Gran Canaria
Tras 18 temporadas como profesional, cuatro como comentarista y una amplísima preparación, el ex jugador llega a la presidencia del club de su vida, el Gran Canaria. “Acabo con mis jugadores en la sala de pesas”, bromea
De la cancha al palco, pasando por una transición de cuatro años como comentarista de Movistar. Pero el fulgurante ascenso de Sitapha Savane (Dakar, Senegal, 1978) hasta la presidencia del Gran Canaria con el que disputó 303 partidos durante nueve temporadas -con 488, es el jugador no nacido en España con más duelos en la Liga Endesa- no se entendería sin sus ambiciones más allá de la cancha, desde la política a la cooperación internacional, pasando por el Business Management para el que, nada más colgar las botas, se preparó cursando el prestigioso MBA Ejecutivo del ESCP Europe (es, además, licenciado en Económicas por la Navy).
- Siempre tuvo claro que habría un día después del baloncesto.
- Se lo aviso a todos los jugadores, la carrera acaba. Algunos se preparan para ello, otros no tanto. En mi caso, ya me había graduado en la Academia Naval y cuando terminé en Estudiantes fue para entrar en un MBA. Este cargo une tres vertientes, la del baloncesto, la del liderazgo y la de gestión empresarial. Es gran parte de la razón por la que ha aceptado, porque además es para el club de mi vida.
- ¿Cómo surge su nombramiento?
- Aquí en Gran Canaria no sorprende. Mi nombre había sonado cada verano desde que me retiré. Sencillamente, recibí la llamada del Cabildo [propietario del club]. Han estado planteándose un cambio de ciclo y preparación no me faltaba.
- ¿Se siente raro en el palco?
- Por ideología no. Si algo tiene el baloncesto es que es un espacio de inclusión. A los de izquierdas, de derechas o cualquier tipo de pensamiento nos unen sus valores, el amor al juego. Ahí no preveo ningún tipo de problema, ni lo he tenido. La dificultad del palco es estar sentado, controlar las emociones.
- Empezar con buenos resultados siempre ayuda.
- Estoy encantado, hay que aplaudir a Lakovic y al equipo. Siendo un presidente que era jugador hace cuatro temporadas y que ha jugado con varios de los jugadores de mi equipo, tengo una relación de hermano mayor con ellos. Jaka me pidió estar lo más cerca posible. Pero claro, a veces acabo con ellos la sala de pesas. Stevic, que está de baja, me hace la broma de que le voy a quitar el puesto.
- Urge volver a la Copa.
- Sí, sí. Esto no se esconde. El entrenador y la plantilla lo tienen clarísimo. Pero él se asegura de que se centren en el siguiente partido y en mejorar un poquito cada día. Me gusta mucho su su metodología y su forma de pensar.
- ¿Cómo se ha encontrado el club?
- Había división. Se estaba viendo una imagen del Granca diferente a la acostumbrada. El año pasado llegamos a cierto extremo, a peleas internas. La parte deportiva ni era tan mala. Pero con todo el ruido negativo… Cuando me buscan, entiendo que encuentran a un número uno en consenso. Del baloncesto algo sé, formación y ganas tengo. Y la parte del liderazgo, creo que también la demostré a lo largo de mi carrera.
- ¿Por dónde pasa el crecimiento de un club medio en un entorno de crisis como es el de la ACB?
- La base es la era del Sportainment. No nos podemos quedar en la parte del purista. Hay que trabajar esto como un espectáculo y eso es algo de lo que Antonio Martín es consciente. En cuanto a marketing, debemos centrarnos en la afición, que es el cliente y de estar integrados en la comunidad local.
- ¿Cómo se puede luchar contra la tiranía económica y deportiva de Real Madrid y Barça?
- Eso es un problema estructural. O no, porque también es un debate. Sin Madrid y Barca seguramente perdemos una serie de cosas como Liga. Aquí no hay respuesta fácil. Tienes que luchar desde tu posición, contigo mismo, ser la mejor versión de ti mismo. Mi planteamiento como jugador no era si tenía que si no llegaba a la NBA era un fracaso. Era: ‘Taph, tienes que sacar lo mejor de los dos metros y un centímetro que Dios te ha dado’. Si te retiras sabiendo que lo has hecho, pues te vas totalmente satisfecho. Esto es lo que tenemos que hacer como club.
- ¿Cómo puede trascender un club más allá de lo deportivo?
- Un club tiene que tener razones de ser que van más allá de ganar 16 o 19 partidos una temporada. El impacto social. El deporte tiene una voz única en nuestra sociedad, un gran poder para impactar a la gente, para hacer una diferencia en sus vidas. Hemos lanzado el proyecto Compromiso Granca, donde se engloban nuestras acciones: reforestación, limpieza de litoral, lucha contra el bullying y la violencia en el deporte… Que se vea involucrarse a deportistas profesionales es un gran ejemplo.
- Pero el aficionado lo que quiere son éxitos.
- Sería poco creíble prometer que en dos años vamos a ganar al Madrid y al Barça y a llevarnos la Liga. Pero puedo decir que en dos años podemos ser el campeón en impacto social dentro de la ACB. Respeto que hay gente que elegiría una final. Pero no tenemos que elegir, vamos a luchar al máximo para estar lo más arriba posible. Y también vamos a tener todas las acciones de impacto social en las que vamos a involucrar a nuestra afición a crear otra vez el sentimiento de familia.
- ¿La NBA es el espejo?
- Totalmente y no sólo las franquicias. Allí la asociación de jugadores hace cosas fantásticas. Aquí, en mi opinión, no es el caso. A nivel de la Liga, sí, hemos visto el programa contra el bullying que ha tenido muchísimo éxito. Pero espero que por parte del sindicato de jugadores sean cosas en las que se apunten.
- ¿Ha aplazado muchos de sus proyectos futuros?
- Hay proyectos que he delegado, como los de emprendimiento social entre Senegal y España, porque afectan literalmente a vidas de personas. Esto no se podía parar solo por mí. Volveré a ellos porque, como he dicho, no seré presidente 10 años ni muchísimo menos. Aportaré todo lo que pueda y procuraré dejar cierto sello en el club.
