David Barral y Juan Guarnizo han protagonizado un durísimo enfrentamiento durante el Mundial de la Kings League, que se está disputando en México. El primero, jugador del 1K, y el segundo, presidente de Aniquiladores, ya habían tenido alguna polémica en redes sociales, pero el nivel de tensión alcanzó su punto máximo el martes después del partido que el equipo de Barral disputó contra el Cuervos.
Cuando se disponía a abandonar al pista, desde el palco comenzaron los insultos del streamer. Guarnizo llamó en reiteradas ocasiones “hijo de puta” a Barral y éste le respondió “me voy a follar a tu madre, maricón”.
Posteriormente, Juan Guarnizo explicó el motivo de su ira: “David Barral le insistió a mi madre ponerse la camiseta de 1K y hasta la pidió una foto, seguramente para publicarlo si nos tocaba enfrentarnos el jueves”.
Mientras, Barral publicó un comunicado en su cuenta de Twitter en el que pedía disculpas por lo ocurrido y especificaba que se había hecho una foto con la madre de Guarnizo durante una cena, ya que los dos equipos coinciden en el hotel, sin ninguna mala intención.
El ex jugador del Sporting, entre otros equipos de Primera, relató que vio “al presidente de Aniquiladores insultándome sin ningún motivo, con insultos muy graves que no entendí [..] Cansado de tanto improperio, le respondí de la misma manera y me retiré al vestuario“.
Los dos han sido sancionados por la bronca. El jugador del 1k no podrá jugar los próximos cinco partidos de su equipo, mientras el equipo de Guarnizo jugará con uno menos durante tres minutos en su próximo partido.
Ni siquiera había entrado aún en el estadio. Estaba con la chaqueta de entrenamiento puesta, sentada, esperando a que dieran la orden al equipo para acceder. Seria, llevaba la pierna izquierda vendada, pues había sufrido molestias. Cuando su imagen se proyectó en las pantallas, comenzó la ovación, la primera de muchas, a Simone Biles. Cuando entró, el estadio retumbó. Ella lo agradeció, abriendo su sonrisa poderosa y saludando con la mano. El gesto fue recibido con otra aclamación aún mayor.
La mejor gimnasta de todos los tiempos ha vuelto por todo lo alto al pabellón olímpico, tres años después de su retirada en los Juegos de Tokio por problemas de salud mental. Su retorno generaba mucha expectación y Biles ya marcha por delante en la general individual, en barra, en suelo y en salto, y solo en las asimétricas, el único aparato en el que nunca ha ganado una medalla olímpica, fue superada por varias rivales.
Su metro 42 centímetros explosivos y su sonrisa radiante tienen un efecto imán. Las cámaras siguen todos sus movimientos, cada gesto es aclamado e interpretado. Si está seria o sonríe. No llevo el moño perfectamente recogido, como sus compañeras, sino desordenado. Se recoloca las horquillas antes de comenzar. Arranca en la barra, el mismo aparato donde acabó su experiencia olímpica en Tokio.
"Es impresionante haber podido estar aquí y ver la vuelta de la mejor atleta de todos los tiempos", dice Joe, que ha venido desde San Francisco exclusivamente para ver el retorno de la americana en París. "Es curioso, porque es diminuta, pero es poderosa, es una auténtica diosa", señala su mujer.
Biles entró al estadio con su maillot radiante y su coleta desordenada, hizo sus marcas en la barra antes de la competición y saludó a la grada. La atracción es tal que eclipsa al resto: Cuando ella entrenaba en la barra y la atleta del equipo italiano estaba realizando su prueba de suelo, a quien aplaudía el público era a Biles. "Ha sido un espectáculo. Es como ver a Taylor Swift en concierto", dice Laure, una francesa que viene a verla con su hija, ambas con la cara pintada con los colores de la bandera francesa.
En el estadio, además de la estrella Biles, había otras que querían ver su regreso al olimpo. Estaban Tom Cruise, Jessica Chastain, Ariana Grande, Snoop Dogg o Anna Wintour, la directora de Vogue. "La he seguido desde siempre. Era un sueño para mí poder verla en estos Juegos, me quedé muy triste cuando se retiró en Japón", explica Julia, que ha venido desde Kentucky con su marido y sus hijas para ver a la gimnasta.
