La sonrisa le sale tan fácil como una asistencia cuando está en el campo. Incluso un punto de fina ironía dulcificada con el acento canario. A Pedri (Tegueste, 2002) el fútbol le ha enseñado su cara feliz, pero también la amarga en forma de lesiones, de dudas y críticas maliciosas. Eso, en ocasiones, le ha hecho cambiar el gesto y ocultar al chico que disfruta jugando en las playas de Tenerife, siempre cerca de un mar que le alimenta.
- Dice De la Fuente que son insaciables, ¿es así este vestuario?
- Sí, lo hemos hablado estos días. Hemos ganado la Eurocopa, pero eso ya acabó y ahora tenemos que ir a volver a ganar la Nations League.
- Desde el Mundial hasta prácticamente la Euro no estuvo con la selección, ¿notó cambios?
- El fútbol suele ser el mismo, aunque es verdad que cada entrenador tiene sus normas. En el grupo noté poco cambio. Seguimos yendo todos a una y el resto se queda fuera.
- Ahora está Nico o Lamine para alegrar el vestuario.
- Con ellos tenemos gracia para rato… [Se ríe]
- ¿Dan mucho la tabarra?
- Hay alguno que sí. Ferri [Ferran Torres] me la da mucho, pero se aguanta.
- ¿Qué no debe perder esta selección?
- Sobre todo esa diversión, porque cuando lo haces fuera del campo, dentro también se nota.
- ¿El gen canario aporta tranquilidad?
- [Se ríe] Sí, ahora somos tres en la selección [Ayoze y Pino] y se nos nota que vamos más tranquilos que el resto.
- También aportan un toque diferente, ¿eso corre riesgo de perderse
- Quizá un poco. El fútbol canario es de magia, de inventar cosas, de disfrutar dentro del campo… Y es verdad que se está perdiendo porque ahora todo es más robótico y físico.
- Morata habló de la falta de respeto con los futbolistas; Raphinha ha confesado que ha llorado mucho, ¿Pedri se ha sentido injustamente tratado?
- Muchas veces se han dicho cosas que nos son verdad y te afectan. Pero, al fin y al cabo, cuando eres futbolista profesional sabes que estás en el foco y que van a hablar de ti.
- ¿Se puede uno olvidar de eso, se trabaja para gestionarlo?
- En mi caso, soy una persona tranquila, pero hay gente que lo pasa muy mal y tiene que acudir a profesionales. Hay que reforzarse en la familia y en las cosas que te hacen feliz para olvidar lo que se dice.
- Con 19 años todo eran elogios, premios, ¿entendiste cuando se volvieron críticas?
- Mi familia ya me advertía que en cualquier momento eso podía pasar. Nadie está preparado para las críticas, pero las llevé bien por los consejos de mi familia. Es verdad que hubo cosas que no me gustaron porque son mentiras. No decían la verdades y esto te duele. Pero hay que saber estar tranquilo.
- Hace años decía que le daba vergüenza convertirse en una estrella, ¿esa vergüenza ya la ha perdido?
- Cuando a veces me reconocen por la calle me sigue dando un poco de vergüenza y no sé cómo actuar. Día a día te vas acostumbrando y se va pasando.
- ¿Es eso lo que hace que a veces Pedri parezca algo distante?
- No soy distante, pero a veces me da vergüenza porque soy un poco tímido al principio y eso se nota.
- ¿Es eso lo que hace que a veces Pedri parezca algo distante?
- No soy distante, pero a veces me da vergüenza porque soy un poco tímido al principio y eso se nota.
- Confesó que no quería ser como los demás futbolistas, no sé si es un consejo que da a todos sus compañeros jóvenes que se incorporan al Barça o a la selección.
- Les digo que sean ellos mismos dentro del campo, que no se tiene que fijar en nadie.
- Durante años le pedían llegar más al área, y ahora llega Hansi Flick y le retrasa…
- Es verdad que con Flick estoy jugando más atrás, pero es una posición que me gusta. Estoy en contacto constante con el balón y, al fin y al cabo, lo que quiere un jugador es tener la pelota y cuanto más, mejor. Todos los entrenadores me piden que llegue, pero Flick también que organice.
