Guerra en Ucrania
Tras huir con sus padres de Rusia, Valeriia Liubimova se ofreció a diferentes federaciones hasta que la francesa le respondió
Valeriia Liubimova, ciclista especializada en BMX freestyle, huyó de Rusia, donde estaba “en peligro” porque se oponía a la guerra en Ucrania. Ahora, con la residencia en Francia, aspira a conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024 con los colores de su nuevo país.
“No quería acabar en prisión. Pero soñaba con seguir practicando deporte de alto nivel”, explica esta deportista de 19 años mientras contempla las rampas instaladas en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines. Este fin de semana ha tenido lugar allí el Campeonato de Francia, la primera etapa de una nueva vida deportiva que ha dado un giro radical.
Todo fue “muy rápido” para Valeriia Liubimova, octava en el Mundial de 2021. Vuelve a soñar con una medalla olímpica en París después de creer que su carrera estaba definitivamente sacrificada en el altar de la guerra de Ucrania.
Cuando huyó de su país con sus padres, su hermano y su hermana – “se volvió realmente peligroso ya que nuestra posición se oponía a la del gobierno ruso” – encontró primero refugio en Georgia. Entonces ella no hablaba una palabra de francés. Su horizonte parecía completamente bloqueado.
Fue entonces cuando sus padres se plantearon la posibilidad de cambiar de nacionalidad “para seguir haciendo deporte, estudiar y tener futuro”. La familia estuvo tres semanas enviando correos electrónicos a diferentes federaciones pidiendo ayuda. “Y fue Francia la que me respondió”, cuenta.
“Se puso en contacto con varias federaciones, incluida la nuestra”, confirma Florian Rousseau, director del programa olímpico de la Federación Francesa de Ciclismo (FFC). “Comenzamos con una acogida de tres meses y todo funcionó. Esto nos llevó a tomar gestiones ante instituciones deportivas y administrativas para que pudiera tener un pasaporte francés. Sucedió muy rápido”.
Con el visado en la mano, Liubimova llegó a Montpellier, epicentro del BMX freestyle francés, en septiembre de 2022. Lo hizo sola, su familia se quedó en Georgia. Su primer y “mayor” desafío fue aprender francés para aprobar el examen de idioma necesario para obtener la ciudadanía.
Quince meses después, habla un francés muy correcto, ha aprendido los primeros versos de la Marsellesa y conversa con los comerciantes. “Me gusta la mentalidad de la gente de aquí. En Rusia, si vas a la tienda, nadie te sonríe. Es ‘hola y adiós’. En Francia, tenemos pequeñas discusiones”, insiste Valeriia, que además estudia ruso e inglés en la Universidad de Montpellier.
En octubre vistió por primera vez la camiseta de la selección francesa durante una fase de la Copa del Mundo en China. Y a principios de diciembre llegó la consagración cuando la comisión ejecutiva del COI aprobó tres solicitudes de cambio de nacionalidad de deportistas rusos con vistas a los Juegos Olímpicos de 2024, incluida la suya.
El Comité Olímpico Ruso pidió explicaciones al COI sobre esta decisión que “abrió la caja de Pandora”, según lamentó su secretario general, Rodion Plitoukhine, a la agencia TASS.
Para Liubimova, en cambio, es “milagroso”. Y para Francia es un regalo del cielo. “Estamos encantados, es una oportunidad para ella pero también para nosotras. Nos falta densidad a un nivel muy alto entre las mujeres”, subraya Rousseau. “Aporta mucho su mentalidad, su determinación. Es una trabajadora, con un gran potencial deportivo”, afirma el entrenador jefe de BMX estilo libre, Florian Ferrasse.
Pero la llegada de Liubimova no ha hecho feliz a todos. Laury Pérez, la única francesa al más alto nivel, creía tener su billete para los Juegos Olímpicos en el bolsillo. Pero sólo habrá una plaza.
“Evidentemente, Laury se lo tomó un poco mal, la consideraba una competidora directa”, coincide Ferrasse. “Los pongo en igualdad de condiciones. Tienen un nivel casi similar”, añade el técnico, que sabe que tendrá que tomar “una decisión difícil” con el objetivo de “buscar una medalla” en julio de 2024.
