El asturiano aseguró por radio que “vamos a ganar una carrera”. “Nos estamos acercando”, reconoció.
La 33ª victoria de Fernando Alonso en la Fórmula 1 tendrá que esperar una semana más, pero está mucho más cerca que hace unos días. El parón veraniego le ha venido bien a Aston Martin, que ha trabajado bajo el calor y le ha vuelto a entregar al asturiano un coche con el que pelear contra los Red Bull. Checo Pérez ya ha demostrado que es humano, pero de momento Max Verstappen se mantiene inalcanzable.
En Zandvoort, en la casa del campeón neerlandés, Alonso estuvo a unos metros de recuperar el trono de un Gran Premio. Terminó claudicando durante unos últimos giros extraordinarios de Verstappen, pero cuajó en la lluvia una desus mejores actuaciones de la temporada. De la quinta a la tercera plaza en un par de curvas, a la segunda tras el error de Checo y rozando el milagro tras el último coche de seguridad.
“Vamos a ganar una carrera”, prometió por radio a su ingeniero para delirio de la afición española, que sigue buscando conspiraciones para descubrir cuándo caerá el deseado triunfo. “Pensaba que tendría una oportunidad en la primera vuelta, lo iba a intentar, estaba preparado… pero no tuvimos la oportunidad”, reflexionó, todavía en el coche.
La realidad es que una vez que el safety car abandonó la pista, Verstappen aceleró y Alonso apenas tuvo opción ante la superioridad del Red Bull. Pudo acercarse en las primeras curvas antes de las mayores rectas del circuito, pero el neerlandés cerró bien los espacios.
“Pensé en intentarlo en la última resalida, pero luego me di cuenta de que no podría salir del circuito si lo hago así que… mejor segundo”, bromeó después antes del podio y frente a la afición local. No le faltaba razón al asturiano, que valoró muy positivamente las mejoras de su escudería: “Éramos muy rápidos al inicio en agua y paramos una vuelta tarde, como los líderes. El coche volaba, ha sido muy competitivo y muy fácil de pilotar. En esas condiciones necesitas un coche en el que confiar y yo confiaba en el coche”.
Es el primer podio de Alonso en el GP de los Países Bajos, todavía novato en el calendario. “Pensaba que nunca iba a subir al podio aquí”, vaciló a sus 42 años.