Su mudanza a Madrid a principios de año acabó con el divorcio de Emilio Alzamora. Se acercó a profesionales de la Fórmula 1 y reconoció la necesidad de ampliar su marca más allá de MotoGP. Youtube, TikTok, un documental… en los próximos meses su estrategia de marketing se modernizará
Por primera vez en su carrera, en su vida, Marc Márquez apareció este jueves en una sala de prensa y allí, en la quinta o la sexta fila como siempre, no estaba Emilio Alzamora, su consejero, su protector, su hasta ahora representante. En Alcañiz se escenificó el divorcio: Márquez de vuelta a MotoGP y Alzamora, ausente.
Algún día entre el 26 de junio, cuando Alzamora cerró el fichaje del hermano Álex por Ducati Gresini, y el 4 de agosto, cuando el agente ya no apareció por el Gran Premio de Inglaterra, la pareja separó sus trayectorias. Después de casi 20 años de trabajo en común -desde que Marc Márquez se incorporó a la Escuela Monlau a los 12- terminó una relación fructífera para todos. Dos comunicados lo confirmaron hace unas semanas, pero la duda se mantiene en el paddock: ¿Qué ocurrió?
Aunque ninguna de las dos partes ofrece detalles, fuentes cercanas aseguran que el divorcio viene de lejos. Exactamente del oscuro verano de 2020. Tras aquella caída en Jerez, la mala recuperación de su fractura de húmero derecho acabó con un culpable, el doctor Xavier Mir, responsable de las dos primeras operaciones, pero ya agrietó la unión entre Márquez y Alzamora. Puntos de vista diferentes, cierta tensión con la manera de comunicar lo ocurrido y, en principio, poco más. Hasta que este invierno Márquez sufrió diplopía en su ojo derecho, se mudó a Madrid y la distancia se ensanchó.
El seis veces campeón de MotoGP cambió de entorno -estrechó su amistad con Carlos Sainz Jr., vecino suyo en La Finca, por ejemplo- y junto a éste empezó a valorar un cambio. “En los últimos tiempos Marc se ha dado cuenta que puede trabajar su imagen de otra manera, mejorarla, acercarla al público, y al final eso es lo que le ha llevado a moverse”, valora una fuente cercana al nuevo núcleo del piloto.
El futuro, la clave
En el quid de la cuestión, al fin y al cabo, está el futuro del piloto. A sus 29 años, más con sus lesiones, Márquez ya valora la vida sin competir, las muchas décadas por delante como ex deportista, y le preocupa. Al contrario que Valentino Rossi, que construyó un imperio alrededor de su figura antes de la retirada, la empresa VR46, sus equipos, su Riders Academy, la imagen del español prácticamente apenas se ha explotado fuera del motociclismo. La mayoría de sus patrocinadores, Repsol, Red Bull, Allianz, Alpinestars, Tissot o Estrella Galicia 0,0, tienen relación directa con las dos ruedas y sólo sus colecciones en Pull&Bear le han sacado del sector.
“La manera de mostrarse de los deportistas ha cambiado mucho últimamente y Marc debe ir por ahí”, explica otra fuente, que avanza que en los próximos tiempos Márquez se dejará ver mucho más y lo hará en lugares hasta ahora desconocidos. Se acabó eso de ir a ‘El Hormiguero’ una vez al año, de dar una entrevista por medio cada temporada. Programas de Youtube, apariciones en TikTok, su propio documental… el camino es ancho. Y sobre todo es un camino distinto. De hecho este mismo jueves ya publicó en Youtube una especie de reality sobre su regreso a las pistas con el lema ‘Stron93r’.
De ese cambio viene el perfil de su nuevo representante, Jimmy Martínez, ex responsable de motor en Red Bull y amigo de Carlos Sainz, y ese cambio debe ofrecerle otro porvenir. La marca MM93, hasta ahora apenas utilizada -de hecho su mercadotecnia oficial aún se gestiona desde su club de fans en Cervera-, debe crecer y con ella las oportunidades para Márquez. Es imposible que alcance el patrimonio de Rossi, pero tras la jubilación debería contar con proyectos más allá de sus -aún pocas- inversiones inmobiliarias. Otra cosa es su próximo contrato en el Mundial, una duda.
Junto a Alzamora, el piloto firmó a principios de 2020 un contrato histórico con Honda que le aseguró unos 50 millones de euros en las siguientes cuatro temporadas, pero al terminar éste todo será una incógnita. Ciertos rumores apuntan a la posibilidad de que Márquez pruebe una aventura con Ducati, como ya hicieron Rossi o Jorge Lorenzo, pero no son más que rumores. En realidad, el entorno del piloto se muestra esperanzado con su recuperación y con la moto que Honda propone para 2023, con un chasis muy distinto. En todo caso, para negociar con las fábricas sin Alzamora ya habrá tiempo, antes Márquez necesita construir su propia marca fuera de los circuitos.