El piloto de Repsol Honda se produjo una fractura del primer metacarpiano tras una caída en el GP de Portugal y no podrá disputar la segunda carrera del Mundial.
Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) ha sido operado con éxito para reparar la fractura del primer metacarpiano de su mano derecha y se perderá la segunda prueba del Campeonato del Mundo de MotoGP en Argentina.
El piloto de Cervera sufrió una caída en las primeras vueltas del GP de Portugal este domingo, en la que se llevó por delante a Miguel Oliveira y se vio obligado a abandonar la carrera.
Al regresar a España, a Marc Márquez se le diagnosticó una fractura intraarticular desplazada de la base del primer metacarpiano del pulgar de la mano derecha y fue sometido inmediatamente a una intervención quirúrgica en el Hospital Ruber Internacional de Madrid por el equipo del Dr. Ignacio Roger de Oña.
“La cirugía consistió en una reducción cerrada de la fractura y fijación interna de la misma con dos tornillos y transcurrió sin incidentes”, informó el equipo del piloto.
Así las cosas, tanto Marc Márquez como el equipo Repsol Honda han decidido que el ocho veces campeón del mundo “se pierda la próxima prueba del Campeonato del Mundo para centrarse plenamente en su recuperación y llegar a las próximas citas en las mejores condiciones posibles“.
"Esperamos disfrutar de la etapa", había pronunciado Pogacar 24 horas antes, abrochado el tercer Tour de su palmarés en Isola 2000, el de la reconquista. Pero cómo dejar pasar la gloria cuando entre todos la ponen a tu alcance. Cómo tener clemencia cuando eres, indiscutiblemente, el más fuerte. Por las carreteras donde entrena desde su residencia en Montecarlo, en una etapa con cuatro puertos que fue un viaje de placer para él, el líder volvió a levantar los brazos, por quinta vez este Tour, ganando el mano a mano en la meta a Jonas Vingegaard. Una tiranía que necesita explicación, pues, efectivamente, esta vez no fue buscado. [Narración y clasificaciones]
Hace un año, derrotado doblemente días atrás en la contrarreloj de Combloux y el col de la Loze, Pogacar se llevó el triunfo un sábado como éste en los Vosgos. Una despedida agridulce que no tuvo Vingegaard. Había atacado el danés en el último puerto, harto de los movimientos de un Evenepoel que soñaba con birlarle el segundo puesto. Le había pedido una colaboración a Tadej que no encontró y le había llevado hasta el sprint final con relativa comodidad. Y no hubo piedad.
Bajo el sofocante sol de Niza, su Vieux Port abarrotado en la salida, los más valientes hacían cábalas para su última ocasión, tantos y tantos con la cartera vacía a estas alturas. Una oportunidad inesperada en los Alpes Marítimos, donde se auguraba que la batalla entre Pogacar y Vingegaard siguiera viva, el penúltimo episodio de un guion perfecto a la espera de la contrarreloj final del domingo.
Pero todo se acabó más pronto de lo previsto en este Tour por el abrumador dominio del esloveno, que este domingo en la Costa Azul, en este inédito final de Tour que nunca olvidará, celebrará su reconquista, la tercera corona que le iguala a Louison Bobet y Greg Lemond, a solo una ya de Chris Froome. Prometió tregua y así fue por su parte. Pero tampoco iba a perdonar un repóker histórico: el último en lograr algo así fue un sprinter, Kittel, en 2017.
Enric Mas, durante la fuga del día.Daniel ColeAP
Y no había casi nadie entre los necesitados como el Movistar, cinco años persiguiendo una etapa que se resiste (desde Nairo Quintana en Valloire), especialmente en este Tour en el que tanto lo intentaron (sobre todo con Lazkano y con Gaviria en los sprints), en el que bien temprano se quedaron sin ninguna baza en la general con la dimisión de Enric Mas. "Como un niño" dijo el balear que se sentía últimamente, tercero en Superdévoluy, y desde el mismísimo Col de Braus, bien temprano, agresivo en la búsqueda de la escapada del día. Protagonista sin éxito: fue premiado con el premio al combativo y acabó quinto en la Couillole.
