La ejercicios espirituales de Laporte: “Me tomé un respiro, me tumbé en la cama y pensé: ‘¿Tan mal lo estoy haciendo?'”

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Para el que no lo sepa, y no tiene por qué saberlo, la Federación española (y todas las Federaciones), en los grandes campeonatos montan un centro de prensa (o Media Center, en inglés) para los periodistas desplazados. Normalmente son carpas blancas instaladas para la ocasión en las que hay que poner el aire acondicionado. Sin embargo, en la de Donaueschingen hay que rezar para que no se venga abajo cuando cae una tromba de agua como la que ha coincidido este sábado con la rueda de prensa, esperadísima, de Aymeric Laporte.

El central de origen francés tiene como cualidad que no se calla nunca. Es sincero. Es directo, y le importa más bien poco lo que piensen de él. Al menos, esa es la imagen que ha transmitido desde que llegó a la selección, justo antes de la Eurocopa de 2021. En su primera comparecencia, se enganchó con un periodista que le preguntó por su sentimiento español. “Es una pregunta bastante fuerte”, dijo antes de contestar: “Voy a darlo todo para ganar con la selección y eso es lo que importa”. Como resulta que estos días atrás él ha sido motivo de crítica, cuando no de mofa, por su presuntamente precario estado físico, su comparecencia había levantado mucha expectación.

Sin embargo, ha comparecido un Laporte zen. Tranquilo, calmado, como recién llegado de unos ejercicios espirituales, no ha entrado a ninguna polémica, no se ha enfrentado con nadie y no ha habido guerra. Eso sí, ha dejado las cosas claras. “Ha habido de todo, se ha especulado mucho, no había tanta información sobre mí como para opinar sobre mi estado de forma. Hay muy mala información, se leen más titulares de la cuenta. He llegado cuando se me dijo y me he preparado por mi cuenta para llegar bien a esta competición”, ha dicho.

Difamar, no

El futbolista, desde hace un año jugador de una liga menor como la de Arabia Saudí, ha respondido con calma. “A todos los futbolistas nos critican. Pero lo que sí pedimos es que no nos difamen, porque eso le pasa factura más que a nosotros , a nuestras familias. No es necesario difamar“, ha pedido, antes de explicar cómo ha afrontado toda esta situación: “Me han llegado a molestar, y mucho, algunas cosas que se han dicho. Pero un día me tomé un respiro, me tumbé en la cama y pensé: ‘¿tan mal lo estoy haciendo? ¿tan mal estoy haciendo las cosas como para que me critiquen así?’ Si estoy haciendo todo para llegar bien, y competir. Entonces entendí que no era contra mí, que es gente que quiere desestabilizar a la selección”.

Ha tenido hasta un punto de humor. Alguien le ha preguntado por qué no ha salido antes a dar explicaciones. “Pues porque no me han pedido salir a rueda de prensa. Aparte no tengo que salir a desmentir cosas que no son verdad. No estoy aquí para la prensa, estoy aquí para jugar“, ha resuelto uno de los líderes del vestuario, uno de esos tipos intocables para el seleccionador, Luis de la Fuente, que el primer día, antes de jugar contra Croacia, le defensió sin miramientos. “Agradezco a Luis el detalle de contestar como contestó. Eso es síntoma de que el grupo está unido”.

No quiso entrar ni siquiera en la polémica generada por un tuit de un cantante, que atiende por Willy Bárcenas, criticando el origen francés de los dos centrales españoles. “Pedimos que no difamen”, ha insistido. “Para mí la selección es lo más importante en mi carrera, es donde más he disfrutado en los últimos años. Es un orgullo representar a España, cada vez que visto la camiseta me siento muy orgulloso”, ha concluido.

kpd