Valencia CF
La presidenta Layhoon Chan insiste en su discurso de que los problemas financieros del club impedirán que haya refuerzos para Baraja en enero.
El Valencia no tiene capacidad financiera para acudir al mercado de invierno y reforzar su plantilla. Lo dijo en múltiples ocasiones la presidenta Layhoon Chan durante la junta de accionistas. Lo reclamaba Rubén Baraja porque tiene un equipo corto y no puede mirar más a la cantera para evitar pasar por las apreturas que llevaron al club a coquetear con el descenso. Confesó Layhoon que nunca imaginó en el verano de 2022, cuando volvió a la presidencia, que el Valencia pasaría una agonía. Sin embargo, ni ella ni Peter Lim temen que eso vuelva a pasar. “El accionista principal no cree que hay riesgo de bajar a Segunda, confía en Baraja“, sentenció.
El sustento de esa creencia de Peter Lim lo fijó la presidenta en su fe en el trabajo de Baraja, con quien Lim nunca ha hablado. “Apoya la forma en que está gestionando el equipo y confía mucho en él”, se limitó a añadir. En eso, el máximo accionista coincide con los aficionados. La labor del técnico es lo único a lo que agarrarse, pero su tarea no será fácil.
El Valencia no va a acudir al mercado de enero. Al menos no lo tiene previsto. No tiene capacidad económica para hacer frente a fichajes: “Tenemos un presupuesto y lo hemos superado”, dijo. Quizá pudiera llegar algún refuerzo con la salida de jugadores que no cuentan con demasiados minutos y que dejaran disponible “algo de presupuesto”. Los importantes, según Layhoon, se quedan. “No creo que vaya a haber ventas en este invierno. Si ni podemos reforzar, lo último que queremos hacer es vender a jugadores clave“, explicó.
Pero nadie en el club tiembla con una caída del rendimiento del equipo, que sólo ha sumado un punto de los últimos 12 y se mide este sábado al FC Barcelona. La directora financiera, Inma Ibáñez, explicó durante la junta que no contemplan un escenario de descenso por insostenible. Entre otras razones porque la ayuda al descenso que otorga la Liga, y que rondaría los 37 millones para el Valencia, se la cobraría casi completa Right&Media como garantías de un préstamo ligado a los derechos de televisión que el Valencia no podría devolver en Segunda.
Por lo oscuro de ese escenario, nadie piensa en él. Prefieren ser optimistas. “El año pasado teníamos un coste de plantilla de más de 90 millones, este año es algo menor, pero en la competitividad no ha tenido impacto. Tenemos un vestuario muy unido y jugadores muy comprometidos con el club y con el entrenador”, argumentó la presidenta, que no dejó de insistir en los “problemas financieros”.
Un 20% del estadio sin financiación
Pese a este panorama de apreturas, el Valencia insistió a sus accionistas y después en rueda de prensa que está listo para afrontar las obras del nuevo estadio. Acepta la postura del Ayuntamiento de retrasar el convenio hasta el comienzo de las obras y trabaja en obtener la licencia y, de manera esencial, en conseguir la aprobación del “desarrollo urbanístico” que recoge los beneficios ATE.
“Quiero comenzar este proyecto porque somos capaces de hacerlo, por eso mi sentimiento es de ahora o nunca”, dijo la presidenta antes de volver a echar las cuentas con la ayuda de la directora financiera. El coste total estimado es de 340 millones, de los cuales hay 172 invertidos ya. Con los 80 de CVC, los 35 de ventas de activos del terciario, lo que quedaría sería “entre el 15-20% de lo que nos falta. Y eso no tiene por qué ser un problema para financiarlo. Trabajaremos en una reestructuración total de toda la deuda“, aseguró Ibáñez.
¿Cómo se puede en un contexto económico precario? “Porque una cosa es el presupuesto para el equipo y a parte está el del estadio”, recordó de nuevo Layhoon, que para pagarlo confía en el rendimiento que genere el nuevo campo. Incluso la directora financiera se atrevió a asegurar que esos gastos no tendrá impacto en el coste de la plantilla. “Si acaso espero que sea un impacto positivo”.
Sobre la salida de Peter Lim del club, la presidenta no fue tan tajante como en otras ocasiones, pero insistió en que su “compromiso” se volvió a hacer evidente el pasado verano cuando volvió a invertir -aunque el término correcto es prestar- 35 millones de euros para cuadrar las cuentas.
Pero si hay alguien interesado en adquirir el Valencia, en la junta quedó claro quien puede ser su interlocutor: el consejero, e hijo del dueño, Kiat Lim. “Peter Lim no vende, que yo sepa. Lo que le he dicho a los accionistas que me preguntaban cómo hacerle llegar una oferta es que lo podían hacer a través de Kiat Lim”. Una forma que escogió la presidenta para salir del paso.