La etíope, que fue una mediofondista desconocida, vuela en el maratón de Berlín (2:11:52) y deja la plusmarca a poco más de 10 minutos del récord masculino de Eliud Kipchoge, que gana sin reducir su marca
Nadie conocía a la etíope Tigist Assefa hasta hace un año. Como mediofondista, especialista en 800 metros, apenas llegó a ser internacional, presente en un Mundial indoor y en los Juegos de Río 2016, pero siempre eliminada en las primeras rondas. Por eso cuando en 2017 se lesionó en el tendón de Aquiles y decidió probar en el asfalto no recibió ofertas. Berlín, Nueva York, Tokio, Londres, Chicago, Boston… los mejores maratones ignoraban su existencia y debutó en los 42 kilómetros en la primavera de 2022 en Riad, en Arabia Saudí, una prueba calurosa, dura, remota. Acabó séptima con un tiempo (2:34:01) acorde a su gris palmarés. Pero, de repente, unos meses después, ¡boom! A los 29 años, Assefa cambió y su vida cambió.
En el maratón de Berlín del mismo 2022 venció con el tercer mejor tiempo de la historia (2:15:37), se convirtió en referente -e imagen de Adidas- y anunció un futuro esplendoroso. Este domingo en el mismo escenario, nuevamente en el maratón de Berlín, lo confirmó a lo grande. En una carrera de vértigo Assefa rompió cualquier estimación, cualquier cálculo para la historia: no sólo batió el récord del mundo femenino de la distancia, lo destrozó como si eso fuera sencillo. La anterior plusmarca, de 2019, de la keniana Brigid Kosgei estaba en dos horas y 14 minutos (2:14:04) y la etíope lo dejó en dos horas y 11 minutos (2:11:52), un recorte inaudito. El récord del mundo masculino de Eliud Kipchoge (2:01:09) -que también venció este domingo sin rebajar su plusmarca- a poco más de 10 minutos.
La gesta de Assefa se puede explicar a través de la evolución tecnología, no en vano calzaba unas Adidas ligerísimas con placa de fibra de carbono -y carísimas, cuestan 500 euros-, pero muchas otras corredoras utilizaron inventos parecidos. Su éxito sólo se entiende gracias a la adaptación a la distancia de una atleta nacida para ello. Por su extraña progresión, de ella sólo se sabe que entrena cerca de Addis Abeba, la capital de su país, bajo las directrices de Gemedu Dedefo y en un grupo que incluye a Tamirat Tola, medallista olímpico en maratón y campeón del mundo en el Mundial de Eugene de 2022. Pero está claro que lo suyo es el maratón. Después de lo vivido, y con su progresión, ahora la duda con Assefa es dónde dejará el récord del mundo de maratón. ¿Puede llevar a las mujeres por debajo de la barrera del 2:10?
Kipchoge vence sin récord mundial
En la prueba masculina, Kipchoge también intentó lo imposible, pero en este caso era imposible. Como el año pasado, el mejor maratoniano de la historia intentó sin éxito llevar al ser humano a la dimensión desconocida que le espera por debajo de las dos horas. Otra vez cerca de la hora en el medio maratón (1:00:22 esta vez), nuevamente no pudo aguantar el ritmo en la segunda mitad. A sus 38 años, en su quinta victoria en Berlín, su marca (2:02:42) sólo fue decepción por ser quién es: fue el octavo mejor tiempo de la historia, pero el quinto mejor de su carrera.