Ganó un campeonato de la NBA con los Cleveland Cavaliers en 2016, y está promediando más de 27 puntos, cinco rebotes y siete asistencias por partido esta temporada
Kyrie Irving, con los Nets, en un partido contra los Detroit Pistons.Frank Franklin IIAP
Los Brooklyn Nets han llegado a un acuerdo para canjear a Kyrie Irving a los Dallas Mavericks de Luka Doncic días después de que el controvertido escolta solicitara ser transferido.
Irving pidió salir después de no poder aceptar una extensión de contrato con Brooklyn. Las conversaciones entre los Nets y los Mavs se “aceleraron” este domingo.
Irving, quien ganó un campeonato de la NBA con los Cleveland Cavaliers en 2016, está promediando más de 27 puntos, cinco rebotes y siete asistencias por partido esta temporada, llevando la carga ofensiva de Brooklyn desde que una lesión en la rodilla dejó fuera a Kevin Durant.
Pero su estancia de cuatro temporadas en Brooklyn ha estado marcado por la controversia. Se perdió decenas de partidos la temporada pasada por su negativa a vacunarse contra el covid-19. Esta temporada fue suspendido por ocho partidos después de una publicación en las redes sociales que hacía referencia a una película que contenía temas antisemitas. Al final acabó pidiendo disculpas y donado medio millón a organizaciones “que trabajen para erradicar la intolerancia”.
En febrero de 2017 dijo en el podcast ‘Road Trippin’ que la Tierra es plana, que John Fitzgerald Kennedy fue asesinado porque quería “terminar con la mafia bancaria en el mundo” y que la CIA mató a Bob Marley por enaltecer la paz. En los meses posteriores se retractó vagamente de algunas afirmaciones y animó a la gente “a informarse”.
En total, Irving ha jugado menos de 150 partidos en las últimas cuatro temporadas. Sin embargo, no hay duda de que sus habilidades podrían complementar las de la estrella eslovena de Dallas Luka Doncic, quien tiene un promedio de 33,4 puntos por partido.
Con balance de 28-26, los Mavericks son sextos en la Conferencia Oeste tras perder con Golden State Warriors el sábado, partido que Doncic se perdió por lesión.
El Hadji Omar Brancou Badio (Rufisque, Senegal, 1999) es simplemente Papi. Así le llamaba su madre, pues al menor de sus ocho hijos le nombró como a su abuelo, como a su papi. Y así le llama todo el mundo ahora. Papi vuela en el Valencia Basket que busca, ante el La Laguna Tenerife, regresar a una final de la Liga Endesa, otro peldaño más en una ascensión casi de película. Este jueves puso el 2-0 tras volver a ganar en La Fonteta. De las calles de Rufisque, de aprender baloncesto siguiendo los pasos de su hermana Marietou, de que un amigo enviara un vídeo con sus jugadas, a viajar a España para iniciar una aventura que le llevó desde Primera Autonómica a la cantera del Barça y ahora a ser clave en los planes de este frenético colectivo que dirige Pedro Martínez.
«Yo nunca me hubiera imaginado algo así. Yo soy un chico que voy día a día, así que para nada pensaba en el futuro. Estaba metido en lo mío, mejorando. Y cada vez que llegaba una oportunidad me decía: 'A por ello. A ver qué vamos encontrando'», cuenta el escolta senegalés, que conversa con EL MUNDO tras finalizar el entrenamiento en La Fonteta y repasar un vídeo del rival. ¿Marcelinho? «Es muy bueno. Para defenderle hay que intentar bajarle los porcentajes. Y hacerle las cosas lo más difíciles posible. Pararlo como tal, diría que es imposible. Tiene mucha experiencia», admite Papi sobre el emparejamiento con el brasileño.
Eso, la defensa, le ha distinguido. No son tantos los africanos exteriores que consiguen hacer carrera a primer nivel en Europa. En Senegal se buscan centímetros. Badio es una flecha, un físico único que se maneja en porcentajes desde el perímetro peligrosísimos para el rival. 37% este curso con el Valencia Basket, con el que la próxima temporada jugará la Euroliga en el flamante Roig Arena. Un horizonte más conquistado por el chico que aterrizó en Tenerife con 17 años.
«Fue a través de Rob Orellana, a la Canarias Basketball Academy (CBA). Él me vio en Senegal y se interesó mucho. Me trajo a España con una beca, para estudiar y seguir jugando al baloncesto en la Academia. Así fue», recuerda de esos primeros pasos jugando con La Matanza, su «primera vez en España». «Fue una época dura. Pero es parte del camino y no voy a olvidar nada de él. Fue bonito y duro, con muchos retos. Adaptarme al país, al juego, a los entrenamientos. Pero por todo ello estamos hoy aquí», asegura.
