La estrella de los Memphis Grizzlies protagoniza un nuevo escándalo tras despedirse de su familia en varias historias que subió a Instagram y que borró tras el revuelo formado en redes
Ja Morant calentando antes de un partidoRonald MartínezAFP
Durante este último año, la carrera de Ja Morant ha estado envuelta en un gran número de polémicas que han desviado el foco de lo que el base es capaz de hacer en una cancha de baloncesto. La última, la publicación de varios mensajes crípticos a través de historias de Instagram en los que parece despedirse de su familia.
“Te quiero mamá”, “te quiero papi”, “Eres la mejor niña pequeña, te quiero” escribía el base en fotos en las que aparecía con su madre, padre e hija y a las que acompañó con una última publicación en la que decía “adiós”.
Tras ver esto, los fans del jugador formaron un gran revuelo en redes sociales, inquietados por lo enigmático del contenido. Morant acabó borrando dichas historias pero el alcance de éstas fue tal, que la policía se personó en el domicilio del jugador para ver si estaba todo bien. La estrella de Memphis aclaró a los agentes que su intención era despedirse de las redes sociales y que no hay nada de lo que preocuparse, calmando así los ánimos de sus fans.
Ja Morant ha sido uno de los mayores protagonistas de este año en la NBA, pero no por su juego, sino por los numerosos escándalos en los que ha participado. En plena temporada, la superestrella vivió un momento complicado tras mostrar en redes el arma con la que atemorizó a unas strippers en un local de Colorado y con la que supuestamente amenazó a un menor de edad varios días después. Esto le llevó ser sancionado con dos partidos, que le costaron más de medio millón de sueldo, y a ser ingresado en un centro clínico de Florida.
Tras ser eliminado de los playoffs por los Los Angeles Lakers, Morant regresó al ojo de huracán por volver a mostrar un arma en un directo emitido en Instagram. Lo que hizo que los Memphis Grizzlies le apartaran del equipo y que la NBA abriera una investigación: “Estamos en shock”, confesó Adam Silver, comisionado de la liga.
Además, Nike decidió paralizar la venta de sus zapatillas, cuyo lanzamiento, realizado durante la temporada regular, convirtió a Morant en una de las principales imágenes de la línea baloncestística de la marca estadounidense. “Esto es un viaje y reconozco que hay más trabajo por hacer. Mis palabras quizá no signifiquen mucho ahora mismo pero asumo toda la responsabilidad de mis acciones“, confesó el base tras este segundo escándalo, que no ha sido el último.
Los Boston Celtics estuvieron a punto de desperdiciar una ventaja de 21 puntos en el cuarto período, pero triunfaron este miércoles por 106-99 en el campo de los Dallas Mavericks para tomar ventaja 3-0 en las Finales de la NBA, lo que les deja a un solo triunfo del decimoctavo anillo de su historia.
Los Celtics comenzaron la cuenta atrás para un título que esperan desde 2008 y que rompería el empate con Los Ángeles Lakers para volver a ser la franquicia más ganadora de la NBA. Tendrán su primera 'bola de partido' este viernes, de nuevo en el American Airlines Center.
La baja del letón Kristaps Porzingis no frenó a la todopoderosa máquina de Joe Mazzulla.Jayson Tatum, con 31 puntos, seis rebotes y cinco asistencias, y Jaylen Brown, con 30, lideraron la victoria de los Celtics frente a unos Mavericks en los que el esloveno Luka Doncic metió 27, pero acabó expulsado por cometer seis faltas con 4.12 minutos por jugar en el cuarto período.
Aumentó el nivel Tatum, eclipsado en los dos primeros partidos primero por Porzingis y luego por Jrue Holiday, pero fue Jaylen Brown quien asumió la responsabilidad en un cuarto período de infarto, cuando los Mavs sellaron un 22-2 para revivir tras un 70-91.
