La fecha del encuentro, 19 de septiembre, se había decidido el pasado 22 de agosto, unas horas después de la victoria de la selección femenina
La selección española femenina en su recibimiento en La Moncloa.JAVIER BARBANCHOMUNDO
Este martes estaba marcado en rojo en el calendario de Zarzuela. Ese día, los Reyes Don Felipe y Doña Letizia tenían previsto recibir a la selección española de fútbol femenino para celebrar con ellas su victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, a última hora, la Federación ha cancelado el encuentro y en su lugar los Reyes tienen la agenda del martes por la mañana despejada.
El compromiso de la Familia Real con la campeona ha sido total desde antes del Mundial. La Reina Doña Letizia visitó a las jugadoras durante un entrenamiento en Las Rozas para desearles mucha suerte frente al campeonato el 17 de junio. Además, la esposa de Felipe VI viajó junto a la Infanta Sofía hasta Sídney para asistir al partido final. Doña Letizia se mostró entusiasmada tras la victoria de las jugadoras, que celebró de manera efusiva saltando en el campo.
El pasado 22 de agosto, unas horas después de la victoria, Zarzuela anunció que se había fijado el 19 de septiembre para recibir a las campeonas en Audiencia. Se informó de que el encuentro no se hacía antes para no perturbar el descanso de las jugadoras y coincidiendo con su reincorporación a la selección.
En ese momento, el escándalo sobre el beso que Luis Rubiales dio a Jenni Hermoso en la final del mundial ya empezaba a crecer y tres semanas después, con la dimisión de Rubiales, su declaración en la Audiencia Nacional y la decisión de las jugadoras de no regresar a la selección, se ha anulado el encuentro que hasta hace unas horas seguía en los planes de Zarzuela.
Precisamente la Casa Real fue una de las instituciones ante las que Luis Rubiales se disculpó en el discurso en el que afirmó que no iba a dimitir. El comportamiento del ex presidente de la Federación en el palco, tocándose sus genitales, descontrolado y gritando, puso en una situación incómoda a Doña Letizia y a la Infanta, una joven de 15 años que estuvo sentada a su lado durante todo el encuentro.
"Gracias por vuestro esfuerzo, por jugar como jugáis... Y no sólo técnicamente, sino con esa alegría". Sin poder esconder su sonrisa, con estas palabras recibió en la tarde de ayer el Rey Felipe VI a la Selección masculina de fútbol en el Palacio de la Zarzuela. Capitaneados por el aún rojiblanco Álvaro Morata, los 22 futbolistas, acompañados por su entrenador, Luis de la Fuente, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Pedro Rocha, y el resto del cuerpo técnico ocuparon las escaleras que dan acceso al jardín de Zarzuela para hacerse la fotografía oficial junto al Jefe del Estado, la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
"Aprovechando que estáis tan formales queríamos transmitiros la enorme alegría que ha sido para todos. Habéis visto de sobra que ha sido un gran triunfo para España. Lograr en la fase final siete victorias consecutivas es algo que no se ha dado nunca. Me imagino que se os han pasado todo tipo de recuerdos e imágenes por la cabeza, pero esto es un recuerdo de generaciones, espero que de verdad lo disfrutéis. Gracias por lo que le habéis regalado a España, que nos venía bien una alegría como esta", les dijo el Rey a todos los deportistas, en una imagen que no se repetía desde hacía 12 años, cuando lograron su última Eurocopa.
Fue el propio domingo, tras la constatarse la victoria ante Inglaterra en Berlín, cuando Zarzuela realizó una ampliación de agenda donde se informó el encuentro de ayer lunes con los jugadores. Durante el acto, Felipe VI recibió una camiseta de la Selección, en cuya espalda se podía leer Reyes de Europa, de manos de Morata. Todos los jugadores reconocieron y agradecieron las palabras del Monarca con un sonoro aplauso y, tras compartir un breve coloquio con él y su familia, volvieron a subirse al autobús dirección Moncloa.
Felipe VI, con la camiseta que le entregó Álvaro Morata.EFE
Una vez en la morada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, éste, que estaba acompañado por la ministra de Deportes, Pilar Alegría, dio la mano uno a uno a todos los integrantes de la Selección. Aunque durante el saludo a Dani Carvajal, el defensa reaccionó de una manera fría, girando la cara sin apenas mirarle a los ojos al socialista.
