Roland Garros
El 14 veces campeón en París desvelará este jueves a las 16:00 horas en la Rafa Nadal Academy su situación
Ver un Roland Garros sin Rafa Nadal ya es una opción factible. En toda su carrera profesional, sólo una vez el español dejó de visitar París: fue en su año de debut, en 2004, cuando sufrió su primera fractura en el pie izquierdo y no pudo jugar en tierra batida. Desde entonces, 18 ediciones consecutivos, 14 títulos celebrados, la mayor historia de éxito del tenis y una de las mayores del deporte. ¿Hasta este curso? Este jueves a las 16.00 horas, en su academia de Manacor, Nadal desvelará en una rueda de prensa si su racha en Roland Garros sufre un paréntesis.
Aquejado de una rotura muscular en la pierna izquierda desde hace varias semanas, fuera de las pistas desde el Abierto de Australia de enero, sus previsiones pasaban por regresar en los Masters 1000 de Madrid o de Roma y estar en París, pero finalmente todo apunta a que, tras perderse las citas previas, tampoco cumplirá con su meta. El milagro tantas veces vivido, como el año pasado, cuando llegó con fuertes dolores en el pie izquierdo, esta vez parece muy difícil.
Su renuncia a Roland Garros, la segunda de su vida, sería un duro golpe psicológico. A sus 36 años, tras ser padre por primera vez, su temporada se centraba en llegar en las mejores condiciones posibles a la Philippe Chatrier y ahora posiblemente deberá renfocar sus objetivos. Sin el apuro por la cercanía de la cita francesa, su recuperación contará con más margen, pero la hierba de Wimbledon no parece el mejor lugar para volver de una lesión y el cemento indoor también supondría un desafío en ese sentido.
Más teniendo en cuenta la caída en el ránking que provocaría su ausencia en París. Pese a que, con su palmarés, no tendría ninguna importancia a nivel histórico, sí lo tendría a nivel práctico. Sin los 2.000 puntos de Roland Garros, acabaría fuera del Top 100, lo que le llevaría a un horizonte incómodo, con los mejores rivales situados en rondas tempranas. Sería una situación extraña en la que Nadal no está desde hace más de 20 años, desde 2003, antes incluso de su primera ausencia en el Grand Slam galo.
Una rehabilitación que se alarga
“Ahora toca reposo deportivo y fisioterapia anti inflamatoria. Tiempo normal de recuperación: de 6 a 8 semanas”, explicó Nadal en su Twitter en enero cuando desveló el diagnóstico médico que le puede apartar de París: lesión de grado 2 en el músculo psoas ilíaco de pierna izquierda. Luego, comunicado a comunicado, fue explicando que la rehabilitación no avanzaba como deseaba y que se iba alargando, se iba alargando, se iba alargando. Su cuerpo, otra vez, se lamentaba.
Si en el último Abierto de Australia fue la pierna izquierda, meses atrás en el US Open había sido el abdomen, ya dañado en Wimbledon 2022, antes, a principios de curso, una fisura en las costillas y antes tantas y tantas lesiones. “Es evidente que van sucediendo cosas, el vaso se va llenando y llega un momento que el agua puede salir por fuera”, aseguró el español en rueda de prensa hace unos meses, recordando su “edad avanzada”, sus 36 años. Al mismo tiempo, también quiso apartar la posibilidad de una retirada inmediata, algo que sigue fuera de la mesa.
La probable baja de Nadal en Roland Garros aumenta las opciones al título del resto de candidatos. “¿Si me siento favorito en París? Depende de si Nadal juega o no”, aceptaba Novak Djokovic este miércoles después de caer ante el danés Holger Rune por 6-2, 4-6 y 6-2 en cuartos de final del Masters 1000 de Roma. Carlos Alcaraz, también derrotado en Roma, será el otro gran aspirante con otros, como Daniil Medvedev, Jannik Sinner, Casper Ruud, Stefanos Tsitsipas o el propio Rune en la lista.