“Alves sabía lo que estaba sucediendo, sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal”. Son las conclusiones de dos psicólogas contratadas en calidad de peritos por la defensa de Dani Alves para apuntalar la estrategia de que iba ebrio como posible atenuante a una condena por agresión sexual. Lo que debía ser un espaldarazo a la nueva vía abierta por la abogada InésGuardiola puede convertirse en un auténtico bumerán para los intereses del ex futbolista.
Las dos psicológicas han expuesto ante la Audiencia de Barcelona las conclusiones del informe pericial que les encargó la defensa para determinar si el futbolista estaba borracho la noche en que fue acusado de violación, con el análisis de los tiques de las consumiciones y de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton.
La defensa del jugador intenta que el consumo de alcohol sirva como atenuante ante una eventual condena. A preguntas de su abogada, Inés Guardiola, las dos psicólogas han explicado que Alves y sus amigos consumieron hasta cinco botellas de vino y una de whisky en el restaurante la Taberna del Clínic, gintonics en el bar Duba y seis copas de cava en Sutton, como consta en varios tiquets de consumición.
Sin embargo, luego y a preguntas de la fiscal y la letrada de la denunciante, Ester García, las dos psicólogas han admitido que no pueden determinar qué cantidad exacta bebió Alves al ir acompañado de varios amigos; han dicho que tampoco se le hizo ninguna prueba de alcoholemia, e incluso han reconocido que “sabía lo que hacía” pese a un supuesto estado de embriaguez: “Claro que podía distinguir el bien del mal, porque no tenía alteración de la realidad”.
Por último, también han asegurado que las facturas del restaurante y del bar se las dio letrada de Alves este pasado mes de enero, lo que evidencia la nueva estrategia seguida por la defensa del ex futbolista para que ese supuesto estado de embriaguez sirva de atenuante ante una posible condena.
También hoy han pasado ante el tribunal varios profesionales que realizaron pruebas físicas y psicológicas a la joven denunciante. Los forenses que la atendieron por orden judicial han sostenido que la víctima sufre estrés postraumático y está medicada. “No estaba simulando”, ha constatado una psiquiatra forense, mientras otro médico del Clínic ha asegurado que la chica estaba en un estado de “tensión” y lloraba, aunque su relato era “coherente”.
Sin embargo, los dos peritos contratados por la defensa de Alves han cuestionado a la víctima y han tratado de desmontar los argumentos del resto, especialmente ante la ausencia de lesiones vaginales. “La ausencia total y absoluta de si quiera tumefacción a nivel de vulva, labios menores, ni si quiera escoriación, es lo que a mí me hace pensar que el coito no fue tan traumático”, ha dicho uno de ellos.
Sin embargo, el resto de profesionales que han testificado han explicado que en la mayoría de las ocasiones -en más de un 70%- no hay lesiones íntimas, y solo en el 22% de los casos existe alguna erosión.
En la primera sesión del juicio, la víctima declaró a puerta cerrada y ratificó ante el tribunal que Alves la violó en un baño de la discoteca Sutton. Una agresión sexual avalada por una amiga y su prima, presentes esa noche del 30 al 31 de diciembre de 2022. “[La víctima] me dijo que le había hecho mucho daño y que se había corrido dentro” nada más salir del aseo, aseguraron ambas testigos.
La amiga de la denunciante también recordó cómo ella y su prima la alentaron a presentar una denuncia: “Le dijimos que tenía que denunciar esto. Ella sólo decía ‘Se van a pensar que esto lo hago por dinero’. Yo intentaba calmarla en todo momento porque ella se quería ir a casa. ‘No me van a creer’, repetía”.
Dani Alves se sienta ante el tribunal acusado de agresión sexual a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 al 31 de diciembre y se enfrenta a una pena de entre 9 y 12 años.
El caso se remonta a la noche del viernes 30 de diciembre de 2022. Alves se encontraba de vacaciones en Barcelona antes de reincorporarse a los Pumas de México y tras haber disputado el Mundial. Pasadas las 2:30 horas de la madrugada, acudió al reservado de la discoteca junto a un amigo y ocuparon la mesa 6, la única que da acceso exclusivo a la denominada Suite, una zona con un pequeño aseo, una sala con sofá, un televisor y una nevera. Allí, en el reservado, coincidieron con la joven y otras dos chicas.
Tras invitarlas a beber durante una hora, el ex lateral de la selección brasileña habría insistido a la joven para entrar en la zona exclusiva donde estaba el pequeño lavabo, que ella desconocía. En ese baño, según la Fiscalía, Alves habría mostrado una “actitud violenta” hacia la mujer, a la que agredió y forzó a mantener relaciones sexuales, pese a su resistencia.
“La penetró vaginalmente hasta eyacular, sin usar preservativo y sin su consentimiento”, señala el Ministerio Público.”La víctima reiteradamente solicitó que la dejara marchar, que quería salir de allí, no permitiéndoselo el procesado”, indica el escrito, que afirma que vivió una “situación de angustia y terror”.