No por conocido, el titular deja de impactar. Pedro Rocha ha sido proclamado nuevo presidente de la Federación Española de fútbol este viernes. Así lo ha anunciado la propia Federación mediante un comunicado.
“Según la Orden EFD/42/2024, de 25 de enero, por la que se regulan los procesos electorales en las federaciones deportivas españolas y el Reglamento electoral de la RFEF, la Comisión Electoral ha procedido a la proclamación directa del candidato que, de manera inmediata, pasará a ejercer como presidente de esta entidad”, dice el texto.
En realidad, esto era un paso previsto. Su condición de investigado en la ‘Operación Brody’ no le impedía ser presidente, pues sólo una sentencia condenatoria en firme le cerraría la puerta, y tampoco se lo impidió el Consejo Superior de Deportes (CSD) en su reunión del jueves, donde ni siquiera votó su posible suspensión cautelar en virtud del expediente, por falta “muy grave”, que le ha incoado el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
Para saber más
Pese a las palabras de la ministra Pilar Alegría y del secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, donde dejaban claro su oposición a que Rocha fuera la cabeza visible del fútbol español, lo cierto es que, desde este viernes, es el presidente de la Federación con todas las letras. Según fuentes federativas, el próximo lunes nombrará a su Junta Directiva e inmediatamente convocará elecciones para el próximo mes de septiembre.
Ahora está por ver si cumple su parte del pacto al que el Gobierno ha llegado en las últimas semanas con él y con todos los actores del deporte español, y en el que Rocha está obligado a desempeñar un papel discretísimo, alejado desde luego de cualquier representación pública en los próximo acontecimientos (Eurocopa y Juegos Olímpicos). De eso se encargará la Comisión de Supervisión y Representación que está tratando de fabricar, a contrarreloj, el Ejecutivo.
Por su parte, el CSD también debe meditar ahora si el próximo martes, en la reunión anunciada para seguir tratando la situación de la Federación, se decide a suspender siquiera sea provisionalmente a Rocha, ahora que ya es presidente (el jueves no lo hizo porque los servicios jurídicos tenían dudas acerca de la viabilidad de esa sanción en alguien que, hasta la mañana de este viernes, no tenía cargo alguno).
UEFA Nations League
Entrevista
EDUARDO J. CASTELAO
Enviado especial
@EJCASTELAO
Enschede
Actualizado Miércoles,
14
junio
2023
-
03:44Ver 7 comentariosEl extremo de la selección acaba de...
En el minuto 84, la afición italiana celebró un córner como si fuera un gol, y quizá no haya mejor resumen que ese para explicar lo que fue el partido de anoche. Un España-Italia dominado de principio a fin por España, mucho mejor, más vertical, más atrevida, más divertida, más coral, más todo. A lomos de un futbolista brutal como Nico Williams, la selección de Luis de la Fuente bailó con Italia, hizo con ella lo que quiso y certificó, más allá de lo ajustado del marcador, dos cosas: primero, que jugará los octavos de final y, segundo, que en Alemania hay un señor equipo y se llama España. [Narración y estadísticas (1-0)]
Cuando Vincic, un árbitro terrorífico cuyo único mérito debe ser compartir nacionalidad con el presidente de la UEFA, dispuso el descanso, España había hecho 25 ataques, por cinco de su rival; había disparado nueve veces, por una de su rival (de ellas, cuatro a portería, por ninguna del rival); había dado 299 pases, por 177 del rival... ¡Ah! Y había tenido el balón un 61% por el 39% del rival, pero como el debate de la cansina posesión ha sido superado, quede a título meramente informativo. Cuando Vincic, pues, dispuso el descanso, España había hecho suficientes cosas como para ir ganando el partido, pero su rival, Italia, salió indemne del primer tiempo, que era lo mejor que le podía pasar. La selección, mucho mejor en todas las facetas del juego, más dinámica, más peligrosa, más ambiciosa, se dejó en las manos de Donnarumma y en sus propia ceguera la opción de ponerse por delante.
Aprovechando unas molestias de última hora de Nacho, De la Fuente dio carrete a uno de sus fetiches. Laporte es un futbolista con una jerarquía incuestionable al que solamente su decisión de jugar en una Liga de juguete, con todo lo que ello conlleva, permite cuestionar. El central zurdo es uno de los referentes del vestuario y en tanto que eso, que líder, supone un asidero hasta emocional para el equipo a juicio del entrenador. Quitando eso, el resto fueron los mismos que el sábado, no hace ni una semana, tiraron menos, atacaron menos, pero iban ganando 3-0 al descanso.
Sin noticias de Chiesa y Barella
La primera jugada fue un aclarado para dejar a Nico frente a frente con Di Lorenzo. Le encaró y sacó un centro que, de no haber sido Pedri el cabeceador, hubiera sido gol. Pero el menudo mediapunta remató con la destreza con la que hubiera colgado una lámpara. Ninguna de las suertes le resulta familiar, de modo que, con toda la portería para él, se la puso a Donnarumma en el guante. El portero italiano, con todo, sufrió para sacarla por lo cercano del remate. Los italianos, por cierto, también eran los mismos que le ganaron a Italia. Spalletti, un buen técnico, está construyendo desde el verano pasado un equipo bastante apañado, pero no cuenta con la calidad individual de otras épocas. La baja forma de Chiesa y Barella, probablemente sus dos mejores jugadores, tampoco ayuda.
