La jugadora del Miralvalle Plasencia de baloncesto Ángela Jiménez, de 21 años, se encuentra en estado crítico y va a ser operada de urgencia tras sufrir un golpe en la cabeza como consecuencia del choque con otra jugadora durante el partido que se disputaba en la tarde del sábado entre su equipo y al Grupo Femenino Alcorcón, de la jornada 5ª de la Liga Femenina 2, que ha quedado suspendido.
De origen dominicano, la ala-pívot de 1.83 cumple su segunda temporada en el conjunto placentino y sufrió el golpe en el segundo cuarto, aunque en principio no parecía revestir demasiada gravedad. De hecho, continuó jugando el partido, aunque minutos después comenzó a sentirse mal, se tumbó en el suelo y su estado fue empeorando conforme pasaban los minutos. Tras recibir asistencia médica en la pista, fue trasladada de urgencia de Plasencia a Cáceres para ser operada de un traumatismo craneoencefálico grave mientras en el pabellón polideportivo los árbitros decretaron la suspensión del partido entre la desazón de sus compañeras, cuerpo técnico y el público que se encontraba en las gradas. Según el parte del 112, su estado es crítico.
La jugadora dominicana Ángela Jiménez es internacional con su país y cuenta con experiencia en Liga Challenge y en Liga Femenina 2. Ángela María Jiménez Vizcaíno (Santo Domingo. República Dominicana, 3 de enero de 2003) se formó en el club ‘Juan Carlos Ramos’ de la capital de su país.
Tras pasar por todas las selecciones inferiores de la República Dominicana, con 17 ya había debutado con la selección absoluta y en la liga profesional. Con 18 años llegó a España para jugar con La Salle Melilla, con quienes jugó una temporada y media en LF2 y Liga Challenge. Hace dos temporadas fichó por Bosonit Unibasket Logroño y de ahí se incorporó al Miralvalle Plasencia, siendo una de sus jugadoras más destacadas.
El alero estadounidense de los Lakers, LeBron James, ha afirmado que podría jugar a un alto nivel otros 5 o 7 años, aunque renunció que no está entre sus planes hacerlos. El jugador hizo estas declaraciones en el día en que cumplía 40 años. Además, mostró su deseo de poder retirarse en su actual equipo, según informa la agencia EFE.
"Si realmente quisiera, probablemente podría jugar a un alto nivel durante otros cinco o siete años, aunque suene raro decirlo. Pero no voy a hacerlo", afirmó James en declaraciones a periodistas durante el entrenamiento de los Lakers en Los Ángeles.
LeBron es desde la temporada pasada el jugador más veterano de la NBA actualmente, tiene el récord absoluto de puntos anotados y también el de minutos jugados.
"Es casi gracioso, de verdad, pensar en dónde estoy, ver que sigo jugando a un alto nivel. Sigo siendo joven, pero considerado 'viejo' en términos de los años que llevo en esta profesión", digo James, reflexionando sobre su cumpleaños 40.
James también aseguró que su intención es retirarse en los Lakers: "Creo que ese es el plan. Me encantaría que todo termine aquí, ese sería el objetivo. Vine aquí para jugar la última etapa de mi carrera y cerrarla aquí".
"Pero tampoco soy ingenuo -añadió- ni demasiado idealista como para no entender cómo funciona el negocio del baloncesto. Aun así, creo que mi relación con esta organización habla por sí sola. Y espero no tener que irme a ningún lado antes de que termine mi carrera".
En esta, su temporada número 22 en la NBA, LeBron promedia 23,5 puntos, 7,9 rebotes y 9 asistencias por partido. Su porcentaje de acierto en tiros de campo es del 49,6 % y ha firmado 8 triples-dobles en lo que va de campeonato.
La próxima madrugada se enfrentará a los Cleveland Cavaliers, la franquicia con la que debutó en la NBA y con la que ganó uno de sus cuatro anillos.