Había logrado marcharse Enric pronto, junto a Kelderman y Almirail, aunque en la ascensión al Col de Turini se les unieron ocho peligrosos compañeros, entre ellos el siempre amenazante Carapaz -asegurando matemáticamente su maillot de la montaña para completar un Tour extraordinario- y Marc Soler, liberado por Pogacar. Contaron con el permiso del UAE, aunque ya al final del puerto el Soudal Quick Step tomó la responsabilidad, anticipando sus intenciones finales. Lo había pronunciado Mikel Landa en la salida: "La cuarta plaza está a mi alcance. Joao está muy fuerte, pero la etapa es muy dura hoy y con mucho calor. Voy a probar suerte".
En el Col de la Couillole todo empezó a resolverse. De los fugados, Carapaz y Mas eran los más poderosos y no tardaron en demostrarlo. Y por atrás, Landa culminó el trabajo de sus compañeros con un ritmo al que sólo pudieron engancharse los cinco mejores del Tour. Pero lo del Soudal resultó un suicidio, una jugada nefasta. El zarpazo posterior de Evenepoel, sin demasiada fe, eliminó al vitoriano, que pronto comprobó diluidas todas sus opciones del cuarto puesto por el poderío diésel del Almeida. Mucho peor Carlos Rodríguez: eliminado a las primeras de cambio, perdió hasta su sexta plaza en la general en favor de Adam Yates.
Cuando Remco lo volvió a intentar, Vingegaard dijo basta, sacó toda su rabia de campeón y se marchó en compañía de un Pogacar al que le estaban poniendo entre todos el triunfo en bandeja. Los dos dioses del ciclismo pronto dieron caza a Mas y Carapaz, que no resistieron el ritmo mortal del danés. Y en los últimos metros, exhausto el del Visma, no hubo piedad por parte del líder, que remató a falta de 200 metros. Hubiera sido más humillante no ganar su quinta etapa, la 16ª victoria en el Tour a los 25 años.
Con un tenis que sigue al alza, el español Carlos Alcaraz venció el martes en dos sets al italiano Lorenzo Musetti y avanzó a los cuartos de final del Masters 1000 de Miami por tercer año consecutivo.
Alcaraz, primer sembrado del torneo, superó a Musetti (23º) por 6-3 y 6-3 en una hora y 26 minutos de juego.
El siguiente rival del español, campeón del evento en 2022, será el búlgaro Grigor Dimitrov o el polaco Hubert Hurkacz, ganador en Miami en 2021.
El prodigio español, que viene de conquistar el título en Indian Wells (California), sigue avanzando en su objetivo de levantar el mismo año los dos primeros Masters 1000 estadounidenses, un doblete conocido como 'Sunshine Double'.
El último jugador en lograrlo fue Roger Federer en la campaña 2017.
Disfrutando de una racha de nueve victorias seguidas, Alcaraz navega por Miami sin dejarse un set ni superar los 90 minutos en cancha, luciendo un tenis que conecta a la perfección el atrevimiento y la eficacia.
"No sé si es el mejor partido que he jugado (en el último año) pero sin duda es la mejor sensación. Me siento muy bien en la pista y me muevo muy bien, sin lesiones", afirmó Alcaraz, que comenzó el curso entre dudas con una temprana salida del Abierto de Australia y una lesión de tobillo en febrero en Rio de Janeiro.
"Ya no pienso en el tobillo en la pista. Por supuesto que me lo cuido todos los días. Creo que es la mejor sensación desde el verano (boreal)", consideró.
Frente a Musetti, el murciano no perdió en ningún momento el control aunque el partido derivó por momentos en vibrantes intercambios ante otro de los grandes talentos jóvenes del circuito.
Alcaraz se mostró dominante con el servicio sin permitir una sola pelota de quiebre a su rival en el primer set.
El español salvó poco después las dos primeras oportunidades de 'break' del italiano en un trepidante juego en el que Musetti se anotó un punto marca de la casa Alcaraz, en el que conectó un audaz golpe por debajo de las piernas que superó por arriba a su rival.
El español llegó a devolver la pelota de espaldas y también por debajo de las piernas pero el italiano la esperaba en la red para finiquitar uno de los puntos del año.
Aun así, Alcaraz conservó su servicio y encarriló el segundo set para sellar su duodécima presencia en unos cuartos de final de Masters 1000 a sus 20 años.
El español cuenta con cinco títulos de esta categoría en su palmarés, una cosecha que comenzó precisamente en Miami en 2022.