“Fue una de las mejores jugadoras en la historia del baloncesto femenino de Texas”, recuerda el entrenador de la Universidad, Vic Schaefer. Fue elegida número 5 en el draft de 2007.
Tiffany Jackson, ex jugadora de la WNBA y estrella de la Universidad de Texas, falleció este lunes a los 37 años, víctima de un cáncer de mama, anunció el equipo en un comunicado.
La estadounidense tuvo una exitosa carrera en las canchas: saltó al estrellato desde la Universidad de Texas, donde jugó entre 2003 y 2007, y llegó a la WNBA al ser elegida como número 5 en el draft de 2007.
A Tiffany Jackson le diagnosticaron cáncer de mama en fase 3 en septiembre de 2015, informa la escuela en en el comunicado. Posteriormente, en mayo de 2016, con la enfermedad controlada, regresó a las canchas hasta que anunció su retirada en mayo de 2018. En ese momento, empezó su aventura en los banquillos como asistente.
“Nos entristece profundamente escuchar la noticia del fallecimiento de Tiffany Jackson, una de las mejores jugadoras en la historia del baloncesto femenino de Texas“, afirmó el entrenador del equipo de la Universidad de Texas, Vic Schaefer. “Tiffany ha significado mucho para tantas personas en este gran estado de Texas”.
The Washington Post recuerda que se trata de la única jugadora en la historia del baloncesto femenino de Texas que logró 1000 puntos, 1000 rebotes, 300 robos y 150 tapones.
En la Plaza de la Concordia buscará España una medalla olímpica en baloncesto este verano. Sí, en baloncesto, 3x3 y femenino, y gracias a una de las canastas más asombrosas que jamás vio este deporte. De espaldas, sobre la bocina... Puro highlight. La autora, una enfermera de Bilbao. «Alucino todavía», cuenta a EL MUNDO Gracia Alonso de Armiño, heroína ante Canadá en Debrecen hace unas semanas, en un Preolímpico ya para siempre en el recuerdo.
«Salió. Y esa es la esencia del 3x3. Una disciplina en la que no te puedes dar por vencido. Las remontadas son cuestión de dinámicas», explica la jugadora del Estudiantes, en 5x5 los inviernos porque el baloncesto femenino aún no da para ser profesional del todo. Que se autodefine, con orgullo, como «intensa»: «Quizá no sea muy talentosa, pero voy al rebote como un animal, bloqueo...». Y que resume ese espíritu en su propia experiencia vital, la pequeña de cuatro hermanos, «siempre de paquete detrás de la manada».
Por eso empezó a jugar al baloncesto, por eso se marchó adolescente a EE.UU. a estudiar inglés... Terminó enfermería pero, antes de ejercer, probó la aventura con las canastas -había jugado y destacado en la Universidad en Tennessee-, una temporada en Suecia, la vuelta a Madrid con el Canoe, donde «nadie me conocía». El ascenso paulatino hasta asentarse en la Liga Femenina y el 3x3 de sus amores, ese que siempre practicó «a nivel callejero porque es muy espontanéo y liberal», como camino insospechado a la fama y quizá a la gloria, porque en París no se renuncia a nada y España, «junto a EEUU, China, Canadá, y Australia», está entre las favoritas a medalla. «Te lo pasas mejor. El ambiente, la música, somos sólo cuatro, rotando continuamente en partidos rapidísimos, los entrenadores no nos pueden hablar desde la grada... Hay mucho de estrategia con el uso de faltas, pensar con poco oxígeno... La experiencia hace mucho. Agilidad mental mientras estás medio hiperventilando», relata quien comparte vida y experiencias en la selección con Sandra Ygueravide, Juana Camilión y Vega Gimeno.
La selección española, que se quedó a las puertas del debut olímpico de la especialidad en Tokio (en masculino nunca ha conseguido billete), debutará en París gracias al instinto de Gracia, que se lanzó «como un animal» a por el rebote de su propio lanzamiento y... «Ahí no piensas, tiras de intuición. Le rebañé de las manos el rebote. Alucino. No puede ser que en dos o tres segundos se tomen ese tipo de decisiones. En cuanto la cogí ni la bajé. La canasta estaba en horizontal a mi espalda y fue el tacto preciso, a conciencia», detalla una acción tan viral, tan «surrealista», que ni ella misma la puede dejar de ver.
«Pero detrás de esa canasta hay mucho trabajo, parece que ganamos de chiripa, de rebote y no... Bueno, sí fue un poco de rebote, la tiré a la desesperada», reivindica con media sonrisa Gracia, en cuyo apellido se esconde un rocambolesco parentesco descubierto por Piti Hurtado. El segundo apellido materno de Manu Ginóbili es idéntico, procedente de sus antepasados españoles, que residían en la misma zona de la provincia de Burgos que los ancestros paternos de ella, que después emigraron al País Vasco. Los 'primos' Gracia y Manu comparten genialidad en el ADN.
