de 2002. Entró (sustituyendo al español Toñito) en el minuto 58 del partido entre el Sporting de Lisboa y el Inter de Milán. Desde ahí hasta hoy, ya se sabe casi 1.000 goles, un montón de títulos, Balones de Oro... Pues bien. ¿Dónde estaban los hoy internacionales españoles hace casi 23 años? Un repaso a las fechas de nacimiento revela una realidad asombrosa.

Para empezar, había ocho jugadores que hoy estarán en el campo (tres titulares y cinco en el banquillo) y que ese 14 de agosto de 2002 no habían nacido. Lamine, Cubarsí, Huijsen, Gavi, Samu, Fermín Pedri y Yeremi Pino.

Nico Williams tenía un mes y dos días de vida.

En 2002, cuatro jugadores cumplían tres años: Vivian, Pedro Porro, Mingueza y Zubimendi, y por lo tanto no jugaban al fútbol todavía.

Un jugador cumplía cuatro años: Cucurella. Y jugaba, dicen, al fútbol sala en el Alella, el equipo de su pueblo.

Dos jugadores cumplían cinco años. Oyarzabal y Unai Simón, que jugaban en el Eibar y en el Zuia, el equipo de su pueblo.

Dos jugadores cumplían seis años: Le Normand y Merino, ambos jugando en sus lugares de nacimiento (Lamballe y C. D. Amigó)

Tres jugadores cumplían siete años: Grimaldo (Atlético Vallbonense), Raya (UE Cornellá) y Remiro.

Un jugador cumplía ocho años. Fabián (Betis).

Y dos jugadores cumplían 10 años. Isco (Atlético Benamiel) y Morata.

Nico Williams y Lamine Yamal, entrenando.

Nico Williams y Lamine Yamal, entrenando.EFE

Estos datos traen consigo una conclusión sencilla: todos los miembros del vestuario de España han crecido viendo a Cristiano compartir con Messi la hegemonía del fútbol mundial. Todos han sido testigos, con sus ojos infantiles, de una época quién sabe si irrepetible.

"Es un ejemplo. Yo no me veo con 40 años como él, jugando al máximo nivel. Es el ejemplo de cómo hay que sacrificar mucho espacio y tiempo de tu vida para seguir jugando a alto nivel. Personalmente, es un privilegio y un orgullo poder enfrentarme a él y me alegro mucho de ver cómo sigue marcando. Ojalá llegue a los 1.000 goles que está buscando, pero que no sea contra nosotros, claro". La frase, las frases, son de Unai Simón, que tenía, escrito queda, que tenía cinco años y jugaba en el equipo de su pueblo. Pero el sentimiento de Unai es compartido por todos.

"Es una de las mayores figuras del mundo del fútbol. Que siga con esa ambición y esas ganas dice mucho de él. Es un goleador que la que tiene, te la enchufa", concede Fabián, mientras Zubimendi recuerda que son el espejo de toda una generación, quizá de más de una. "Junto a Messi han sido los icones del fútbol que yo he vivido, un ejemplo de hambre, trabajo y talento. Seguir con la misma hambre a esta edad le hace muy poderoso".

"¡Inyusticia, Inyusticia!"

A lo largo de su carrera, de estos 22 años (porque con la selección debuta en 2003), Cristiano se ha enfrentado a España muchas veces. Salió victorioso en la primera de ellas, en la Eurocopa de Portugal, allá por 2004, cuando los anfitriones eliminaron a la selección de Iñaki Sáez ganando el último partido de la fase de grupos. Pero, después, casi todo han sido disgustos para el mito. Las derrotas más dolorosas fueron, sin duda, las de 2010 (en octavos de final del Mundial que ganó España, un 1-0 con gol de Villa) y 2012 (en semifinales de la Eurocopa que también ganó España, esta vez en la tanda de penaltis). De este segundo choque quedará para la historia las palabras de Cristiano dirigiéndose a la cámara que le perseguía: "¡Inyusticia, inyusticia!".

Más reciente es la victoria de España en la fase de grupos de la Liga de Naciones que terminó ganando en 2023. Un gol de Morata casi al final dio el pase a la selección todavía de Luis Enrique. "Ellos están más acostumbrados a ganar que nosotros en los últimos años. Por eso creo que España será candidata a ganar el Mundial de 2026, y nosotros ya veremos", concedía ayer el eterno 7, que hoy se enfrenta a una muchachada que ha crecido viéndole a él por televisión. Hoy le tendrán enfrente.

