Los azulgrana, con una nueva gran actuación de Satoransky y unos buenos últimos minutos de Higgins, se impusieron en la prórroga a un rival que tuvo en Dedovic y Petrusev sus mejores argumentos
Nikola Mirotic no tuvo precisamente el mejor de sus días en Belgrado. Le bastó, eso sí, con una aparición estelar, en el último suspiro, para forzar la prórroga y abrir finalmente el camino para el triunfo del Barça ante un Estrella Roja que, durante muchos minutos, le tuvo el pie en el cuello (94-99). Gracias, en este caso, a una actuación tremendamente destacada tanto de Filip Petrusev (24 puntos, 24 de valoración) y Nemanja Dedovic (24 puntos, 30 de valoración). Cory Higgins (15 puntos), en unos últimos diez minutos de alto voltaje y, muy especialmente, un Thomas Satoransky (19 puntos, 28 de valoración) capaz de castigar desde más allá de la línea de los tres puntos al conjunto serbio y dirigir con diligencia el ataque azulgrana fueron también determinantes para que los de Jasikevicius lograran un resultado que les permite mantenerse en lo alto de la tabla.
El Barça, de la mano sobre todo de un Satoransky infalible en los triples, con cuatro transformados en cuatro intentos, y un Kalinic tremendamente motivado, pero que acabaría por diluirse con el paso de los minutos, firmó un primer cuarto del todo demoledor en Belgrado. Así lo atestigua el 15-27 con el que terminó un primer periodo en el que por parte del Estrella Roja aparentemente sólo Petrusev parecía capaz de aguantar realmente el tirón. Vildoza, por su parte, tuvo que marcharse a los vestuarios en primera instancia por lesión y acabó siguiendo el resto del duelo desde la grada.
Los barcelonistas, de hecho, se las prometieron muy felices en el arranque del segundo cuarto, cuando lograron marcharse muy pronto por 15 puntos en el marcador (19-34). Los locales, con todo, provocaron que a sus rivales se les apagaran las luces en ataque y, gracias a la irrupción de Nedovic, muy buenas aportaciones de Holland y un Petrusev que mantuvo sus buenas prestaciones, le dieron la vuelta a la situación con un parcial de 17-0 que les permitió volver a ponerse por delante en el duelo (36-34). Incluso, consiguieron atesorar una máxima ventaja de cuatro puntos (40-36) que el Barça, por medio de Satoransky y Laprovittola, consiguió responder in extremis para marcharse al descanso levemente por delante (40-43) y recuperar, al menos en apariencia, las sensaciones perdidas.
El dominio de Estrella Roja
Sólo, en apariencia. Durante el tercer cuarto y gran parte del cuarto fue el Estrella Roja el que lo tenía todo en sus manos para hacerse con la victoria. Tras el descanso, los locales siguieron golpeando duramente a un Barça que, por momentos, pareció encontrar a un Mirotic tremendamente desaparecido del duelo en la primera parte. El 65-57 con el que se llegó a los teóricamente últimos diez minutos del encuentro parecía una losa casi inasumible. Y aún se pondrían peor las cosas cuando, casi de un plumazo, los locales lograron marcharse por 12 en el luminoso (69-57) nada más arrancar el cuarto.
El oportuno acierto en los triples de Abrines y Sanli, no obstante, cambió radicalmente un panorama que el hispano montenegrino, con un tiro casi sobre la bocina, aclaró casi definitivamente para los suyos cuando, de nuevo, todo indicaba que iban a morir en la orilla. En la prórroga, nada importó las dos técnicas consecutivas que le costaron la eliminación a Jasikevicius. Allí, en el auténtico momento de la verdad, tanto el propio Mirotic como Higgins acabarían por darle el golpe definitivo a un Estrella Roja que, finalmente, acabaría cayendo por 94-99.