Brown, MVP de las finales del Oeste, acabó el partido con 24 de sus 30 puntos en la segunda mitad, a los que sumó ocho rebotes y ocho asistencias.
Holiday no pasó de los nueve y Derrick White firmó 16, con cuatro triples de gran peso. El dominicano Al Horford, con ocho puntos, cinco rebotes, dos asistencias y dos robos, ve acercarse el anhelado anillo.
Los Mavs cayeron con mucho honor, pero el 0-3 los deja prácticamente sentenciados. Así lo dice la historia: cero remontadas en 154 precedentes.
Doncic acabó su partido con 27 puntos, seis rebotes y seis asistencias y Kyrie Irving firmó 35, tres rebotes y dos asistencias para los Mavs.
Vibra el American Airlines Center
Esperó trece años el American Airlines Center para volver a acoger unas Finales de la NBA y la respuesta del público fue contundente. Se jugó en un ambiente vibrante, muy hostil para los Celtics, y los Mavs lo aprovecharon para morder. Desafiaron la lógica los texanos en el cuarto período, pero no pudieron cerrar una gesta para la historia.
Marcaron territorio con un arranque feroz y con Irving decidido a entrar en esta serie. Kyrie firmó una entrada y Doncic conectó un triple para fijar el ritmo del choque. En menos de dos minutos los Mavs se escaparon 9-2 y Mazzulla no dudó en parar el partido con el tiempo muerto.
Irving, que llegaba a este choque tras un 0 de 8 en triples, pisó el acelerador y los Mavs tomaron una tempranera ventaja de 25-12. Pusieron el partido en el carril que deseaban, pero Boston no tembló. Sabe entender los momentos y pese a un arranque con pocas soluciones ofensivas, respondió con un contundente 11-0 que le volvió a poner en el partido.
Sin un coloso como Porzingis limpiando la pintura, Doncic e Irving se movieron con soltura. Entraron en busca de puntos fáciles y no dudaron en lanzar desde el arco. Kyrie selló cuatro de cinco en la primera mitad y llevaba ya veinte puntos al descanso, con Doncic ya sumando 17.
Luka Doncic, durante el último cuarto del tercer partido de la final.Getty Images via AFP
A pesar de eso, los Celtics consiguieron regresar a los vestuarios abajo un solo punto, en el 50-51. Considerado el ritmo anotador de Doncic e Irving, y el hecho de que Tatum (20 puntos) no encontraba apoyo ofensivo en Brown (6) ni Holiday (4), para Mazzulla había razones para sonreír en los vestuarios.
Y en el tercer período los Celtics recogieron los dividendos. Con un Brown monstruoso e incontenible, que lideró con 15 puntos un 35-19 que dejó tocados a los Mavs. Boston tiró con un 65 % de acierto (tiros de campo) y metió cinco triples. Los Mavs tan solo lanzaron dos tiros desde el arco, con el 50 % de acierto.
Mate descomunal de Brown...
Holiday y Tatum sellaron dos triples consecutivos para dar el primer golpe al encuentro y un mate de 'JT' tras un tapón defensivo de White completaba un parcial de 13-2 que dio dobles dígitos de ventaja a los Celtics en el 71-61.
La defensa de los Celtics se cerró y obligó a los Mavs a tomar tiros muy complicados, con pobres resultados. E incluso cuando PJ Washington logró conectar un triple de la esperanza, la respuesta de Boston fue un doble puñetazo. Triple de White con mucha ayuda del tablero y mate estratosférico de Brown que dejó enmudecido al coliseo. Era el 85-70 para entrar en el último período.
Dos triples consecutivos, de Brown y White, en 54 segundos del cuarto período dispararon la ventaja hasta el 91-70. Cuando Jason Kidd paró el partido, el American Airlines Center había perdido la fe. Y los Celtics pensaban tenerlo ganado.
