La mercancía, con un valor de 75 millones de euros, fue interceptada en dos cargamentos en el puerto de belga de Amberes a principios de 2020
Quincy Promes, futbolista neerlandés del Spartak de Moscú y exjugador del Sevilla, está siendo procesado en Países Bajos por importar más de 1.300 kilos de cocaína con un valor de 75 millones de euros.
La mercancía viajaba en dos cargamentos de cocaína, uno de unos 650 y otro de 713 kilos, que fueron interceptados en el puerto belga de Amberes en enero de 2020, según ha confirmado el Ministerio Público de Países Bajos.
El futbolista de 31 años internacional con Países Bajos está acusado de narcotráfico y participación en una organización criminal, en un procedimiento judicial cuya audiencia preliminar está programada para el próximo lunes.
No es la primera vez que Promes tiene problemas con la justicia, ya que, a mediados de marzo, la Fiscalía neerlandesa reabrió otra investigación penal sobre él por “asalto grave”, tras apuñalar a su primo en una rodilla durante una fiesta familiar. Sin embargo, se descartó el intento de asesinato, al no haber pruebas suficientes para establecer que el objetivo del agresor fuera “matar a la víctima”.
El jugador habría agredido a su primo con un cuchillo, alcanzando un tendón y causándole “lesiones graves en la rodilla” y problemas para caminar durante mucho tiempo, además de un trastorno de estrés postraumático.
El futbolista siempre ha negado la agresión a su primo, pero en conversaciones telefónicas intervenidas por la policía, se le puede escuchar confesando el apuñalamiento, según la fiscalía.
El Ajax, equipo para el que jugaba el internacional neerlandés cuando fue detenido en 2020, lo vendió dos meses después al Spartak de Moscú por 8,5 millones de euros más variables, casi la mitad de los 15,7 más variables que pagó al Sevilla, en el que militó durante la temporada 2018/19
