Mikaela Shiffrin consigue en Levi su victoria número 102 en la Copa del Mundo

Actualizado

En España eran las 13:50 horas, pero en Levi (Finlandia), cerca del Círculo Polar, ya caía la tarde y ganaba terreno aceleradamente la oscuridad. En ese ambiente casi mágico, a 11º bajo cero, Mikaela Shiffrin obtenía su victoria número 102 en la Copa del Mundo de Esquí Alpino. El eslalon de Levi se le da especialmente bien. Lo ha ganado nueve veces. Mejor tiempo en ambas mangas, dejó lejísimos para los baremos cronométricos del esquí, a la albanesa Lara Colturi (1:66) y a la alemana Emma Aicher (2:59), que compartieron con ella el podio.

Colturi, nacida en Turín, es albanesa de adopción. Hija de la italiana Daniela Ceccarelli, campeona olímpica de supergigante en Salt Lake City 2002, se acogió a la bandera del país en el que su madre entró a trabajar como directora técnica. Su segundo puesto es también su segundo podio en Copa del Mundo, obtenido el día en que cumplía 19 años. Buen autorregalo de aniversario.

Shiffrin, de 30 años, una de las novias de América, esquió como siempre, o casi. Como los ángeles. Probablemente no ha existido jamás una esquiadora -¿por qué en televisión llaman “corredores” a los esquiadores?- más técnica. Se desplaza con una fluidez de seda, sin la menor brusquedad de movimientos, sin elevar una pulgada las tablas de la blanca superficie, sin levantar polvo de nieve en los giros.

Tras su cuarto puesto en la primera prueba del año, el gigante de Sölden, encabeza la general de la Copa del Mundo con 150 puntos, seguida de su compatriota Paula Moltzan (segunda en Sölden), con 130, y de Colturi (séptima), con 116.

kpd