Valencia 1 Athletic 2
El equipo de Voro, a quien se le busca sustituto, se adelantó con un gol tempranero de Castillejo que igualó Nico Williams antes del descanso y anuló Sancet en la segunda parte
No suma el Valencia y da otro paso hacia el abismo del descenso. De rondarlo a estar entre los tres peores equipos de La Liga tras sumar solo un punto de los últimos 21. La reacción que por momentos pareció verse ante el Athletic no sirvió ni siquiera para puntuar. [Narración y estadísticas]
Se temía que el Valencia temblara con el ruido exterior de la protesta contra Lim, pero ni estuvo solo ni flaqueó. Buscó al Athletic y se sobrepuso incluso a la lesión de Cavani en el minuto 14, poco después de que el uruguayo rematara un centro de Gayà para asustar a Unai Simon. Sin aliento cercano, el Valencia hasta se adelantó en el marcador cuando Ilaix y Lino trenzaron una jugada en el área que Castillejo convirtió en el primer gol que ahuyentaba demonios. Pudo Hugo Duro en semivolea espantarlos mientras el público llenaba las gradas, pero este Valencia parece incapaz de vivir en el lado brillante.
Un pase el largo de Raúl García a espaldas de la defensa lo encontró Nico para encarar a Cömert y batir a Mamardashvili pese a la persecución de Diakhaby y el cruce desesperado de Foulquier. El partido se empinaba, pero el Valencia no se arrugó. No lo hizo en todo el partido. Probó Lino con un disparo ajustado que salvó el meta vasco y también Diakhaby cabeceando un córner. Valía para mantener la esperanza hasta el inicio de la segunda parte.
El equipo sufre una desconexión en los descansos y el público se vuelve ansioso, una mezcla que el Athletic quiso aprovechar con una escapada de Nico y la entrada de al campo de Iñaki Williams. Y le salió bien la apuesta a Valverde gracias a un error en la salida de pelota de Cömert que robaron los Williams para entregarle el gol a Sancet. A ambos los siguió de cerca desde el palco el seleccionador Luis de la Fuente.
Contracorriente, en estado de nervios y con otra lesión, de Yunus,, el Valencia quiso tocar arrebato y ahogar a los rojiblancos, incluso obligó a Unai a sacar una mano extraordinaria a un remate de espuela de Diakhaby. Pero no consiguió salvar ni siquiera un punto de supervivencia.