Luis de la Fuente: “Lamine es especial. Lo que para otros serían situaciones de máximo estrés, para él es algo natural”

Actualizado Sábado, 7 junio 2025 - 18:35

Cuando ya se iba, Luis de la Fuente vio a un periodista quejarse porque no había podido preguntar, e hizo darse la vuelta al responsable de comunicación de UEFA y al de la Federación, ambos con cara de sorpresa. El seleccionador ha estado suelto en la rueda de prensa que ha ofrecido esta tarde en el Allianz Arena, previa a la final de la Nations contra Portugal de este domingo.

Lo primero que hizo fue agradecerle a Cristiano las palabras de elogio que por la mañana había tenido hacia él la estrella portuguesa. "Agradezco sus palabras, cómo no. Pero las palabras de admiración deben ser mías hacia él. Es un ejemplo de todos los valores que son importantes para mí. Trabajo, esfuerzo, perserverancia, constancia...", le devolvió los cumplidos antes de centrarse, ¡sorpresa!, en Lamine Yamal.

"Lamine transmite una calma, una tranquilidad... Os sorprendería verlo. Lo que para otros serían situaciones de máximo estrés, él lo vive desde la naturalidad. Resuelve los inconvenientes, las exigencias de estas situaciones, con una madurez impropia de su edad", ha explicado el seleccionador, que no parece que vaya a hacer cambios en el once respecto a los que jugaron contra Francia a excepción de la entrada de Fabián por Merino.

Corroboró las sensaciones del entrenador Mikel Oyarzabal. "A todo el mundo nos sorprende Lamine, tiene una seguridad en sí mismo que es importante. Hasta ahora le ha tocado vivir todo cosas buenas, y creo que en el proceso seguro que le tocará vivir momentos malos. Eso le hará crecer como jugador y como persona. La gente no es consciente lo que supone ser campeón de Europa con 16-17 años", dijo el delantero de la Real Sociedad.

Volvió también a poner en valor un título como la Liga de Naciones, de la que por cierto su colega en el banquillo de Portugal, Roberto Martínez, ha dicho por la mañana que era la competición más difícil de ganar, más incluso que un Mundial o una Eurocopa. "¿Y como Roberto ha dicho eso ahora sí que le dais importancia no? Lo pensamos muchos profesionales. En esta Final Four estamos cuatro de los cinco mejores equipos de Europa. No hay más que decir", afirmó.

Capítulo aparte mereció el capitán, Morata, que ha perdido foco en esta concentración. "Sigue siendo el mismo líder, independientemente del número de minutos que juegue. Es un jugador muy querido, muy respetado, muy valorado... Habrá momentos que participe más, que participe menos, pero para nosotros es fundamental"

La increíble metamorfósis de Cristiano en su reencuentro con la prensa española: cercano, cariñoso con Messi y Lamine y agarrado al ‘Carpe Diem’

Actualizado Sábado, 7 junio 2025 - 13:06

Hacía muchos, muchos años, casi siete, que Cristiano Ronaldo no se ponía delante de los micrófonos de los periodistas españoles, que esta mañana se han movilizado rápidamente en Múnich al conocerse que era él quien hablaría en nombre de Portugal antes de la final de la Liga de Naciones de este domingo.

Entre los periodistas, había muchos que lo habían tratado durante su época en el Real Madrid, y a esta hora todavía no se les han bajado las cejas de la estupefacción. Porque, de no ser porque tenerle a 10 metros despeja las dudas, se podría decir que Cristiano ya no es Cristiano. En la sala de prensa del Allianz Arena compareció un tipo de 40 años maduro, cercano, humilde... Sí, todo eso es hoy Cristiano, que conquistó al personal, del primero al último.

Habló de todo. Lo primero, de su ¿inagotable? Ambición. "Con 40 años, tengo días buenos, días malos, no sólo en el fútbol, también en la vida, con mi familia. Pero siempre encuentro mecanismos para seguir", explicó el portugués, dueño de un currículum en cuanto a títulos impresionante. Conviene subrayar esta frase, pues. "No se puede ganar siempre, es parte de la vida".