Thriller final
Fue entonces cuando llegó el apagón de Boston. Los Mavs, ya si presión, lograron un 10-0 en 2.43 minutos y volvieron a poner a su público en el encuentro. Los Celtics se atascaron por completo y los texanos reabrieron una contienda que parecía cerrada con un demoledor 20-2 que les dejó a tres puntos, luego de tres libres de Irving.
Sin embargo, en un paseo triunfal de los Celtics convertido en un thriller faltaba una nueva sorpresa. Con 4.12 minutos por jugar, Doncic cometió su sexta falta al derribar a Brown cuando este intentaba entrar en la pintura. Kidd pidió la revisión, sin éxito. Los Mavs se quedaron sin su líder con una 'mini-prórroga' por delante.
Irving redujo el margen a un punto, pero acabó asfixiado por la física defensa de Holiday. Un triple de White subió el 98-92 y dio aire a unos Celtics que llegaron a la línea de meta y que, con susto final, empiezan a ver la gloria.
El lamento de Doncic
Tras el partido, Doncic manifestó su desacuerdo con las decisiones de los árbitros, que lo expulsaron después de cometer seis faltas.
"No pudimos jugar de forma física. No quiero decir nada, pero seis faltas en las Finales NBA, vamos hombre, eres mejor que esto", lamentó el esloveno.
Doncic cometió cuatro faltas en menos de ocho minutos en el cuarto período y acabó expulsado en un momento decisivo, cuando los Mavs rozaban una épica remontada. "Tuvimos una buena oportunidad, estuvimos cerca, pero no pudimos. Me hubiera gustado estar ahí", afirmó.
El Valencia Basket levantó en Huelva la primera Copa de la Reina de su historia tras batir al Casademont Zaragoza, vencedor el pasado año, por 77-53, triunfo con dedicatoria especial para la internacional Raquel Carrera, lesionada de gravedad en el encuentro de cuartos, y también importante para Alba Torrens, que completa su extenso palmarés con el título que le faltaba en competiciones de clubes.
El conjunto valenciano dominó de principio a fin en el ambientado Palacio de Deportes Carolina Marín un duelo repetido por octava vez esta temporada la final disputada. Una intensa defensa y un efectivo ataque, con muchos recursos, marcó diferencias en todo momento ante un Casademont Zaragoza que no pudo hacer brillar su potencial. La mejor jugadora de la final fue Leticia Romero (19 puntos, 23 de valoración), seguida de Alina Iagupova (17).
El ya campeón arrancó la final muy acertado en el tiro exterior y con triples de Queralt Casas y Leticia Romero, junto a una férrea defensa, se colocó 10-2 y provocó el tiempo muerto de Casademont. En la reanudación amplió su ventaja y nuevo triple, de Fingall, puso el 17-5. Acabando el cuarto Gulbe de tres recortó algo las distancias (21-12).
En el segundo cuarto, no sin dificultad, Zaragoza fue encontrando la forma de atacar por dentro, con la referencia de Diallo y Fiebich, que consiguieron bajar de 10 puntos la desventaja (24-16). Pero Valencia seguía llevando la iniciativa, con menos errores que su rival, y con la aportación ofensiva de varias jugadoras, siendo la mejor Leti Romero, que llegó al descanso con 14 puntos (47-30).
En el tercer cuarto Valencia puso la directa y en tres minutos, con una defensa intensa y un efectivo ataque, elevó la diferencia por encima de los 20 puntos (51-30). Leti Romero en transición, Iagupova de tres y Fingall bajo el aro desesperaron al equipo maño, que pidió tiempo muerto (56-33).
Zaragoza se afanó en limar diferencias, pero le costaba cada canasta. Un triple de Gulbe acabando el cuarto logró estar momentáneamente por debajo de 20 (60-41). Pero en el cuarto final la maquinaria valenciana siguió siendo implacable. Iagupova y Fingall la llevaron a 27 puntos (68-41) y con la final más que resuelta ya sólo quedaba por dilucidar por qué marcador, que acabó 77-53 y con fiesta naranja en la grada.