En el ejercicio de suelo, danzó en el aire al ritmo de Taylor Swift. Las asimétricas es el único aparato en el que Biles no tiene medalla. Era el último en la rotación: Biles entró y realizó sus piruetas con seguridad. Al acabar su ejercicio se giró y miró a la grada, llena de banderas de EEUU, luego levantó los brazos y sonrió. El público tronó. Se abrazó a sus compañeras y a su entrenadora, la francesa Cecile Landi.
Una legión de medios americanos la seguía al irse al vestuario. Su entrenadora salió a hablar y los periodistas se agolparon. Justo al lado, una de las gimnastas chinas que acababa de competir hacía declaraciones a dos o tres periodistas, pero la legión no estaba con la atleta, sino escuchando lo que tenía que decir Cecile Landi.
"No puedo expresarlo (la alegría), estoy muy orgullosa de ella, de lo que ha pasado y de lo que está mostrando al mundo que es capaz de hacer", señaló. Biles no dará ninguna rueda de prensa hasta que no acaben las competiciones.
La atleta se retiró en los Juegos de Tokio en 2021 por problemas de salud mental. Al hablar abiertamente sobre el tema ha visibilizado este problema en los deportistas. Tras un tiempo de pausa, retomó los entrenamientos y volvió en el Mundial de 2023 de Bélgica, donde ganó cuatro oros.
En total, tiene 37 medallas (entre Mundiales y Juegos) y podría sumar seis más en las pruebas por equipos del martes, el concurso general individual del jueves y en las finales, el 3, 4 y 5 de agosto. Además, Biles, que tiene cinco movimientos propios, busca en París sumar un sexto con su nombre, esta vez en las asimétricas, ese aparato donde aún no ha conseguido la gloria.
El Barça vive este martes una jornada de entradas y salidas. Por un lado, Hansi Flick ya está en Barcelona para acelerar su contratación como nuevo técnico azulgrana. Y por el otro, mientras tanto, su predecesor en el cargo, Xavi Hernández, está ya negociando los términos de su marcha de la entidad. El egarense volvió a recalcar el pasado sábado, después de que el presidente, Joan Laporta, le comunicara que no iba a seguir en la entidad más allá del próximo 30 de junio, que su desvinculación no iba a ser precisamente traumática.
Sin mencionarlo, pidiendo que se tirara de hemeroteca, recordó que estaba dispuesto a perdonar su último año de contrato para que esas cantidades se invirtieran en la contratación de su relevo. Y ese, según se señala desde el entorno barcelonista, será su gesto a nivel personal. La liquidación de sus ayudantes, en cambio, sí rondará aproximadamente la cantidad pactada para el próximo curso.
En total, Xavi estaría dispuesto a perdonar al club una cantidad que rondaría los diez millones de euros. Los miembros de su staff, con una situación menos acomodada desde el punto de vista económico, sí percibirían unas cantidades más cercanas a las que el club iba a pagarles por sus servicios la temporada que viene. El golpe a las maltrechas arcas barcelonistas, con todo, será muchísimo menor en comparación a lo que habría supuesto que el egarense se enrocara en lo establecido en su contrato. Según insistió el propio ex capitán en su rueda de prensa del pasado sábado, siempre se ha considerado un hombre de club. Y por tanto, está más que dispuesto a obrar en consecuencia. Incluso, según señaló, mostrándose a regresar al banquillo en el futuro si la entidad cree necesario volver a contar con sus servicios.
Flick, a la espera de ser oficial
Mientras las negociaciones para la desvinculación de Xavi y su staff se llevaban a cabo en la ciudad deportiva del Barça, Flick esperaba pacientemente el momento para que la entidad pudiera hacer oficial su fichaje. El alemán, establecido en un céntrico hotel de la capital catalana, firmará en principio un contrato por dos temporadas y llegará al club junto con dos ayudantes, Toni Tapalovic y Marcus Sorg. El objetivo es poder trabajar en serio en la configuración de la plantilla para la temporada que viene lo antes posible, si bien el actual director deportivo, Deco, ya tendría hechos gran parte de los deberes. La propia entidad, mientras, se encargaría de asignarle también un técnico que pueda hacer de enlace con el resto de la plantilla, a pesar de que varios de los pesos pesados, como Ter Stegen, Gündogan o Lewandowski, lo conocen bien por haber estado bajo su mando o bien en la selección germana o bien en el Bayern de Múnich.