Decir "no se puede ganar siempre" es una obviedad, pero viniendo de quien viene resulta llamativo. Fue el primer indicio de que algo ha cambiado en el mito. Luego llegaron los elogios, tremendos, a España. "Es uno de los mejores equipos del mundo, con mucha confianza. Desde que empecé a jugar España siempre ha sido una potencia, ha ganado más que nosotros. Sabéis que tengo un cariño grande por España, parte de mi familia es española", dijo el portugués, que además despejó las dudas que había sobre si jugará o no el Mundial de clubes. "Hubo muchos contactos, pero tengo prácticamente decidido no jugarlo".

Llegó la hora, cómo no, de hablar de Lamine, y producto de su experiencia, analizó la situación del chico. "Desde que empecé, cada vez que llegamos a una final es Cristiano contra este, Cristiano contra el otro... Esto no es así. El niño está haciendo las cosas muy, muy bien. Lo que pido es que le dejen crecer tranquilamente, porque para el bien del fútbol, para disfrutar de un talento así muchos años, hay que dejarle crecer con tranquilidad". Cristiano, por cierto, tiene un hijo de 14 años. "Sí, se parecen. Los dos son morenitos... A mis hijos también les gusta Lamine Yamal", bromeó.

¿Le daría un consejo? "Lo haría en privado, face to face", resumió antes de completar el panorama del nuevo Cristiano al ser preguntado por cuántos años más estará jugando. "Hace años que implanté en mi vida que es vivir el presente y no pensar demasiado en el futuro. No tengo muchos más años, está claro. No lo sé, a lo mejor mañana me levanto y digo: 'no me apetece jugar más, estoy hasta las...'. Y no juego más. No lo sé".

Por último, llamaron mucho la atención las palabras hacia Messi. "¡Boludo!", bromeó primero con el periodista, argentino claro. "Le tengo un gran cariño. No creo que ya podamos jugar juntos, pero le tengo un gran cariño y respeto por los 15 años que los dos estuvimos en el escaparate. No sé si ahora habla inglés, pero recuerdo que antes no y yo le traducía cuando nos explicaban cómo iban a ser las galas del Balón de Oro y nos reíamos. Fue una época muy bonita". El nuevo Cristiano y su 'Carpe Diem'

Los obstáculos de Unai Simón con España: de un debut en plena pandemia a un "maltrato" de origen incierto

Los obstáculos de Unai Simón con España: de un debut en plena pandemia a un “maltrato” de origen incierto

Dos detalles de cómo es Unai Simón (Vitoria, 27 años).

Uno. Ayer, el día después de ganar a Francia, fue uno de los elegidos para hablar con la prensa. El departamento de comunicación dispuso tres 'corrillos': televisiones, radios y prensa escrita. Unai, Zubimendi y Fabián habían de hacer las tres postas del circuito. Después de hablar en las teles, Unai se iba al vestuario hasta que una empleada de la Federación le dijo: "No no, te quedan dos". "¡No jodas!", bromeó él, que respondió a todo lo que se le preguntó.

Dos. El sábado pasado, los jugadores de la selección, al terminar el entrenamiento, estaban obligados a firmar autógrafos y hacerse fotos con los aficionados. Los hubo que pasaron de puntillas por el asunto (Nico y Lamine) y los hubo que llegaron tarde a cenar. En este último grupo sólo había un jugador. Unai Simón (Vitoria, 27 años) salió pitando a las nueve menos dos minutos, azuzado por un miembro del departamento de comunicación, hacia la residencia, donde a las nueve en punto estaba prevista la cena. Aunque no hay imágenes que lo confirmen, llegó tarde seguro a la mesa. A la mesa y a la televisión, donde el PSG ya estaba pasando por encima del Inter de Milán.

El portero de España está de nuevo bajo el foco. En realidad nunca ha dejado de estarlo desde que Luis Enrique le hizo debutar, en plena pandemia, noviembre de 2020, ante Países Bajos. El asturiano le eligió, en parte, porque era (es) uno de los mejores porteros del mundo jugando con los pies, y eso en este fútbol moderno se valora mucho. Sin embargo, su tranquilidad, excesiva en ocasiones, ha motivado en estos casi cinco años cierta controversia en torno a su figura. No para los técnicos (tras Luis Enrique, Luis de la Fuente nunca dudó), pero sí entre la prensa y los aficionados.

