El mundo del motociclismo se encuentra de luto tras conocerse la muerte del pequeño Sid Veijer, con sólo siete años tras no poder superar las heridas que se produjo durante un accidente el pasado 22 de diciembre. Era una de las promesas del motociclismo de Países Bajos, donde se había proclamado campeón júnior en octubre.
El pequeño sufrió un caída con una minimoto en el karting cubierto de Swalmen y se produjo graves heridas en la cabeza y en la cara. Sid ha permanecido en estado crítico en el hospital hasta que este domingo 5 de enero, su padre ha anunciado su fallecimiento.
“El lunes pasado hubo una pequeña luz sobre la situación de Sid. Al final de la semana, este foco se convirtió en el escenario más oscuro y se convirtió en una pelea justa que Sid no pudo ganar”, escribió Reinold Veijer en su cuenta de Instagram.
“Sid se resistió como un león. Nosotros – Reinold y Rianne, Boyd, Muck y Loek – luchamos con él hasta el último minuto con todo lo que teníamos en nosotros. Los médicos y las enfermeras hicieron lo que pudieron…. Sid falleció esta tarde rodeado de su cálida familia”, concluye el post.
Sid era primo de Collin Veijer, que terminó la temporada pasada tercero en el Mundial de Moto3 y que esta temporada dará el salto a Moto2. Collin también ha querido despedirse de su familiar en sus redes sociales. “Luchaste todo lo que pudiste con todo lo que había pasado, pero esta lucha tan dura y difícil no pudiste ganarla. Estoy muy orgulloso de ser tu primo y nunca olvidaré los momentos tan divertidos que pasamos juntos a pesar de no estar mucho en casa. Nunca te olvidare como persona. Siempre estarás en mi mente. Haces que me motive más para luchar tan duro como lo hiciste tú. Te quiero Sid”, ha escrito en Instagram.
No pudo alcanzar más grado de sufrimiento la noche en la Fonteta ante Finlandia, pero a España todavía le separa de los Juegos de París el más difícil todavía. Una final este domingo (20:30 h., Teledeporte) contra una selección caribeña con cero tradición, un país de 400.000 habitantes cuyo deporte nacional es el críquet y que jamás estuvo ni en una cita olímpica ni en un Mundial. Leído así (y comprobando cómo en otros Preolímpicos ya se ha quedado fuera la Eslovenia de Doncic, por ejemplo) podría sonar bien. Y, sin embargo, la realidad esconde una trampa. Bahamas, objetivamente, es toda una amenaza.
Una selección que no sólo se ha paseado estos días en la Fuente de San Luis (ayer eliminó a Líbano sin demasiado esfuerzo, 89-72); más bien, ha asustado. Porque los de Chris DeMarco (asistente de Steve Kerr en los Warriors) cuentan con tres jugadores NBA y no tres cualquiera. Ni DeAndre Ayton, ni Buddy Hield ni Eric Gordon han sido nunca All Star, pero pertenecen a la nobleza de la Liga. "Tres superestrellas. A nivel individual ni llegamos a esas cotas. Además tienen otro par de jugadores con futuro de estrellas. Y un buen grupo de complemento. Uno por uno, tenemos todas las de perder, ninguna opción de ganar", advertía Scariolo.
El primero de sus puntales, Ayton, fue número uno del draft de 2018, gana 34 millones de dólares en los Blazers y, aunque se le intuía una progresión de estrella, no deja de seguir siendo uno de los pívots más prometedores de la NBA: gran reto para el entonado Willy Hernangómez. Hield, nacido en Freeport, pasa por ser uno de los tiradores más eficaces de la Liga y por eso acaba de ser fichado por los Warriors. Como tantos otros bahameños y como varios de sus hermanos, de pequeño practicaba atletismo, pero pronto comprobó que lo suyo era el baloncesto. Se convirtió en uno de los mejores jugadores jóvenes de EEUU, número seis del draft de 2016, aunque algunas lesiones y ciertos traspasos poco oportunos no le han hecho triunfar como se hubiera intuido. Aún así, ganó el concurso de triples de 2020 y su sueldo asciende a casi 20 millones.
