Los equipos femeninos aceleran en su preparación de cara a la novedosa edición de 2024, que se disputará en Barcelona.
El año que viene, la Copa América que acogerá Barcelona presentará un novedad que pasará a la historia: por primera vez habrá una competición femenina en la que participarán 12 embarcaciones. Entre ellas se encuentra la tripulación española Sail Team BCN. Este será el primer paso hacia la integración plena de las regatistas, sin distinción de sexos, en la competición más antigua del mundo, nacida en 1851.
«Las mujeres nunca han sido excluidas de competir en la Copa América, pero debido a montones de razones nunca han podido hacerlo. Los barcos son difíciles de manejar y para ello se necesita gente con fuerza, pero, a pesar de esto, es increíble que el torneo nunca se haya celebrado con la participación de mujeres», señala Leslie Ryan, directora de la 37ª edición de este torneo, que se disputará del 22 de agosta al 30 de octubre de 2024.
«Todo lo relacionado con esta edición está más abierto y eso hace que este sea el momento ideal para incorporar esta novedad. He estado implicada con el mundo del deporte durante más de 30 años, el interés por el deporte femenino está creciendo mucho, especialmente por el fútbol femenino, y por eso creo también que es el momento más oportuno para dar este paso adelante», insiste Ryan.
«Distintas formas de ser eficiente»
Elise Beavis, campeona del mundo en la clase WASZP en 2022, ingeniera de desarrollo y responsable de la selección del barco femenino del Emirates Team New Zealand, se atreve a ir más lejos: «Tal y como yo la veo, esto puede ser un camino para que las regatistas se abran paso a la tradicional Copa América. Los regatistas pueden encontrar su forma de llegar a través de su fuerza física, pero las mujeres, por una cuestión natural, no han tenido esa oportunidad. De lo que se trata es de lograr que puedan acceder a roles en los que la fuerza no es determinante».
Beavis explica que en la Copa América juvenil de 2021, que no se celebró por la pandemia, ya estaba decidido que en los barcos fueran dos chicos y dos chicas. «Hay distintas formas de ser eficiente creando la fuerza necesaria para los barcos, cada vez hay más innovaciones y este deporte es cada vez más abierto. Para mover el timón no hace falta ser muy fuerte, no hay ninguna diferencia en si lo hace un hombre o una mujer. Esta Copa América va a abrir camino, ya que en el futuro las mujeres tendrán también la oportunidad de manejar los barcos más complicados y seguir progresando. El futuro será muy diferente», destaca Ryan.
El diseño del AC40
Tanto la Copa América femenina como la juvenil competirán con los barcos AC40, una suerte de hermano pequeño de los AC75 de la competición principal. Algo que no significa, ni mucho menos, desde su punto de vista, un agravio comparativo. «Es más pequeño, más ágil, más manejable y a todos los equipos les han sorprendido mucho sus buenas características, porque va casi tan rápido como el AC75 y navegar con él es casi igual de desafiante. El AC40, además, es más asequible. Por eso, hemos considerado que es una embarcación más accesible para la competición femenina y la juvenil. Será interesante ver si, en el futuro, el diseño del barco principal es más pequeño, o si hay más novedades, pero el AC40 es una embarcación muy emocionante. No se ha elegido una embarcación más pequeña porque es para mujeres. Eso sería un gran error», reitera Ryan, directora de la Copa América.
«Con vistas a la próxima edición, tendremos todas estas mujeres que habrán acumulado experiencia y, al fin y al cabo, hay un peso máximo para toda la tripulación que va en el AC75. Si puedes reclutar componentes más ligeros para llevar el timón o ajustar las velas, eso significa que puedes conseguir gente más grande y más fuerte para los roles en que hace falta más fuerza. Tener gente más pequeña puede ser una ventaja. Si las mujeres hacen una buena labor tanto en la Copa América femenina como en la juvenil, será difícil no tenerlas en cuenta para la próxima ocasión», sentencia Beavis.