Sin embargo, un vistazo a los números solventa el debate. De los 48 partidos que lleva en la selección, ha perdido cuatro, y dos más (Italia en semifinales de la Euro'20 y Marruecos en octavos del Mundial'22) por penaltis, empatando en el tiempo reglamentario. Al tiempo, fue decisivo en varias tandas de penaltis (cuartos de la Euro'20 ante Suiza, final de la Nations'23 ante Croacia y cuartos de la Nations'25 ante Países Bajos). El jueves ante Francia se vio en una situación curiosa: encajó cuatro goles y vio dos tiros a sus palos, pero salió como un héroe gracias a las seis paradas que hizo, alguna de ellas, como una a Mbappé en la primera parte, espectacular.

Unai intercepta un disparo de Mbappé.

Unai intercepta un disparo de Mbappé.AFP

Quizá por eso Luis de la Fuente salió con los tacos por delante para reivindicarle, algo que probablemente a estas alturas de la película no hubiese hecho falta. "Me alegro especialmente por él, porque es un futbolista al que habéis maltratado", soltó el entrenador ante la cara de sorpresa de alguno. "Bueno, quizá tú no, pero sí sí, se le ha maltratado", insistió.

"Maltratar quizá no es la palabra. Se nos ha criticado, pero hay que convivir con esa crítica. Quizá el míster se refiera a una etapa después del Mundial de Qatar, que fue difícil en la selección, pero el tiempo todo lo cura", suavizó él mismo ayer, dejando también un detalle de su personalidad. "A todos los gusta que nos halaguen los oídos. Pero no hago demasiado caso ni de las críticas buenas ni de las malas si no vienen de mi entrenador, de mis compañeros o de mi madre"

En realidad, y más allá de que los futbolistas y entrenadores confundan, de manera consciente, a un puñado de agitadores con "la prensa", así en general, Unai nunca ha sido maltratado. Ha sido criticado por sus fallos sobre el campo, como cualquier otro, y probablemente quien mejor lo entiende es él mismo, al que no se le mueve un pelo de la barba porque tiene muchísima personalidad.

La tiene para decirle a un periodista que no le contesta a una pregunta porque le faltó al respeto y la tiene, por ejemplo, para defender a Vinicius, alto y claro, cuando ocurrieron los episodios más lamentables de racismo. "Entiendo que hay jugadores como Vinicius que estallen. No vemos lo que pasa en categorías inferiores, chavales de Basauri y de Santutxu que pasan por cosas parecidas. Es algo que deberíamos de cambiar todos. Es un problema de la sociedad. No entiendo por qué pasa. Nunca lo voy a entender ni compartir", expresó en 2023. Y eso en Bilbao, uno de los feudos más hostiles para el Madrid y sus futbolistas polémicas. Es Unai un tipo sin ataduras.

Desde esa calma, es hoy el líder del vestuario en ausencia de Laporte y de Rodri. De hecho, ante Francia era el capitán del equipo y lo volverá a ser mañana contra Portugal, donde podría levantar su tercer título consecutivo con una selección a la que lleva viniendo desde que tiene 15 años. El primer seleccionador que le llamó para viajar a Madrid fue Santi Denia, hoy al mando de la sub'21. "Su trayectoria es espectacular, y es un gran compañero. Siempre suma, desde el lugar que le toque. Espero que alguno ahora reconozca su trabajo", finalizó De la Fuente, pidiendo algo que ya existía.

España barre a Francia antes de dejarse ir y buscará ante Portugal su tercer título consecutivo

España barre a Francia antes de dejarse ir y buscará ante Portugal su tercer título consecutivo

Conviene no olvidar que en el equipo al que ayer España le metió cinco, y le pudo meter más, jugaban Mbappé, Bota de Oro, Dembélé y Doué, dos de las balas que han ganado la Champions con el PSG e incluso Olise, un tipo bastante bueno. Francia tiene, posiblemente, uno de los mejores ataques del mundo, pero ayer fue pisoteada (más allá del resultado final, producto de la relajación) por un equipo. Un señor equipo, entendiendo el término como aquel colectivo donde, juegue quien juegue, la cosa funciona. [Narración y estadísticas].