El veterano del trío de amenazas es Eric Gordon, un 'combo' que en sus casi 900 partidos en la NBA promedia 15.7 puntos -llegó a ser mejor sexto hombre de la liga en 2017- y que ya sabe lo que es ganar un Mundial de baloncesto. Lo hizo con el USA Team hace 14 años en Turquía. Pero el año pasado la FIBA le permitió jugar con el país natal de su madre Denise. "Estoy muy contento por poder jugar para esta selección. Son grandes personas y en el lado del baloncesto es un orgullo jugar para este país y disputar un preolímpico. He estado conviviendo con ellos. Hay un gran ambiente en el equipo y tener la oportunidad de representar a este país en unos Juegos es un gran honor. Tengo un compromiso enorme y está siendo muy divertido todo el proceso", contaba estos días en Valencia. Él fue el héroe de la única gesta de Bahamas en el baloncesto. Y no fue cualquier cosa.
Buddy Hield, en la Fonteta.JOSE JORDANAFP
El verano pasado, en el Preclasificatorio de Santiago del Estero, los caribeños derrotaron a la argentina de Campazzo, Deck y compañía por dos veces. La primera la sorprendieron en la fase inicial y después la remataron en la final con tres triples en el desenlace de Gordon. Fue el primer aviso al mundo de una selección cuya maquinaria administrativa se ha puesto en marcha para encontrar más piezas. DeMarco maneja una base de datos que rastrea jugadores que puedan ayudar en las ventajas clasificatorias. Y, por supuesto, de NBA nacidos en Bahamas o con alguna conexión familiar. Kai Jones es uno de ellos y los hermanos Mobley y Naz Reid son otros tres. El quinto ya estuvo entrenando con Bahamas antes del Preolímpico, pero aún no tiene permiso FIBA. Se trata nada menos que Klay Thompson (hijo del bahameños Mychal Thompson), que, como Gordon, ya ganó un Mundial, el de España (y un oro olímpico), con el USA Team.
Además del trío, completan la plantilla bahameña en la Fonteta varias promesas que juegan en la NCAA. Aunque ninguna sensación como la de VJ Edgecombe. Un escolta de 18 años que debutará en la Liga Universitaria con Baylor y que las predicciones sitúan entre los cinco primeros del draft de 2025.
Scariolo miraba a su lado a López-Aróstegui en la sala de prensa y le avisaba del trabajo defensivo que tienen por delante. "Ellos tienen jugadores de quinteto NBA, acostumbrados a meter 20 puntos en la NBA, jugadores de otra dimensión a nivel individual. Son muy capaces. Tenemos que estar muy preparados para intentar limitar estas actuaciones de sus estrellas intentando tampoco desangrarnos con otros jugadores que tienen y ofensivamente ser capaces de jugar contra un equipo muy atlético que mete manos, presiona, tapona... Tienen una calidad atlética muy alta. Tenemos una tarea muy difícil. Pero este siempre da la cara", concluyó el seleccionador.
"Ruuuuune, Ruuuuune". Mediado el segundo set, el público de la pista central de Wimbledon empezó a repetir el mismo cántico. Novak Djokovic, siete veces campeón aquí, se enfrentaba a Holger Rune y ante el claro dominio del serbio muchos aficionados se volcaron con el joven.
"Ruuuuune, Ruuuuune". Los vítores nacían para animar, simplemente repetían el apellido de Rune, pero tenían un añadido: la 'u' también servía para abuchear a Djokovic. En algunos puntos fue evidente el doble uso pues el cántico aparecía justo después de una celebración del número dos del mundo.
"Ruuuuune, Ruuuuune". Al final Djokovic se mosqueó. Acostumbrado a levantar amores y odios por todo el mundo, el serbio entendió el desagravio y se lanzó a responder como sólo él sabe hacer. Al ganar el segundo set ya colocó los labios como al pronunciar la 'u' y al final del partido explotó.