Cuando Juan Núñez cambió de agente y decidió seguir con su progresión lejos del Real Madrid, en un equipo de la Bundesliga no demasiado conocido por el aficionado medio, pocos hubieran podido sospechar que, dos años después, iba a acabar fichando por el eterno rival. Pero los acontecimientos, tanto para el que fuera perla de la cantera blanca como para el Barça, han terminado por unir sus caminos en uno de los fichajes más sonados de este verano. «He encontrado el sol», bromea ahora el madrileño, con esa forma de hablar tan escueta, frases cortas aunque ya concisas en un chico de 20 años que afronta el siguiente escalón de su carrera, el más decisivo, el que posiblemente marcará todo su prometedor futuro, el salto a uno de los grandes de Europa. Tras sus dos cursos de aventura formativa en el Ratiopharm Ulm y con un sueño NBA pospuesto por el momento después de ser elegido el pasado junio en el puesto 36 del draft por los San Antonio Spurs (tras un traspaso desde los Pacers) que no le quitarán ojo.
Juanito, como todos le siguen llamando, es uno de los grandes atractivos de la Supercopa Endesa que este sábado comienza en Murcia con un clásico para abrir boca. Por el morbo de vestir azulgrana, por el de enfrentarse al equipo con el que maravilló en categorías inferiores (MVP de la Euroliga júnior, entre otros hitos), con el que debutó con 17 años en un duelo de semifinales de la ACB. Un base como no se recordaba que pronto también moldeó Sergio Scariolo llevándoselo, por necesidad, al Mundial 2023 (ya fue el último descarte para el Eurobasket 2022 y lo ha sido este verano en los Juegos tras disputar y ganar el Preolímpico).
Dice Núñez que encontró en Barcelona el sol que le faltó en la fría Ulm, donde a su familia le costaba un enjambre de transportes cada vez que quería acudir de visita. Pero no sólo es la luz mediterránea lo que llevó al chico de Villaviciosa de Odón, que antes de las canastas destacó en balonmano, a tomar una decisión en la que confrontar lo emocional con lo profesional, madridista él y todos los suyos. El Barça le puso sobre la mesa un inmejorable escenario para lo único que le importa: seguir creciendo.
«Que han apostado por mí, así de sencillo», responde Juan sobre los motivos de la decisión, tomada tras valorar las opciones de dar el salto a la NBA con los Spurs, que conllevaría el peaje del paso por la Liga de Desarrollo y seguramente un freno a sus expectativas. Con un contrato que ronda el millón y medio de euros por cada una de las tres temporadas firmadas y facilidades de salida si el equipo texano le reclama algún verano, el Barça, que pagó al Madrid 400.000 euros para esquivar el derecho de tanteo, vio en Núñez un talento con el que escapar de años de declive y una deriva deportiva cuyo último capítulo fue el despido tras los playoffs de la Liga Endesa de Roger Grimau, sustituto sólo un año antes de Sarunas Jasikevicius.
En lo deportivo, Juan ocupará el espacio en la dirección que deja la salida de Rokas Jokubaitis y la no continuidad de Ricky Rubio. Compartirá los mandos con Tomas Satoransky y volverá con plenos poderes a una Euroliga con la que ya disputó 10 partidos de blanco en la temporada 2021/2022 (aunque en ninguno de ellos más de 10 minutos). Pero lo más importante, cuenta con la plena confianza del nuevo dueño del banquillo culé, pues bien le conoce Joan Peñarroya aunque nunca le haya entrenado.
Porque es lo sentimental otro de los puntos fuertes que han llevado al madrileño al Barça. El mejor amigo en el mundo de la canasta de Juan es Marc Peñarroya, hijo del que ahora es su entrenador, con el que ha coincidido durante años en las categorías inferiores de la selección. Sus lazos se estrecharon especialmente durante el Europeo sub 20 en el que ganaron el oro en Podgorica (Montenegro) en 2022 y desde entonces se hicieron inseparables, compartiendo hasta vacaciones de verano. El canterano del Manresa no andará lejos, pues disputará esta temporada con el CB Prat en LEB Plata.
También en el vestuario ha encontrado compinches conocidos Juan, que desde hace años mantiene un relación sentimental con Lucía Navarro, hija de Juan Carlos Navarro y también jugadora profesional. «Conocía a muchos de la selección y ha hecho que todo sea más fácil», admite Núñez de Willy Hernangómez (otro canterano madridista que dio el salto al eterno rival la pasada temporada), Darío Brizuela, Alex Abrines y Joel Parra, con el que comparte apartamento en la Ciudad Condal. «He encontrado a mucha gente con ganas de jugar, con ganas de entrenar, con ganas de conocernos. Somos muchos nuevos con ganas de hacer un gran año», reivindica, encandilado con la propuesta de juego de su entrenador -«hacemos un juego divertido. Yo he visto los equipos de Peñarroya (Manresa, Andorra, Burgos, Valencia, Baskonia...) estos años y me gustan. Son dinámicos, divertidos de ver, y a mí eso me atrae mucho»- y listo físicamente tras un verano en el que al fin pudo tomarse un respiro y recuperarse de «molestias físicas» en su rodilla.