- ¿Cómo le ha explicado ese cambio de posición?
- Quiere que me pegue al ‘6’ para sacar la pelota y, cuando la tengamos, que llegue arriba y haga goles y asistencias.
- Se está demostrando que es compatible con Dani Olmo…
- En la Eurocopa nos reíamos porque escuchábamos que no podíamos jugar juntos, que a ver quién iba a ser titular… Nosotros sabíamos que podíamos y, además, nos llevamos muy bien y nos entendemos en el campo.
- ¿Cree que fue una polémica algo forzada?
- Si intentaban enfrentarnos no lo consiguieron porque nosotros nos hacíamos bromas y nos vacilábamos con eso diciendo ‘no, no podemos jugar juntos. Lo siento’. Sabíamos que igual después del verano nos juntábamos y era perfecto.
- ¿Le pidió que viniera al Barça?
- Sí. Le escribí que viniera, que quería jugar con él.
- ¿En qué ha cambiado el ambiente con Hansi Flick?
- Con Xavi eran todo críticas, todo parecía que iba mal y ahora va todo más tranquilo. No le dan tantos palos en la prensa y ha aportado seriedad, aunque también vacila y es cercano con los jugadores.
- ¿Cómo de cercano?
- Mucho. Aunque parezca un robot y sea muy serio, tiene corazón y sabe llevar al grupo. Es capaz da dar un abrazo a quien lo necesite o tener una charla con él.
- ¿Y el debate del estilo del Barça dónde queda?
- Siempre existirá. Seguimos mandando en el juego, tenemos jugadores para ello, aunque con matices, como ir más al espacio.
- Hay algunos compañeros que parecen más felices: Lewandowski, Raphinha…
- A los de arriba les gusta picar, tener más ocasiones y se sienten mucho más cómodos.
- Cuando se lesionó en la Eurocopa, ¿llegó a pensar que alguien le había gafado
- Es verdad que en ese momento pensé en por qué me pasaba todo a mí, que vaya mala suerte… Pero luego me quedé con un comentario que me hicieron de que lo mirara por el lado bueno, porque fue una jugada fortuita y cuando estaba fuerte físicamente. Me lo tomé así, sabiendo que en cuanto me recuperara estaría de nuevo al 100%.
- En todo ese tiempo fuera de los campos, ¿en qué se refugió Pedri?
- En mi familia siempre. Pero he probado muchísimas cosas, pilates, agua fría por la mañana… Conozco mejor mi cuerpo porque empecé muy joven y, quieras o no, eso se nota. Ahora he encontrado algo que me va muy bien…
- Dígame el secreto…
- Con el trabajo específico de Julio [Tous] en el Barça, de fuerza con gomas, poleas, etc., me siento muy bien. Luego sigo haciendo pilates, aunque mi profesor ahora se ha lesionado y ahora no puedo dar clases, y sigo con la cámara hiperbárica, el agua fría por las mañanas, controlamos el sueño… Son cosas que hemos ido añadiendo a la rutina.
- ¿Sin qué no podría vivir Pedri?
- El fútbol. Lo es todo en mi vida. Es lo que más me divierte.
- Creía que me iba a decir el mar…
- También [sonríe]. Tener el mar cerca es algo imprescindible para mí, como para todos los canarios. Me da paz. En Tenerife iba mucho con los colegas a la playa a jugar al fútbol y eso me ayudaba a relajarme y desconectar.
- ¿Todavía puede hacerlo?
- Depende de en qué playa [se ríe]. Tengo que elegirla bien. Es verdad que lo hago menos que antes.
- ¿Cuándo es más feliz?
- Con mi familia y ahora mi perrito Nilo. Mi madre lo quería llamar Thor, pero yo busqué otros nombres y me dejó elegir. Mis padres viven conmigo en Barcelona, aunque mi padre va yendo y viniendo a Tenerife para cuidar a mi abuela.
- ¿Y esa costumbre de tirarle un penalti a su padre cuando gana algo de dónde viene? En Berlín tuvo que lanzarlo con la mano.
- Es una rutina que tenemos. Espero ganar muchos títulos para que pueda parar. Mi padre fue portero y siempre me decía que tenía que llegar a Tercera para superarle. Ahora nos vacilamos con eso.