Los seis meses decisivos del rugby español: “Es ahora o nunca”

Los seis meses decisivos del rugby español: "Es ahora o nunca"

“Súper orgullosas de la primera parte y con sensaciones muy malas en la segunda”. Alba Vinuesa, una de las capitanas de la selección femenina de rugby, resume así el partido que disputaron las Leonas en junio en Cardiff por una plaza en el Mundial. Tutearon a Gales hasta el descanso (21-20) y se vieron muy superadas en la continuación (52-20). Cuarenta minutos de esperanza, cuarenta de frustración y todo un aprendizaje para un plantel joven y necesitado de experiencia.

Desde este viernes las jugadoras de Juan González Marruecos afrontan la oportunidad definitiva para meterse en Inglaterra 2025: un torneo de seis equipos en Dubái con dos billetes en juego. España, Samoa y Países Bajos aspiran a llevárselo mientras otro participante, Fiyi, ya conquistó el suyo en una competición regional. De ese modo, incluso la tercera plaza en la tabla final podría tener premio.

Cada conjunto sólo va a disputar tres encuentros. Las Leonas arrancan ante Madagascar, un rival a priori inferior. Afrontan el 5 de octubre el choque clave contra Países Bajos que, para Alba Vinuesa, “ha mejorado un montón, las hemos ganado en abril (22-5), pero tampoco nos fuimos con las mejores sensaciones”. Y cierran el torneo el 12 de octubre ante Fiyi. “Un equipo fuerte, con jugadoras físicamente bastante potentes y a buen nivel”, según Lourdes Alameda, curtida en cuatro ciclos mundialistas.

La gran baza del ataque español debería ser la movilidad de las jugadoras y, sobre todo, del balón. Pero las Leonas deben minimizar su desventaja en peso y altura. “Siempre vamos a ser un equipo pequeño, somos más rápidas y podemos ser más listas”, apunta Alba Vinuesa. “Somos buenas jugando a la mano, con los apoyos, entre las líneas de la defensa y sí que es verdad que nos cuesta un poco más físicamente”, completa Lourdes Alameda.

Desde el mundial de 2017 la selección femenina no disfruta de una competición con la élite. Aunque han ganado siete ediciones seguidas del Campeonato de Europa, el segundo escalón del Viejo Continente, hasta hace meses ha acusado la falta de partidos de nivel y un cierto estancamiento internacional.

Javier BarbanchoEL MUNDO

“El equipo está en mejor situación de juego que de resultados”, analiza José Antonio Barrio Yunque, ex seleccionador femenino y actual director deportivo de la Federación, aludiendo a aquel partido contra Gales y a otra derrota, en la preparación, ante Sudáfrica. Pronostica que Países Bajos buscará contra España un partido cerrado y de impactos. “Los equipos que juegan contra nosotros, cuando tienen problemas, empiezan a generar avance por el centro, a trabajar el maul y la melé…”. Un escenario, el de la inferioridad física, que tradicionalmente ha sufrido también la selección masculina y que ha ido revirtiendo en los últimos años.

“Estamos intentando buscar un modelo de juego común; por lo menos, que tenga un patrón común y troncal”, explica José Antonio Barrio. Cita como ejemplo los entrenadores transversales de la Federación que dan apoyo a distintas selecciones masculinas y femeninas. Además, las academias implantadas en varios puntos de España trabajan la formación técnica, física y nutricional de los jóvenes que despuntan en las canteras y las selecciones emerging mitigan el vértigo del salto a la absoluta. El talento nacional encuentra, al fin, un camino de crecimiento.

World Rugby -la Federación internacional- financia y audita estas estructuras desde la base. “Apostar solamente a los seniors y no mirar abajo significa que quizás vas a tener un buen equipo, puedas conseguir algo, pero después, cuando esos jugadores pasan y lo que viene abajo no está, no hay sustentabilidad”, razona Daniel Hourcade, consultor senior de Alto Rendimiento de World Rugby para Sudamérica, España y Portugal. El técnico argentino se muestra satisfecho con la evolución de nuestro país. “El camino es correctísimo, están haciendo las cosas muy bien, recién comienza y se empiezan a ver resultados”, afirma.

