Masters de Cincinnati
El murciano se impone en tres sets (2-6, 7-6 y 6-3) y alcanza su primera final en Cincinnati
Entre dudas, remontando por segundo partido consecutivo, forzado a jugar un set decisivo como en las tres rondas previas, pero en la final. Será la octava del año para Carlos Alcaraz, la primera de su carrera en el Masters 1000 de Cincinnati tras una más que meritoria victoria frente a Hubert Hurkacz (2-6, 7-6 y 6-3) que le permite mantener el número uno del ranking ATP hasta el US Open. No es poca cosa.
Dio la sensación durante la primera hora y media que el partido caería inexorablemente del lado del polaco. Estuvo imperial, con un servicio descomunal que amargó una y otra las esperanzas de Alcaraz de revertir el curso del encuentro. Salió tan enchufado que en pocos minutos había instalado un 3-0 en el marcador, con la lección aparentemente aprendida tras la dura derrota de la semana anterior en Toronto.
El murciano desplegó sus recursos, muy metido en la pista sobre el segundo servicio de Hurkacz y subiendo a la red, pero no pudo convertir las cinco bolas de break que arrancó en el primer set. De nuevo, le tocaba resolver el partido en una tercera manga -en el mejor de los casos- por cuarta vez consecutiva en Cincinnati, señal del leve bajón que parece haber dado el tenis del murciano tras su victoria en Wimbledon.
Los 38 minutos que tardó el gigante polaco en anotarse el parcial inicial presagiaban tormenta, además de la contundencia con que lo hizo el campeón del Masters de Miami en 2021. Estuvo perfecto en esa primera media hora en pista.
Alcaraz siguió creyendo y buscó su oportunidad al resto. Tuvo momentos de brillantez. Un buen puñado. Pero el mero hecho de devolver el primer servicio de su rival resultaba una gesta ante la velocidad de saque el polaco, que apagó cada intento del murciano de romperle el saque, hasta ocho mediada la segunda manga. Juan Carlos Ferrero le pedía paciencia a su pupilo desde la grada mientras los palos de Hurkacz se sucedían, impenitentes.
El número 20 del mundo le puso pronto contra las cuerdas. Tuvo pelota de partido en el noveno juego, salvada por el murciano para forzar el tiebreak. Hasta ahora había ganado cada uno de los cuatro que habían disputado en sus anteriores enfrentamientos, y el quinto no le dio la espalda.
Fue el punto de inflexión que andaba buscando. Con 4-1 abajo volvió a esperar su momento, que llegó sobre dos segundos servicios de Hurkacz. Aguantó y volvió a dominar los puntos, con cabeza, hasta darle la vuelta y llevarse el desempate por 7-4. Magistral, una vez más.
El grito de alivio del vigente campeón del US Open cambió el tono del discurso en pista. A Hurkacz se le torció el gesto y Alcaraz encontró la manera de apuntarse otras tres bolas de break para, esta vez sí, romperle el saque al polaco. A la undécima fue la vencida.