Fueron 173 partidos, uno más que Alberto Herreros, uno menos que Fernando Romay, el 15ª en la lista de históricos de la selección española. El primero, un 14 de agosto de 2009, en Las Palmas contra Cuba, un amistoso en el que llevó el dorsal 18 a la espalda. El último, el pasado verano en el Pierre Mauroy de Lille, uno de los escenarios icónicos de su periplo con España (allí, en 2015, fue parte de la histórica semifinal contra Francia), en la derrota contra Canadá en los Juegos de París. Camino de los 38 años, Sergio Llull, sin rastro de decadencia en su baloncesto, dice adiós a la camiseta que jamás rechazó, la que formó parte de su leyenda y en la que deja un legado que va mucho más allá de canastas imposibles y medallas.
Lo hizo este lunes en Madrid, acompañado por la presidenta Elisa Aguilar y por varios de los tipos con los que acumuló éxitos, su familia de cada verano, el patio de su recreo. Allí, en el Museo de la FEB en Alcobendas, estaban Jorge Garbajosa,Ricky Rubio, Felipe Reyes,Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Juan Carlos Navarro, Willy Hernangómez, Víctor Claver, Santi Aldama... y, por supuesto, Sergio Scariolo, el que le hizo debutar y con el que jugó su último partido. "Nunca podré devolverla la confianza que me dio", le dijo un Llull emocionado.
Que abrió su discurso con un guiño a su condición mágica, a ese don para resolver partidos con el corazón en un puño: "Estoy nervioso, prefería tener el balón en las manos y solo seis segundos por jugar". Con la selección Llull vivió momentos únicos y conquistó hasta siete medallas en 13 torneos, entre ellas el oro Mundial de China en 2019. También tres cetros continentales (2009, 2011 y 2015), la plata olímpica de Londres 2012, el bronce de Río 2016 y el del Eurobasket de Eslovenia en 2013. Pero también experimentó sinsabores, deportivos (como la eliminación en el Mundial patrio de 2014 o los dos últimos veranos sin medalla en el Mundial de 2023 y en los Juegos de París) y físicos. Con España, en un partido amistoso de preparación para el Eurobasket 2017 en Tenerife, el balear sufrió la peor lesión de su carrera, la rotura de los ligamentos de su rodilla. En 16 años sólo se perdió ese verano y el del Eurobasket 2022, lesionado también antes de empezar. "Me he dejado el alma... y alguna parte de mi cuerpo".
Llull, rodeado por los históricos de la selección, en su despedida.Eduardo Candel Reviejo / FEBEFE
Llull, al que costó encontrar hueco y protagonismo en el colectivo que venía de ganar el Mundial de 2006, amaneció con la osadía que siempre ha caracterizado su carrera. En ese Eurobasket 2009 protagonizó un momento iniciático e inolvidable, jugándose la última posesión del partido contra Turquía y recibiendo la recriminación pública de Marc Gasol, con el tiempo su compañero inseparable. "Teniendo a Pau en el campo, jugársela con el chico que acaba de llegar... Pasan estas cosas", explotó el gigante. España acabaría ganando ese oro, en pleno apogeo de la edad dorada. Tras el Mundial 2010, llegó el oro en el Eurobasket de Lituania, la plata en Londres, el bronce con Orenga en Eslovenia... Y el cielo del oro Mundial en Pekín, donde Llull dejó una de sus mejores noches con la selección. En el angustioso partido de semifinales contra Australia, con dos prórrogas, anotó 17 puntos (cuatro triples) y repartió seis asistencias.
Llull, con la Copa del Mundo en 2019.EM
"Ha sido un honor y un auténtico privilegio defender la camiseta de la Selección. He tenido la suerte de coincidir con una generación irrepetible de jugadores, auténticos ídolos para mí, y espero haber ayudado a trasmitir los valores de La Familia a las nuevas generaciones", concluyó Llull, irrepetible.
"Me siento un privilegiado por cada campeonato, por cada paso", reconocía el menorquín (que, curiosamente, se va sin afrontar un torneo como capitán) en una entrevista con EL MUNDO durante el pasado Preolímpico de Valencia, al que acudió como garante del legado, justo los días que nacía su tercera hija, Almudena.