La judoca cubana Maricet Espinosa ha muerto a los 34 años a causa de un infarto el pasado domingo, según publicó Diario de Cuba de una publicación en facebook de la Universidad del Deporte Cubano Manuel Fajardo.
“De luto el judo cubano. Falleció Maricet Espinosa González. Con gran dolor, la comunidad universitaria del deporte cubano recibe la noticia del fallecimiento de la destacada judoca cubana. Con solo 34 años, marchó a la eternidad La mole (apodo con el que se conocía a la atleta)”, detallaba la institución educativa.
La joven, nacida en La Habana, participó con su país en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 después de ganar también en Costa Rica 2013 y Ecuador 2014 .
En su carrera deportiva, la judoca cubana logró dos medallas de oro y una plata en la categoría de 63 kilogramos lo que le dio mucha visibilidad en su país.
Su muerte ha sido lamentada en las redes, donde se han volcado mensajes laudatorios por sus logros olímpicos y de pésame a su familia.
El cantante cubano Alejandro Santoya, conocido como El Yonki, dijo en Instagram que “Santos Suárez (barrio del municipio habanero Diez de Octubre) está de luto. Se nos fue Maricet Espinosa, una excelente judoca cubana en la categoría de 63 kilogramos. Falleció inesperadamente este 21 de enero. Que Dios la tenga en la gloria. Perdimos a una hermana. Se te quiere, mi negra, cuida a los tuyos desde el cielo”, según el citado medio.
"Hay dias que se juega mal". Lo más obvio suele ser la explicación más sencilla para las cosas y ante el Benfica no hubo otro motivo para que el Atlético de Madrid sufriera su primera derrota de la temporada, no por ello menos dolorosa y así lo explicó Diego Simeone en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El técnico argentino no puso paños calientes y, además de recordar que el partido fue malo por parte de todos los jugadores, también se puso a sí mismo como principal culpable de lo ocurrido en Da Luz. "No busquemos excusas, el responsable es el entrenador", afirmó.
Fueron cuatro goles, como aquella noche hace 10 años. No hizo falta minuto 93. El partido se liquidó antes. Mucho antes. Definitivamente, Lisboa no es una ciudad amable con un Atlético de Madrid que en unas horas salía sancionado y derrotado de la capital portuguesa.
Tres partidos estará sin el fondo sur en liga y tendrá que pagar una sanción de 45.000 euros. Así valoraba el técnico argentino el dictamen del Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol que se hacía público apenas una hora y media antes del encuentro. "Aceptar lo que han dictado, es una gran oportunidad para el club para crecer como entidad", contó en la entrevista postpartido.
Todo eran malas noticias en el conjunto rojiblanco sin nada bueno que llevarse de Portugal. Marcos Llorente, en una carrera en la primera parte, cayó lesionado llevándose la mano al muslo de la pierna derecha. Pendiente de evolución. El único consuelo es que, sancionado con roja directa en el derbi madrileño, ya no iba a poder disputar el duelo ante la Real Sociedad y, con el parón de por medio, tendrá más tiempo para recuperarse.
La penúltima de las malas noticias es lo abultado del resultado. Parecía que Simeone había vuelto a encontrar la solidez defensiva de otras épocas, había recibido sólo cinco goles en nueve partidos, pero en el décimo llegó la sangría. Cuatro goles en 90 minutos.
Miradas al futuro
Sorprendió que Simeone hubiera hecho debutar esta temporada a Javi Serrano. El canterano solo había jugado en Primera RFEF y de repente se vio sustituyendo a su ídolo y capitán en el centro del campo. No fue él, el problema del Atlético, pero es verdad que cuesta ver a cateranos en encuntros cuesta arriba.
Había dos jugadores que volvían a enfrentarse a un equipo al que llegaron a defender su camiseta, pero con una participación completamente dispar. Mientras que Oblak es una de las leyendas del Benfica, Reinildo apenas disputó un amistoso con las águilas.
Ambos jugadores fueron igual de críticos que su entrenador. "Es fácil la explicación a nuestro partido, parece que no hemos estado aquí", explicó el esloveno. Por su parte el defensa mozambiqueño comentaba que "había sido un mal día" pero insistía en que el equipo "no tenía tiempo para llorar y había que seguir trabajando".
Pocas veces he visto en una carrera que al terminar no haya nadie contento. Dejo para el final el caso de Aston Martin y Fernando Alonso por lo cercano y lo grave de la situación en este momento. Así que siguiendo el orden de la clasificación final, vemos que Max Verstappen ganó, pero estaba serio. Se llevó la pole gracias a un rebufo de Hulkenberg; de no ser por esos 16 km/h extra en la recta, la posición real del holandés habría sido tercero po
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
Quizás en otras temporadas se vería a un jugador más alicaído, más frustrado, perdido en el campo después de estar mes y medio sin marcar, seis partidos entre Liga y Champions. Ese jugador ya no existe. La familia y la ayuda de un coach han transformado a uno de los delanteros españoles más importantes. Quizás el más importante actualmente.