La selección masculina hará frente en febrero y marzo al mismo desafío que la femenina: clasificarse para el Mundial de Australia 2027, que pasa de 20 a 24 plazas. Se libra de los enconados enfrentamientos con Portugal y Rumanía y encara un trayecto aparentemente más sencillo. Debe quedar al menos segunda de un grupo con Georgia, Países Bajos y Suiza. Los neerlandeses serán, como en chicas, el gran rival. La fecha marcada en rojo, el 1 de febrero. El lugar, un estadio español. Aun perdiendo, los Leones podrían agarrarse a una repesca.

José Antonio Barrio ha visitado con el seleccionador Pablo Bouza a varios clubes profesionales franceses para solicitar la cesión de los internacionales españoles. “Hemos visto buena acogida en los clubes y en los jugadores y somos moderadamente optimistas… por no gafarlo”, explica, consciente de que no siempre se han cumplido las promesas. “Buscamos la continuidad y la identidad, que no pueda aparecer un jugador que viene solo al partido de Holanda, que el grupo no se resienta, y que el objetivo sea común, no de un partido sino de un proyecto”.

Desde su posición en World Rugby, Daniel Hourcade aclara que promover el desarrollo de los jóvenes no excluye otras vías de reclutamiento como los franceses con padres o abuelos españoles, o extranjeros con residencia en España. Vías que han elevado el nivel de la selección pero han acabado en dos descalificaciones por alineación indebida. “En la absoluta juegan los mejores, en dos años no vas a conseguir todo lo que necesitas, es un proceso”. Indica que el siguiente escalón para España sería la mejora de las competiciones nacionales, de manera que los jóvenes que hoy emigran a Francia tengan incentivos para quedarse. “El nivel de la competencia es clave en el crecimiento de un jugador”, apostilla.

Javier BarbanchoEL MUNDO

Con las palabras “ilusión” y “tensión deportiva” describe José Antonio Barrio esta lucha por los billetes a ambos Mundiales. “Va a ser difícil por el rival, Holanda, y por la dificultad de gestionar todo en un partido, puedes tener una tarjeta roja…”, apunta el director deportivo de la Federación. “Fácil no es nada, pero creo que tienen todas las cosas para lograr la clasificación”, señala -sobre ambas selecciones- el consultor de World Rugby Daniel Hourcade.

¿Y si no se clasifican? Para José Antonio Barrio, “fracaso es una palabra muy dura”. Sí admite que las consecuencias serían muy negativas. “La apuesta de World Rugby de aumentar los mundiales hace que, si no estás, no existes. Vas a tener muy difícil el apoyo, la financiación, la competición”, enumera. El consultor Daniel Hourcade prefiere no poner el foco solo ahí. “No se puede medir por un resultado, el ganar no es sinónimo de éxito ni el perder es sinónimo de fracaso. Hay que analizar de qué manera, qué pasó, y después se verá si se cumplieron los objetivos, el resultado es la consecuencia. Creo que haciendo las cosas bien se consiguen los objetivos y estoy convencido de que España lo va a lograr”, explica.

Con las malas sensaciones del partido contra Gales ya olvidadas, la selección femenina subraya la importancia de entrar en Inglaterra 2025. “Es seguir vivas, presentes en el panorama internacional, mantener el nivel”, resume Lourdes Alameda. “Es ahora o nunca y está a nuestro alcance”, decía Alba Vinuesa en el último entrenamiento en Madrid. Este miércoles, desde Dubái, ha confirmado su optimismo. “Somos un equipo con confianza, hemos venido a ganarlo todo, nos vemos favoritas y esperamos terminar así”.

Llenar de rugby el estadio Zorrilla

La Federación ha decidido llevar uno de los partidos de preparación de la selección masculina a un estadio de fútbol. El 16 de noviembre España se enfrentará a Fiyi en el ‘José Zorrilla’ de Valladolid. Este campo acogió a 26.000 personas en la final de la Copa del Rey de 2016 y se plantea como el escenario para una gran reunión entre el equipo y los aficionados. Hasta ahora se han vendido unas 5.000 entradas.

kpd