Niemann pierde en los juzgados contra Carlsen y Chess.com, pero el juez le deja abierta una puerta

Niemann pierde en los juzgados contra Carlsen y Chess.com, pero el juez le deja abierta una puerta

Actualizado

Un juez de Missouri desestima la denuncia por monopolio y se inhibe en las acusaciones por difamación

Crystal FullerGrand Chess Tour

Un juez federal de Missouri desestimó ayer la demanda presentada por el gran maestro Hans Niemann, a quien el excampeón del mundo Magnus Carlsen había acusado de hacer trampas, primero de forma velada y más tarde de un modo directo. La joven estrella reclamó 100 millones de dólares no solo al astro noruego. También denunció a su compatriota Hikaru Nakamura, a la plataforma Chess.com, a la empresa Play Magnus Group y al maestro internacional Daniel Rensch, por conspirar para situarlo en una especie de lista negra, lo que le supuestamente le ha causado “daños devastadores”.

En total, Niemann pedía cerca de 500 millones de dólares, pero el juez Audrey G. Fleissig ha desestimado con perjuicio al menos las dos demandas antimonopolio. Esto significa que el americano no podrá volver a presentar denuncias por este motivo. El resto de cargos, centrados en las acusaciones de difamación, fueron desestimados por falta de jurisdicción y “sin perjuicio”. El tribunal desestimó las demandas federales y se declaró no competente para juzgar las estatales, lo que deja la puerta abierta a que el caso se vuelva a presentar ante un tribunal estatal.

En paralelo, una comisión de la Federación Internacional de Ajedrez investiga el asunto y podría llegar a sancionar a Carlsen, porque nunca logró probar que Niemann hubiera hecho trampas en partidas en vivo. El presidente de la FIDE aseguró hace unos días a este diario que lo más probable era que la comisión independiente esperara a la resolución judicial antes de dar ningún paso. Ahora parece más improbable que castiguen al excampeón.

Reacciones al fallo

Las reacciones de la parte ganadora no se han hecho esperar. Craig Reiser, abogado de Carlsen, declaró a ‘The Washington Post’ que les complace la decisión del juez. “El intento de Niemann de acallar la libertad de expresión mediante litigios estratégicos ha fracasado”, aseguró el abogado.

“Estamos muy satisfechos con la decisión judicial. Nuestros clientes están contentos de ver el final de esta historia y de que todas las partes puedan centrarse ahora en hacer crecer el juego del ajedrez”, comentaron por su parte Nima H. Mohebbi y Jamie Wine, de Latham and Watkins, el bufete de abogados que representó a Chess.com, Play Magnus y Daniel Rensch. Los representantes de Niemann guardan silencio, por el momento.

Origen de la disputa

La disputa entre Carlsen y Niemann comenzó el 4 de septiembre dle año pasado, cuando el segundo derrotó al entonces campeón del mundo en una partida en San Luis. Magnus abandonó la competición al día siguiente e insinuó en Twitter, a través de un vídeo de Mourinho, que algo raro había pasado sobre el tablero. Días después, en un torneo por internet, el noruego abandonó su partida contra Niemann después de hacer solo un movimiento. Ahí fue más claro, por primera vez. “Creo que Niemann ha hecho trampas más veces de las que confiesa”, declaró.

Magnus aludía a unos hechos que acababa de hacer públicos Chess.com, que Hans Niemann había hecho trampas en el pasado, las últimas cuando tenía 16 años, en partidas por internet. La plataforma, sin embargo, le permitió seguir jugando después de confesar sus acciones, aunque volvió a expulsarlo tras su polémica con Carlsen, antes de publicar un informe demoledor contra el americano. En el mundillo, Niemann tenía mala fama y algún otro jugador se había mostrado reacio a participar en torneos en los que estuviera presente, pero nadie pudo probar nunca que hiciera trampas en partidas en vivo.

A todo ello se une el carácter ‘incómodo’ de Niemann, aficionado a lanzar miradas retadoras a sus rivales y a realizar algunas jugadas casi sin pensar. Cuando estalló el escándalo, las partidas del estadounidense fueron escrutadas con ayuda de máquinas y de expertos. Tampoco se pudo probar nada, aunque a veces hacía jugadas sospechosas, más propias de una máquina que de un humano.

Eso sí, en su victoria contra Carlsen no tuvo que recurrir a genialidades, aunque sorprendió el modo en que ‘adivinó’ la apertura de su rival, algo que contó en la entrevista posterior a la partida. Eso despertó a su vez otras teorías de la conspiración, ya que en algunos servidores de internet se descubrió que Niemann había estudiado esa apertura horas antes.

Después de aquello, Niemann perdió algunas invitaciones para jugar torneos, uno de los argumentos de su demanda, y sus resultados han sido algo erráticos, impropios de alguien que se considera a sí mismo un aspirante al título mundial. A sus 20 años, es número 36 del mundo y quinto entre los jugadores juveniles. Son buenos datos, pero nada excepcional.

Carlsen, por su parte, renunció a defender la corona, que ahora ostenta el gran maestro chino Ding Liren, y también ha tenido malos resultados en los últimos torneos. Sigue siendo número uno del mundo, pero no en rápidas (donde es segundo) ni en partidas relámpago, donde ha caído al tercer puesto. El pasado mes de diciembre, Chess.com adquirió la empresa de Carlsen, Play Magnus, por más de 82 millones de dólares.

kpd