"Para los aficionados que han sido respetuosos conmigo, buenas noches, y para los que no lo han sido, bueenas noches. Sé que estaban apoyando a Rune, pero eso era una excusa para abuchearme", dijo el humor y la ira. "Bueeeenas" en inglés es "Goooood", que suena 'u' como en el polémico "Ruuuuune, Ruuuuune". "He estado en el circuito más de 20 años y me centro en la gente que me respeta y que paga la entrada para verme. He jugado en ambientes peores que este y no me afecta".
Luego, en la rueda de prensa, el serbio fue preguntado sobre qué debería hacer el Grand Slam londinense en esta situación y él aceptó que la solución es muy complicada: "El torneo no puede hacer nada, no van a echar a parte de la grada o al estadio entero porque me están faltando al respeto".
Un Djokovic perfecto
En realidad, pese al lío, incluso gracias a él, Djokovic completó un partido casi perfecto, con victoria por 6-3, 6-4 y 6-2 y este martes se enfrentará en cuartos de final a Álex de Miñaur. En lo que va de torneo ha cedido un par de sets, pero siempre se le ha visto con los partidos bajo control e incluso a su mejor nivel esta temporada.
Pese a la lesión de rodilla que sufrió en Roland Garros y la protección que luce, sus movimientos sobre la hierba del All England Club son ligeros como siempre lo fueron y sus opciones al título están intactas. De hecho, tras la derrota de Alexander Zverev, su camino hasta la final es a priori el más sencillo de todos los favoritos pues, en caso de ganar a De Miñaur, se enfrentaría con el vencedor del duelo entre Lorenzo Musetti y Taylor Fritz.
Carlo Ancelotti y Lucas Vázquez fueron los protagonistas del Real Madrid en la previa de la semifinal de la Supercopa de España en Yeda. El conjunto blanco llegó con retraso al entrenamiento después de verse inmerso en un atasco de más de una hora por las calles de la ciudad saudí. Una situación que provocó algunos bostezos al bajarse del autobús en el Estadio King Abdullah. Ya ante los medios, el caso Dani Olmo y la sanción de dos partidos a Vinicius por su expulsión en Mestalla siguieron siendo el foco de atención.
"Yo, como él, oigo los insultos en los campos. Es difícil ser Vinicius y sigo pensando que la sanción de dos partidos no es correcta. Estamos encantados con él en todos los aspectos", aseguró Ancelotti, molesto con la cantidad de preguntas sobre el brasileño. "Cuando se habla de la provocación de Vinicius se desvía el tiro de los insultos y todo lo que le pasa a él", insistió.
Ancelotti rechazó hablar sobre el Caso Dani Olmo, pendiente de la decisión del CSD sobre la 'cautelarísima': "Yo te puedo contestar sobre el partido del Athletic Club contra el Barcelona, será entretenido, el resto no quiero comentarlo porque son otros temas de los que no quiero hablar".
El técnico italiano avisó sobre los "problemas" que les creó el Mallorca en el partido de Liga y elogió a Arrasate: "Hace el fútbol que me gusta, que es adaptarse a los jugadores que tiene", dijo. Además, aseguró que Alaba está "cerca" de volver, pero que "no queremos adelantarnos".
Sobre el vestuario, destacó que "a veces pasa que nos creemos los más guapos, pero este equipo ha entendido qué hacer en los momentos de dificultad". "Este torneo nos dio motivación en 2022 y 2024 y esperamos lo mismo", añadió.
Lucas, por su parte, se refirió al tema de Dani Olmo y admitió que "todos sabemos lo que está pasando y lo que ha dicho Raphinha", sobre la crítica del brasileño a su propio club, asegurando que si estuviera en otro equipo se pensaría si fichar por el Barça. "Respetamos a las instituciones y veremos lo que pasa", declaró el gallego.