La segunda jugada fue más de lo mismo. Nico contra Di Lorenzo. Vencedor, Nico. En el otro costado, Lamine Yamal estaba más vigilado, primero por Di Marco, el lateral, pero luego por Barella y Pellegrini, atentísimos a esas ayudas. España intentó probarse otra vez su traje nuevo de equipo vertigionoso, y un balón largo de Unai Simón lo bajó Morata para Pedri, y Pedri para Morata y Morata para Nico, que a medio metro de la portería hizo lo más difícil que podía hacer en su remate de cabeza: echarla fuera.
España veía pasar por delante ya muchas opciones, media docena a la media hora tras un eslalon de Lamine, un disparo desde su casa de Fabián que despejó apuradísimo Dunnarumma y un 'huy' de Morata, algo ofuscado. Veía pasar España esas opciones y observaba un partido raro, con Italia relativamente cómoda pese al acoso y con algún susto cuando Scamacca lograba, fue muy pocas veces, dejar de cara para que corrieran los de fuera. Nada serio. De hecho, lo más serio fue la amarilla a Rodri que le impedirá jugar contra Albania el lunes.
Chiesa, ante Cucurella, en el Veltins Arena.AFP
A la vuelta del descanso, Spalleti quitó a Jorginho. El jugador del Arsenal las había pasado canutas con Pedri a su espalda. Entró Cristante, que le dejó un recado a Rodri a modo de saludo y que vio la amarilla. La tuvo Pedri tras otra buenísima jugada de todo el equipo, pero la envió, como Nico en la primera parte, incomprensiblemente fuera.
Prueba de madurez
Llegó el gol, no podía ser de otra manera. Y llegó, tampoco podía ser de otra manera, con Nico otra vez encarando a Di Lorenzo (el lateral del Nápoles va a tener pesadillas con el chico). Su centro no lo atrapó Donnarumma y Calafiori se lo metió en propia puerta. Era una prueba de madurez para el equipo, ya por delante tras haber jugado realmente bien y con un equipo enfrente, Italia, a la que le faltará calidad, pero nunca le sobra coraje (ni algo de suerte). Dio un paso adelante el equipo de Spalletti, no le quedó otra, pero entretanto Pedri no cazó una por muy poco y Nico, quá noche la suya, estrelló un balón en la escuadra.
Agotado Pedri y confuso Yamal, De la Fuente dio entrada a Ferran Torres y Alex Baena, dos que debutaban en el torneo, igual que Ayoze. Dio igual. España no concedió un solo tiro más a Italia. Fueron 20 tiros contra tres. Fueron 57 ataques contra 11. Fue poca posesión (56%). ¿Y? Fue, así como suena, un baile.
La euforia, ya se sabe, pasa factura. No ha sido mucha, la verdad, apenas un partido, pero a Rodri y a Morata les han costado eso, un partido de sanción, sus cánticos en la celebración de la Eurocopa, el lunes 15 de julio en Madrid. "¡Es españoooooollllll, Gibraltar es españoooooolll!", cantaron en varios momentos del festejo el capitán del equipo y el mejor jugador del torneo.
Ninguno podrá estar en el primer choque de la campeona de Europa, el próximo 5 de septiembre en Belgrado contra Serbia. Como quiera que tres días después el equipo vuelve a jugar, contra Suiza en Basilea (todo dentro de la Liga de Naciones), lo lógico es que ambos sean convocados por Luis de la Fuente a finales de este mes.
En la Federación contaban con un castigo así, mínimo. Desde el momento en que fue la propia UEFA la que anunció, días después de la fiesta, que abría un expediente a los dos jugadores, estaba más o menos claro que un toque de atención les llegaría.
La UEFA anunció la apertura de ese expediente después de que la Asociación de Fútbol de Gibraltar presentara el 16 de julio una queja oficial por la "extremadamente provocativa e insultante" la celebración de la selección española.
La UEFA argumentó que los jugadores podrían haber violado varios artículos del Reglamento Disciplinario, sobre todo el 55 (por violar los Principios generales de conducta y/o violación de las normas básicas de conducta decente) y el 11(2)(b), por utilizar acontecimientos deportivos para manifestaciones de naturaleza no deportiva). Tres semanas después, el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA ha anunciado su resolución con mucha solemnidad.
La sanción ha dejado satisfecha a la Federación de Gibraltar. "La Asociación de Fútbol de Gibraltar acoge con satisfacción la decisión de la UEFA de imponer una sanción de un partido a los jugadores de la selección española Rodrigo Hernández Cascante (Rodri) y Álvaro Morata a raíz de la denuncia presentada por la GFA", afirma en un comunicado.
La UEFA admitió a Gibraltar como miembro de pleno derecho en mayo de 2013, tras una sentencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y en contra de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y del gobierno español.