Ayer, de inicio, había más de medio equipo nuevo respecto al que empezó la final de la Eurocopa. Da igual. De la Fuente ha construido una máquina de jugar al fútbol. A todos los futboles. Al de presionar arriba, al de defender abajo, al de pasarse la pelota, al de correr como demonios... A todos. España, más allá de que Francia colorease un poco el resultado al final, pasó por encima de un rival potentísimo, y lo mejor es que lo hizo sin darse importancia, mudando en trámite una victoria camino de otra final, la tercera consecutiva para un equipo que hoy parece imparable.

Vendrán derrotas, cómo no, y en este tinglado nadie asegura nada, pero este equipo, con una media de edad de 25 años, con las cosas tan claras, con futbolistas insultantemente jóvenes como Huijsen o Lamine siendo decisivos, con una estructura y unos automatismos que casi nadie tiene, jugará el domingo contra Portugal por su segunda Liga de Naciones, que dicho así no suena muy allá, pero que si para ganarla hay que eliminar a Países Bajos, Francia y al finalista, dice mucho.

Lo pasó mal España los primeros 20 minutos (y los últimos cinco, por su propia desidia). Lejos de lo que anunciaban las alineaciones, mucho balón para España y poco para Francia, la cosa devino en lo contrario. Con Mbappé jugando exactamente entre medias de los centrales y Zubimendi, sus compañeros fueron capaces de encontrarle y sus descargas lanzaban a sus compañeros deshaciendo a España, que vió cómo en los primeros 10 minutos el rival pudo adelantarse, primero con una contra que Unai Simón, inmenso toda la noche, le sacó a Mbappé y después con un tiro de Theo al larguero.

Mbappé, al final del partido.

Mbappé, al final del partido.RONALD WITTEKEFE

Estaba cómoda Francia en ese arranque en el que España no era capaz de encontrar su juego y, por tanto, probar lo que se intuía como el drama bleu: su defensa. Kalulu, Konaté, Lenglet y Theo no son una línea seria. Son un drama. Y se vio en la primera ocasión en la que Lamine logró encarar. Empotró a Theo contra su área, metió un pase que recorrió 20 metros dentro de esa área sin que nadie lo interceptase, el balón lo aguantó Oyarzabal de espaldas ante Konaté y el pase, sutil, del jugador de la Real Sociedad lo estampó Nico en la red.

¿Cómo le sentaría el gol al partido? No se sabe, porque una pared entre Oyarzabal y Merino terminó, tres minutos después, con el segundo gol. Sí, está bien escrito. Fue una pared en pseudo-velocidad entre Oyarzabal y Mikel Merino, rematada por este solo delante de Maignan. Los dos tienen muchas virtudes, pero la velocidad no es una de ellas. Pues fueron veloces. La defensa, lo dicho. Un drama. ¿Cómo le sentarían los dos goles al partido?

Pues se durmió (el partido). Y se durmió, en parte, porque España es también capaz de meterse atrás, de poner el autobús, de eso que ahora los modernos llaman bloque bajo, y claro, Francia sin metros para correr es menos Francia. Como tienen tanta calidad, tuvieron alguna ocasión, cómo no, estando en el campo Mbappé, Dembélé y Doué. Pero ahí alzó la mano Unai Simón, que paró todo lo que le llegó. España hizo incluso el tercero antes del descanso, pero no valió por milímetros tras una jugada de estrategia muy bonita que culminó Huijsen, otra gran noticia para España (y para el Real Madrid).

Rabiot comete penalti sobre Lamine.

Rabiot comete penalti sobre Lamine.Matthias SchraderAP

A la vuelta del descanso el partido enloqueció. Llegadas de los dos, especialmente de Francia, para terminar como en la primera parte, con España dando bofetadas a diestro y siniestro, producto de un equipo enfebrecido al que le sale todo. Rabiot barrió a Lamine dentro del área y la estrella del equipo marcó el tercero de penalti, para después descorcharse Pedri con un control inverosímil, y delicioso, en el centro del campo iniciando una jugada que él mismo culminó en el cuarto.

Se inventó un penalti, muy poco penalti, Mbappé antes de que Lamine, en otra jugada indefendible, hiciese el quinto. Ahí se marchó España del partido y permitió que Francia se fuese con la sensación de haber estado cerca de darle la vuelta. Fue más una cuestión numérica que otra cosa. Posiblemente, si España hubiese necesitado pisar de nuevo el acelerador, hubiese puesto otra vez las cosas en su sitio. El domingo, más.