En casa de los Catena, en Móstoles, había un futbolista al que idolatraba el pequeño Alejandro. Se trataba de su hermana mayor que jugaba al fútbol sala en el colegio. Por imitación, él terminó fascinado por un deporte en el que nunca se imaginó llegar hasta donde ha llegado y, además, “siendo feliz”.
- Siete años en Primera.
- Soy una afortunado, un privilegiado, porque sigo haciendo lo que hacía de pequeño, que es lo que más me gusta y lo que me hace feliz. Por suerte es mi trabajo y ojalá dure todos los años que pueda porque me sigue haciendo feliz.
- ¿Hay algo que odie?
- Creo que el hecho de ser personas públicas. Aunque tiene su lado bueno, que es que puedes hacer feliz a mucha gente, niños, con un simple gesto, una firma o una foto. Pero tiene la otra cara de la moneda, que es que a veces pues no tienes intimidad para ciertas cosas y tampoco la gente que va contigo. Pero va con la profesión, es inevitable y creo que que somos unos privilegiados por poder hacer felices a tanta gente con cosas pequeñas.
Ahora les toca amargar a un club al que no es fácil. Viene el Atlético de Madrid en un estado de euforia tremendo tras 13 victorias consecutivas igualando su mejor racha. Si ganan hoy en el Metropolitano, no sólo harán historia sino que se pondrían líderes de Primera División y se proclamarían campeones de invierno. Lo hacen apoyados en dos nombre propios: Simeone y Griezmann.
- ¿Quién da miedo del Atlético?
- ¿Miedo? Ninguno. Respeto, porque todos son jugadorazos en una plantilla buena y muy completa. Es cierto que yo, que soy defensa, pues miromás su parcela ofensiva y creo que Griezmann, y no descubro nada, es un jugador de un nivel increíble. Aparte esta temporada también está rindiendo muy bien. Pero son un equipo muy trabajado tanto en fase ofensiva como defensiva.
- ¿Y Simeone?
- Entrenador top. Cada uno, yo también como jugador, podemos tener unas preferencias, un gusto por un tipo de fútbol u otro, pero dejando eso al margen, no hay duda de su nivel. Estar los años que lleva en la élite y hacer al Atlético de Madrid el equipo que le ha hecho, ganador, que compite todas las temporadas, creo que tiene mucho mérito. Acumular tantos años en la élite como jugador o entrenador pues son cosas que nadie las regala, así que será por su trabajo y por su calidad como técnico.
El Simeone de Osasuna se fue la temporada pasada al Mallorca. Jagoba Arrasate siempre tendrá un hueco en la historia del conjunto rojillo “por lo que consiguió y la huella que dejó”. No obstante, Catena es de mirar adelante y aprecia mucho de Vicente Moreno tanto sus cualidades como técnico y también como persona.
- ¿Qué dice de su míster?
- Sabíamos que con el cambio de entrenador y de ciclo iba a ser difícil para quien viniese, pero creo que ha entrado muy bien. Se están consiguiendo buenos resultados y luego la parte personal, el trato que tiene con el vestuario, ninguna queja. Se ve cómo es con todo el mundo y luego está esa parte más humana que salió a la luz con lo que ocurrió en su pueblo con la DANA. Es un gran entrenador, pero también una buena persona.
Las imágenes de Moreno ayudando en Massanassa removieron al mundo del fútbol y a sus protagonistas. Alejandro, además, es uno de esos futbolistas, con los pies en el suelo desde que salió de su Móstoles natal y fue escalando desde el Navalcarnero, Marbella y Reus hasta llegar al Rayo Vallecano, su segunda casa. Lo suyo, aunque comenzó de delantero, siempre fue el barro y, por si las cosas no salían, estudió Economía en inglés, su plan B y posible futuro cuando su actual profesión le termine dejando. “Hay más cosas después del fútbol”.
- Su carrera ha sido una sierra.
- Sí, con situaciones un poco difíciles sobre todo a nivel económico o de estabilidad de club, como Marbella o Reus, que terminó desapareciendo, a jugar en Primera. Más que altibajos, es vivir todas las partes del fútbol. En Reus lo pasé mal más que por mí, por la gente del club que no tienen el colchón que tenemos los futbolistas. Su sufrimiento me afectó mucho. Y esas cosas me han hecho el futbolista que soy, porque no todo es fácil, ni llegar a la élite, ni asentarte y esa experiencia me ha moldeado como persona.
- Es usted licenciado, ¿es algo más común en los jugadores de hoy?
- Cada vez hay más gente con inquietudes, que saben que la carrera de futbolista te permite vivir desahogado, pero es muy corta en comparación a otras profesiones. Así, hay que saber, primero, administrar bien tus ingresos y, segundo, formarte o intentar orientar tu futuro profesional.
Es Catena un futbolista académico, que cambió la locura de Madrid por Pamplona, para «salir de su zona de confort» y seguir haciendo una profesión que, desde pequeño, vivió como una diversión y en la que sueña jugar, “de verdad”, en Europa (lo hizo en una previa con el Rayo): “Nunca estuve en la cantera de un equipo grande, ni con la responsabilidad o el deber de ganar cosas. Yo siempre he jugado por disfrutar”. Palabra de Alejandro Catena.