A la cabeza de la expedición, Eurocopa en mano, estaba de nuevo el capitán Álvaro Morata, quien le regaló otra camiseta a Sánchez. "Enhorabuena a cada uno de vosotros. Y quiero, además, daros las gracias por ofrecer la mejor versión de España, mostrar la capacidad de esfuerzo, de remontada, de sacrificio... y también de juego limpio y bonito. A veces, en el deporte, queda la sensación de que no gana el mejor, o de que se juega muy bien pero no se ganan torneos. En esta ocasión tenemos una Selección que ha jugado de cine, y que además ha conseguido la cuarta Eurocopa", pronunció el presidente del Gobierno.
Tras la protocolaria foto a los pies del Palacio de la Moncloa, Sánchez quiso ensalzar «el espíritu de equipo» de los futbolistas españoles y agregó: "Sé que ayer tuvisteis una noche larga, y no quiero que se posponga más vuestra celebración por las calles de Madrid, pero quería señalar que es muy importante lo que sucedió anoche. Conseguir nuestra cuarta Eurocopa, no hay otro país que lo haya logrado. Como tampoco hay selección que haya ganado siete partidos en una Eurocopa... Y no contra cualquiera. Nos hemos enfrentado a grandes potencias futbolísticas como Francia, Alemania o Inglaterra. Lo que se logró ayer es formidable, merece el aplauso de todos".
Antes de que el combinado español continuara con su hoja de ruta, Sánchez recordó las figuras de Luis Aragonés y Vicente del Bosque, y lanzó un mensaje a Luis de la Fuente: "Queremos más, tenemos un mundial en 2026... Os deseo lo mejor".
Tras estas dos citas institucionales, los jugadores emprendieron la marcha hacia la parte más festiva de la celebración: el contacto con los ciudadanos. A lo largo de toda la jornada de ayer, y a través de las redes sociales, la Selección hizo un llamamiento a todos los españoles que quisieran acompañarles en su Rúa de los Campeones, para celebrar juntos la conquista de la Eurocopa a lo largo de los más de cuatro kilómetros de recorrido, desde Moncloa al Ayuntamiento de Madrid, en la calle Montalbán, para terminar rematando la fiesta en una abarrotada plaza de Cibeles.
Los mejores de la máxima categoría de la Copa del Rey Mapfre de Vela, la clase Abanca ORC 0, no hablan español. Este año, en la 43ª edición de estas regatas internacionales, los triunfadores han sido los tripulantes del equipo estadounidense Vesper, seguido por el italiano Blue y el francés Paprec tras una semana de regatas intensa, con tiempo atípico para la isla -incluso momentos de chubascos- y jornadas trepidantes como la del viernes, cuando los descartes pusieron patas arriba la clasificación provisional, cambiando varios puestos e incluso dejando con opciones de trofeo a barcos que no lo habían ni soñado.
El Aifos del rey Felipe VI quedó en sexta posición, primero de los españoles y un lugar más que aceptable teniendo en cuenta que se trata de un TP52 con dos décadas de uso. El propio Monarca lo reconoció hace dos jornadas: «Sabemos dónde estamos, es un barquito viejo», afirmó. El Rey, que no faltó ningún día de navegación, recibió el mejor de los ánimos ayer en las instalaciones del Club Náutico, donde llegó acompañado por sorpresa de la Princesa Leonor.
Juntos aparecieron caminado por la explanada de la piscina con un objetivo: apoyar a la categoría femenina de la copa. En la Womens Cup han ganado María Bover, Bárbara Cornudella y Aina Garau en primero, segundo y tercer puesto. En la clase ORC A venció el Estrella Damm, que se proclamó así campeón de Europa
Leonor se fotografió con las cinco chicas que componen la tripulación del barco del Consejo Superior Militar de Deportes. A continuación, se tomó una fotografía con mujeres representantes de los 15 equipos femeninos. Doña Leonor se puso en cuclillas entre las participantes, en el centro de la imagen. Tras ese momento, la Princesa siguió a su padre por el muelle para llegar a la zona donde estaba atracado el Aifos, escorado por los dos Regulus de la Comisión Naval de Regatas. De hecho, Doña Leonor y Felipe VI departieron durante unos minutos con la tripulación del Regulus I, el barco con el que en su día soñaron que la Heredera participara en la Copa del Rey. Leonor encontró caras conocidas, pues estaban compañeros suyos de la Escuela Naval de Marín.
