Rafa Mir tiene asumido que se sentará en el banquillo acusado de dos presuntos delitos de agresión sexual con acceso carnal aunque sigue negando que los cometiera. El delantero, que juega cedido por el Sevilla en el Elche, compareció vía telemática ante la jueza que instruye la denuncia que dos jóvenes presentaron el 1 de septiembre de 2024 después de haberlo conocido en una discoteca y haber pasado la noche en su casa de Bétera. Esta declaración indagatoria es consecuencia del auto de procesamiento hecho público por la magistrada en el que recoge que hay “indicios y no meras sospechas” de la agresión.
El jugador, según fuentes próximas a la declaración, no ha contestado a las preguntas de la jueza y, por boca de su abogado, Jaime Campaner, se ha ratificado en su primera declaración, cuando aseguró que las relaciones fueron consentidas.
Tambén ha solicitado que sean tenidas en cuenta en la causa las contradicciones que existen entre las declaraciones de las jóvenes y los testimonios que prestaron en el juzgado quienes primero las atendieron. De un lado, los empleados de la empresa de seguridad de la urbanización, que declararon haber escuchado a las víctimas hablar de agresión sexual. Sin embargo, en el informe remitido por la empresa al juzgado, no se recoge este hecho.
Delito leve de lesiones
Tampoco los cuatro agentes de la Policía Local de Bétera que acudieron a la vivienda recibieron ninguna denuncia por parte de las chicas de haber sido víctimas de una violación, y a estas contradicciones se agarra la defensa de Mir, que está procesado junto a su amigo Pablo Jara, que además, golpeó en la cara a una de las jóvenes, por lo que suma un delito leve de lesiones.
Lo que no hará Rafa Mir es prolongar el proceso. El jugador no va a recurrir el auto de procesamiento de la jueza, lo que puede acelerar, a la espera de que se pronuncien las defensas y la Fiscalía, que se abra juicio oral y Mir acabe sentado ante un tribunal de la Audiencia de Valencia.
Por el momento sigue en libertad con una fianza de 12.500 euros, para cubrir la posible responsabilidad civil que se derive de una condena.