La entidad que preside Joan Laporta, mientras, ya ha hecho oficial la renovación de un joven jugador del filial que tuvo varias opciones en el primer equipo de la mano de Xavi: Héctor Fort. El joven lateral, quien suele moverse por la banda derecha por mucho que el egarense apostara en la mayor parte de partidos en los que lo alineó por resituarlo en la izquierda, ya ha rubricado un nuevo compromiso con el club que se prolongará hasta el 30 de junio de 2026. En total, el defensa disputó a lo largo de la temporada 2023-24 ocho partidos con el primer equipo azulgrana: el de su estreno, ante el Amberes en la Champions, siete más de Liga y dos de Copa.
Ragip Xhaka protestó contra el gobierno yugoslavo en 1986 y terminó recibiendo palizas en una cárcel de Belgrado hasta que su condena terminó. Tres años y medio que su mujer esperó por él para irse juntos a Basilea, en Suiza. Allí, 1992, nació su hijo Granit, hoy capitán histórico de Suiza, una vez más revelación de un torneo internacional.
Inglaterra será la próxima piedra en el camino de Xhaka, al que le dan igual los obstáculos porque los conoce desde la infancia. No olvida su origen albano-kosovar y lo defiende en cada partido contra Serbia como si los Balcanes todavía estuvieran en guerra. Para él sí. "En Suiza no teníamos nada ni conocíamos a nadie. La gente no entiende el efecto de algo así. Es parte de mi carácter porque me hizo una persona fuerte. No escapo de los problemas", admitió él en una entrevista con 'The Guardian'. Por eso cuando se midió a Serbia en el Mundial de Qatar mostró la camiseta de su compañero Jashari, que comparte apellido con el fundador del Ejército de Liberación de Kosovo.
A pesar de que su corazón late por sus raíces y que su hermano Taulant sí representa a Albania, Granit defiende a Suiza desde las categorías inferiores, donde levantó un Mundial sub'17 en 2009. En esa edición venció, entre otros, a la Alemania de Mario Götze. A su lado, parte de la columna vertebral de la generación que ha llenado de orgullo al país: Ricardo Rodríguez o Seferovic. "Jugamos todos juntos desde muy, muy pequeños. Por eso conocemos la parte buena y mala de cada uno. Eso nos permite abordar cosas que nos pueden doler, pero al final nos ayuda a todos", explicó estos días el delantero Steven Zuber.
Tras Iniesta y Cristiano
En Alemania, Xhaka, al que llaman 'Einstein' en el vestuario por su inteligencia en el juego y su interés por la ciencia, está a punto de igualar un récord de Cristiano Ronaldo y Andrés Iniesta, que acumulan seis premios a Mejor Jugador del partido en las Eurocopas. Xhaka lleva cinco, símbolo de su constante importancia.
Contra Inglaterra completará su círculo. Nunca ha sido capaz de ganar a los británicos (se ha enfrentado en cinco ocasiones) y es el equipo ante el que debutó en 2011. Además, es el país que le vio crecer en el Arsenal de Arsene Wenger y Mikel Arteta antes de volar al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, donde es capitán general.
"Siempre quiere aprender"
El tolosarra se reconoce en el suizo , especialmente por los últimos años de su carrera. "Puedo ver en sus ojos que siempre quiere aprender. Y esto me pasó exactamente en la última fase de mi carrera como jugador en activo. Quiere convertirse en entrenador y eso se ve claramente. Creo que será un gran entrenador", declaró el técnico español. El suizo ha compaginado el doblete con el Leverkusen con el curso de entrenador que está realizando en Dusseldorf. "Es un honor que me comparen con Xabi", admite.
No ha habido tantos elogios de Xhaka a su seleccionador nacional, Murat Yakin, con el que cenó en el mes de febrero para solucionar los problemas internos del combinado suizo. Antes de Navidad, el centrocampista realizó unas declaraciones criticando la forma de entrenar del cuerpo técnico y eso provocó un cisma dentro de la selección. Yakin, sin embargo, consiguió lidiar con la situación, cenó con el futbolista en Alemania en el mes de febrero y "con un vino y un plato de comida solucionamos lo que había que solucionar". Ahora amenazan a Inglaterra.