3-1 en Wembley
Bellingham lidera al equipo de Southgate, que superó con claridad a los ‘azzurri’ merced a dos goles de Kane y otro de Rashford (3-1).
Inglaterra, liderada por Harry Kane y Jude Bellingham, reservó en Wembley su billete para la Eurocopa al vengarse de Italia, su verdugo en la última final continental, pero ahora en peligro de clasificación. Tras sobreponerse a los contragolpes iniciales de los azzurri, el equipo de Gareth Southgate obsequió a su hinchada con una victoria convincente y tranquilizadora, dos años después de aquella cruel derrota en la tanda de penaltis.
Ante un estadio abarrotado, Inglaterra demostró compostura, ganas y una buena dosis de talento. Comandada por Bellingham, que ya ejerce como líder con sólo 20 años, plasmó su dominio con los dos goles de Kane para dejar en nada el 0-1 inicial de Gianluca Scamacca.
The Three Lions parten como candidatos a alzar el trofeo en Alemania el próximo verano, aunque la competencia promete ser dura ante Francia, España o Bélgica, otras favoritas que ya reservaron sus plazas. Mientras Italia, ausente en los dos últimos Mundiales y defensora del título continental, podría volver a quedarse fuera de otro gran torneo. Ocupa la tercera plaza, a tres puntos de Ucrania, a la que se enfrentará en la última jornada clasificatoria, el 20 de noviembre.
La arenga de Bellingham
Sin sus ingleses Sandro Tonali (Newcastle) y Nicolo Zaniolo (Aston Villa), enfangados en un caso de apuestas ilegales, Italia dio la sorpresa a los 15 minutos con su primer ataque real, iniciado por Destiny Udogie, lateral izquierdo del Tottenham, y finalizado a bocajarro por Scamacca.
El primer gol internacional anotado por el 9 del Atalanta, titular en ausencia de Ciro Immobile, dejó tocada a una zaga local que se había mostrado bastante sólida en los cinco partidos precedentes, con sólo tres goles encajados. Sólo alguna fugaz incursión, como la de Udogie poco antes del descanso, hizo contener el aliento a la hinchada británica.
Por entonces, Bellingham, la joya de la corona en Wembley, ya había empezado a movilizar a las tropas. El crack del Real Madrid, con un irresistible ritmo anotador desde su llegada a LaLiga (10 goles en 10 partidos), arengó al público desde el principio, tomó la iniciativa y traspasada la media hora provocó el penalti del 1-1 ante Giovanni Di Lorenzo.
El centrocampista se tomó incluso la libertad de provocar a los aficionados italianos con un controvertido gesto, antes de ceder el turno a Kane, cuyo disparo desde los 11 metros resultó indetectable para Gianluigi Donnarumma. Tras el descanso, Bellingham también fue decisivo en la acción del 2-1, al robar un balón a Nicolo Barella antes de iniciar una potente transición hacia territorio enemigo, cediendo el último toque a Marcus Rashford.
“No es tan fácil como parece”
La superioridad de los pross, por entonces, ya había quedado en evidencia. Y el tiempo restante sirvió a Kane para engordar su récord con la camiseta inglesa hasta los 61 goles en 87 partidos. “Perdíamos 1-0 y mantuvimos la calma”, analizó el delantero del Bayern en los micrófonos Channel 4, más que satisfecho por haberse clasificado tan pronto. “Ya hemos visto en el pasado que no es tan fácil como parece”.
Southgate, que ha establecido a su selección en la elite desde aquellas semifinales del Mundial 2018, con una final de la Eurocopa perdida en los penaltis en 2021 y unos cuartos que se le escaparon por muy poco ante Les Bleus en el Mundial de Qatar pudo festejar otro éxito en Wembley. Ahora mismo, el ex técnico del Middlesbrough cuenta con un plantel de gran nivel, donde se mezcla la juventud de Phil Foden, Declan Rice o Bellingham, con la experiencia competitiva de Kane, Kyle Walker, Harry Maguire o Jordan Henderson.
Por contra, el horizonte de Luciano Spalletti se antoja mucho más complejo. “Teníamos las intenciones correctas, hicimos algunas cosas buenas, pero también cometimos errores que, contra un adversario como Inglaterra, se pagan caros”, declaró el seleccionador italiano en RAI 1.