La Princesa de Asturias continuó hasta el Aifos y saludó a todos los miembros de la tripulación. Su padre se los iba presentando uno a uno, a todos menos al almirante Jaime RodríguezToubes, al que conoce desde pequeña y a quien ha dado dos besos en lugar de la mano, en señal de afecto. Los barcos estaban preparados para soltar amarras, por lo que Leonor ha dado dos besos a Don Felipe, que no paraba de sonreír, y le ha deseado «suerte». Desde la terraza del club, la Heredera despidió a su padre batiendo los brazos. Un cuarto de hora después, Leonor abandonó en Real Club Náutico en el asiento trasero de un Toyota Rav4 rumbo a Marivent mientras su padre llevaba el timón hacia el campo de regatas en la Bahía de Palma.
Cuatro horas y media después, el Aifos regresaba a puerto y las tripulaciones se dirigieron a sus hoteles para prepararse para la entrega de trofeos. A las nueve de la noche, el palacio de la Almudaina acogió por primera vez la entrega de trofeos, con armadores en un ambiente distendido y tranquilo. Don Felipe fue recibido por las autoridades de la isla: la presidenta de Baleares, Margalida Prohens y el alcalde de Palma, Jaime Martínez, entre otras. Tras estos saludos iniciales, el Rey también fue recibido por el presidente del Real Club Náutico de Palma, Rafael Gil y la la consejera delegada de Mapfre Iberia, Elena Sanz. Todos ocuparon después sus posiciones para entregar los trofeos a los campeones que se acreditan este año como los mejores de la Copa del Rey. Terminó así una semana de vela en Palma, con la vista puesta en 2026.
Todo está preparado en el Real Club Náutico de Palma desde hace días. Los equipos que participan en la 43º edición de la Copa del Rey Mapfre de vela y sus embarcaciones están listas para comenzar una semana de regatas que arrancó el sábado con el corte de la cinta inaugural y que se prolongará hasta el próximo 2 de agosto con la entrega de trofeos, una ceremonia presidida una vez más por el Rey Felipe VI. El Monarca, que participa en las regatas en la clase Abanca ORC 0 comandado por el almirante Jaime Rodríguez Toubes, buscará un año más alcanzar el oro en una regata que se le resiste al Aifos en parte por la falta de disposición de la Armada de destinar presupuesto para cambiar el barco.
En cualquier caso, la embarcación soltará amarras con el objetivo de poder revalidar el segundo puesto que ya alcanzó en la anterior edición. Una aspiración difícil y en la que se batirá en duelo con el Teatro Soho San Miguel, patroneado por Javier Banderas.
Al Real Club Náutico de Palma han llegado hasta once unidades TP52, a las que se suman tres barcos ClubSwan 50, dos de 46 pies y uno de 45. Una flota de altísimo nivel en la que los TP52 buscarán realizar salidas perfectas para tomar el control en la primera ceñida, mientras que el resto jugará sus cartas a través del rating, al ser algo más lentos, tratando de aprovechar las oportunidades que se generen tras la pared que formarán los 52 pies en las pruebas de barlovento-sotavento en la bahía de Palma.
Spirit of Malouen XI
Además del Aifos y el Teatro Soho, competirán en el mismo recinto el Urbania de Tomás Gasset, el italiano Vudu o el Arobas2. Sin embargo, el principal favorito de esta categoría será el francés Spirit of Malouen XI, que llega a Palma tras lograr el subcampeonato en el mundial de TP52, quedándose a sólo un punto del título.
Hablamos de una edición a la que comparecen 130 equipos con 24 nacionalidades diferentes, y cuyo impacto económico situó ayer "en unos 20 millones" Rafael Gil, el presidente del Real Club Náutico.
Interesante será también la competición en la clase Uber ORC C, donde más de 30 tripulaciones se jugarán el título continental. En esta clase hay una fuerte apuesta de la Armada, pues compiten el Regulus I, patroneado por Francisco Javier Pavón Jarava, y el Regulus VII. Por primera vez, además, el Ministerio de Defensa competirá con una embarcación capitaneada por la militar Esther Gómez Díez de la Cortina. Quince nacionalidades buscarán un título en la clase ORC A, con un programa que constará de un máximo de ocho pruebas, incluyendo dos regatas costeras.
Las tripulaciones que pasarán toda la semana en Palma tendrán también una intensa actividad de actos sociales que mañana comenzará con el cóctel de armadores en el castillo de Son Vida. El miércoles se presentará el primer barco de regatas para personas con gran discapacidad y habrá la Mapfre crew party además del concierto anual de Jaime Anglada. Será la aseguradora quien también patrocine el cóctel de blanco y cerrarán la semana con la entrega de trofeos en el Palacio de La Almudaina, donde se despejará la incógnita de si Felipe VI es, por fin, el ganador de las regatas.