Álvaro Morata apenas llevaba cinco minutos en el partido ante el Girona, en el que había salido para sustituir a un lesionado Saúl, y le llegó el primer balón franco. Condujo el madrileño la contra del Atlético con jugadores desplegándose a ambos lados e intentó abrir a Correa, pero el balón no llegó al argentino y se fue rechazado hacia el córner. Lo peleó hasta salvarlo sobre la línea y puso un centro perfecto a la cabeza de Correa.
Era el gol la remontada rojiblanca ante el tercero de la liga. El que afianzaba el cuarto puesto del Atlético y el que le ponía a cuatro puntos de los catalanes. También un gesto del madrileño para su amigo Correa. "Es un delantero de calle, que le puedes poner entre los centrales o a girarse, a mí me parece un jugador espectacular y estoy muy contento por el pase de gol y porque ha metido gol Angelito y hemos ganado el partido", admitía Morata tras el encuentro.
Sobre todo, era un gol que daba la razón a su entrenador y a sus compañeros, las personas que más respaldan su labor dentro del campo. "Hay cosas que no se pueden explicar, son naturales. Álvaro hizo seis meses impresionantes. Hoy está en un momento más difícil porque no encuentra el gol, pero está trabajando para lo que el equipo necesita y acabará llegando", decía Simeone tras el partido ante el Borussia de Dortmund.
"Aunque no haya hecho gol, entró muy bien y es lo que necesitamos de él", apostilló su compañero y amigo Antoine Griezmann en el postpartido del Girona. Su principal socio dentro del campo y con el que consiguió atemorizar a las defensas en Liga y Champions la primera parte de la temporada.
Las frías cifras dicen que Álvaro Morata iba camino de pulverizar la mejor marca de goles de su carrera. En los primeros seis meses, como decía el Cholo, el madrileño sumaba 20 goles y tres asistencias. Hoy sólo suma una asistencia más, la citada a Correa ante el Girona. Parece que el delantero se ha atascado en la cumbre.
Su último gol se lo hizo al Betis en casa el pasado 3 de marzo cuando moría la primera parte. Desde ese día, ha jugado ante el Cádiz, el Inter, el Barcelona, el Villarreal, el Dortmund y el Girona, seis encuentros, dos de ellos de Champions League, en los que ha tenido numerosas ocasiones, pero ha sido incapaz de materializarlas.
Lo curioso es que ese bajón anotador no ha venido desde el tanto al Betis. Habría que remontarse al 22 de enero cuando el madrileño marcó ante el Granada. Era el segundo partido anotando ya que en el anterior, precisamente ante el Girona, consiguió su primer y único hat trick de la temporada. Era su momento cumbre. En el que se apuntaba a que superaría el mejor año anotador de su vida.
Mejores temporadas
Álvaro Morata sólo ha llegado a los 20 goles por temporada en dos ocasiones. Hablamos de la 2020/21 con la Juventus de Turín en la que también sumó nueve asistencias y en la 2016/17 que lo consiguió con el Real Madrid y a la que hay que añadirle seis pases de gol. Esta sería la tercera, y a juzgar por el ritmo anotador que llevaba, parecía que iba a pulverizar ese récord. Y todavía está a tiempo de hacerlo.
Necesita el Atlético que Morata se lo proponga. La baja de Memphis y la irregular temporada de Correa, un jugador que estuvo a punto de marcharse en el mercado invernal al fútbol saudí, le convierte en el socio imprescindible de Griezmann, mejor jugador y leyenda rojiblanca. Además, el equipo afronta este tramo final de temporada con dos grandes objetivos en mente.
La peor racha
El primero se aclaró bastante tras la victoria el sábado ante el Girona, que es terminar en puestos Champions. El segundo es un sueño, pero qué sueño. Tras tres finales perdidas, la parroquia rojiblanca suspira con la máxima competición continental tras la victoria en la ida de cuartos ante el Borussia de Dortmund. "Necesitábamos ganar ante el Girona para llegar bien al partido de esta semana", contaba el protagonista.
En el Atlético confían en el delantero y esperan que no se alargue más tiempo su racha de partidos sin marcar. Su periodo más largo sin hacerlo fueron 115 días, fue conla Juventus de Turín en Italia, y la rompió con un doblete ante el Inter en la Coppa de Italia. "Me estaba volviendo loco, es la primera vez desde que empecé a jugar que pasaba tanto tiempo sin marcar", comentó en aquel momento. No es el mismo equipo, no son los mismos compañeros y, sobre todo, no es el mismo Morata.