Carlsen hace las paces con la Federación Internacional: participará en el Mundial de Blitz… Y en vaqueros

Carlsen hace las paces con la Federación Internacional: participará en el Mundial de Blitz... Y en vaqueros

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La partida parecía perdida, pero Arkady Dvorkovich, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), le ha dado la vuelta en solo 24 horas, con la ayuda del patrocinador del torneo, Timur Turlov, y de Henrik, padre de Magnus Carlsen. El ajedrez mundial afrontaba un nuevo cisma después de que el noruego abandonara el Mundial de Rápidas, indignado tras ser sancionado por jugar con vaqueros. El número uno y vigente campeón de la especialidad no toleró bien el castigo, se negó a cambiar de pantalones en mitad de la segunda jornada y acabó diciendo palabras muy fuertes contra la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), que se resumen en una frase: “¡Que se jodan!”.

En un giro radical de la situación, Carlsen ha anunciado este domingo que participará en el Mundial de partidas relámpago -también es el vigente campeón-, que se disputará en Wall Street los días 30 y 31 de diciembre. Serán 13 partidas con una emoción añadida y, si todo va bien para Carlsen, tampoco serán las últimas para él en un torneo oficial este año, ya que los ocho primeros pasarán a la fase final. Esta se jugará en Nochevieja bajo un formato de eliminatorias: cuartos de final, semifinales y final. “Ayer estaba a punto de reservar mis billetes de avión y salir de aquí, pero mi padre me dijo que tal vez deberíamos esperar hasta la mañana antes de tomar una decisión para poder hablar con el presidente de la FIDE, con quien tenemos una buena relación. Sabemos que podemos razonar con él”.

La noche antes, Magnus también había hablado con el gran maestro indio Viswanathan Anand, un hombre respetado y querido por casi todos en el mundo del ajedrez, que también ayudó a suavizar todas las asperezas. Con todo, el actual número uno sintió que la buena voluntad de Anand no llevaba a ningún sitio y siguió pensando que abandonaría Nueva York al día siguiente. Más fructíferas fueron después las conversaciones con Dvorkovich y con TimurTurlov, un magnate de las finanzas que está invirtiendo mucho dinero en el ajedrez y que ya ha patrocinado importantes torneos de la FIDE. Turlov nació en Rusia, pero renunció a dicha nacionalidad y ahora vive en Kazajistán.

Sí a los vaqueros

Este domingo, una vez concluidas las fructíferas negociaciones, Magnus hizo su anuncio en una entrevista con Levy Rozman (el ‘youtuber’ más famoso del ajedrez, más conocido como Gotham Chess) y Dvorkovich difundió en las redes sociales una carta abierta dirigida a los jugadores. En ella admitía que la dureza con la que fue tratado Carlsen por jugar con vaqueros pudo ser “desproporcionada“. El presidente de la FIDE también anunció que los ajedrecistas podrán usar esta prenda en el Mundial de partidas relámpago, siempre que mantengan un mínimo de elegancia.

En realidad, la disputa por los pantalones era una excusa que se les había ido de las manos a ambas partes. Los argumentos de Carlsen para explicar por qué se presentó a jugar con vaqueros después de ser multadocon200 dólares el día anterior son muy débiles. El noruego también admitió que sus palabras en el apogeo de su enfado “no fueron muy precisas”, aunque las mantiene respecto a algunas personas de la Federación, que no citó, e insistió en que estas “manejaron muy mal la situación”.

Dvorkovich, por su parte, tuvo palabras de elogio hacia Carlsen y se mostró de acuerdo en que hay que modernizar el ajedrez, pero no aludió al conflicto de fondo que los ha enfrentado recientemente, la creación de un circuito de FreestyleChess, una modalidad en la que se sortea la posición de las piezas y que amenaza con socavar el dominio del ajedrez clásico.

Los aficionados aún se mantienen fieles al juego de toda la vida, pero la variante “libre”, que ya defendía BobbyFischer en los años setenta, está impulsada por un magnate alemán que promete premios mucho mayores que los de la FIDE. En la escalada de declaraciones, Emil Sutovsky, CEO de la federación, había acusado a Carlsen de mentir cuando dijo que le habían amenazado con tomar represalias si participaba en el circuito de Freestyle.

Sobre el conflicto de los vaqueros, Magnus se mantiene en sus trece. Insiste en que no rompió ninguna norma y se queja de que los árbitros “básicamente son robots que no pueden pensar por sí mismos” y se limitan a aplicar unas reglas. “Decían que los vaqueros generalmente no están permitidos. Eso significa que debe de haber excepciones”, añadió ante Rozman.

Cuando se despertó, Carlsen empezó a reconsiderar su postura, según explicó, al ver que había hablado con algunas personas más razonables y que, además, le encanta jugar partidas ‘blitz’. “Quiero darles a los aficionados la oportunidad de ver esto“, agregó. En las partidas relámpago, los ajedrecistas tienen tres minutos, más dos segundos de incremento cada vez que mueven. Comparado con las dos horas que recibe cada ajedrecista en una partida clásica, aquí no son posibles las largas reflexiones, por lo que el instinto y la velocidad de cálculo del noruego suelen ser suficientes para derrotar a casi todos.

¿Qué se pondrá Magnus Carlsen para jugar? “Como cuestión de principios, definitivamente voy a jugar en vaqueros mañana”, anunció.

kpd