Badio, en el primer partido contra el Tenerife.ACB PhotoMUNDO
De jugar en Autonómica al salto a LEB Plata con el filial del Barça en un año. De azulgrana debutó con el primer equipo a las órdenes de Sarunas Jasikevicius, tomando nota en los entrenamientos de quien reconoce idolatraba, antes y durante, Corey Higgins. Después unos meses en Alemania -en el Skyliners de Frankfurt, con Diego Ocampo, quien fue su técnico en Barcelona- y la llegada al Baxi Manresa. Donde Pedro Martínez pulió la perla, hasta donde prometía y más allá. «Esta relación con él va a ser para siempre. Me ha ayudado muchísimo, dándome confianza. Y todavía lo hace, día a día. Yo estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho y hará por mí», cuenta sobre su técnico actual. Papi, que llegó a jugar una Liga de Verano con los Suns, fue incluido en el segundo mejor quinteto de la ACB la temporada pasada (promedió 14 puntos, 12,1 de valoración).
Todo desde Rufisque, ciudad portuaria a la entrada de Dakar, donde hay «canchas de baloncesto, de fútbol, playas y mucho calor». «No voy a decir que mi infancia allí fuera dura [su padre murió cuando él tenía ocho años], pero era diferente. Era divertido también, como un joven ilusionado por el baloncesto. Ahí, en la calle, yendo a jugar con mi hermana (ella jugaba en el Saltigué, el club de la ciudad). Siempre estábamos juntos, es mi hermana favorita. Fue una época muy bonita de mi vida que no voy a olvidar», rememora ahora.
Cuando el Valencia le fichó el pasado verano muchos dudaban. Era un salto al primer nivel y Badio no ocupa plaza de jugador de formación. Pero su rendimiento ha silenciado críticas. Es un fijo para Pedro Martínez (más de 20 minutos de promedio), con exhibiciones como la de hace unas semanas ante el Gran Canaria (27 puntos, siete rebotes...), un punto diferencial en los taronjas cuando forma parte del juego exterior junto a su compinche Jean Montero, con el que juega al Call of Duty en sus ratos libres. «Jean es muy divertido. Jugamos pasándonoslo bien», reconoce.
Dame Sarr, el joven italiano fugado del Barça, metió 17 puntos en el escaparate del partido entre ¿estudiantes? de instituto estadounidenses contra resto del mundo. Ahora mismo, económicamente es lo que somos: un resto para USA. Tanto arancelariamente como pensando en economía baloncestística. Así nos ven. Y así nos miramos entre nosotros.
Sarr pudo anotar esos 17 contra la Virtus el viernes en un partido donde ganar sí importaba y abrochar la entrada de su contuso equipo en playoff. Y en un futuro inmediato, ser el héroe contra el Mónaco o incluso jugar una Final Four. Irse a USA con el cariño de su afición o irse sin su permiso.
Los agentes de los jóvenes jugadores tratan de preservar opciones futuras tanto económicas como deportivas en base a consejos presentes. Un órgano consultivo que trata con material delicado y a veces explosivo, adolescentes. La línea entre la recomendación leal y la impregnada de demasiados componentes económicos es más delgada que la de tres puntos. ¿Quieres ser feliz deportivamente ya o quieres ser millonario? Siendo lo segundo pude ser más llevadera la pelea por el bienestar emocional (aunque eso suponga cargar de familiares y conocidos llamándote para "proponerte negocios").
Barcelona le dio la oportunidad de muchos minutos y protagonismo en Euroliga y Liga Endesa, con solo 19 años. Circunstancia dada por las continuas lesiones y el no de Laporta a fichar netamente a nadie más. Eso lo tienen claro también Parra y Brizuela, poco usados, ahora claves en este galimatías de temporada. Sarr se ha equivocado en cuanto a lo que son los valores que se defienden en un vestuario: objetivos comunes, sacrificio cuando el de al lado cae, mantenerse unidos.
Le va a dar igual. Ocupará el espacio económico entre 750.000 y 1 millón de dólares en la Universidad de Illinois o incluso alguna mayor. Colirio inmediato. Mi percepción es que creciendo estos tres meses en Barcelona quizás hasta podría optar al Draft NBA. Eso no lo vio venir con tiempo. No sé si en el Palau ahora postarán por él.
Sarr demostró ceguera a distancia media y los clubes europeos tienen los ojos empañados por el NIL y el 'revenue sharing' que significa otra amenaza en el corto plazo. Las universidades van a poder compartir los beneficios económicos con sus jugadores. En este continente no se habla de generación de ingresos, de cómo ser mejor producto para conseguir más recursos, de apostar por jóvenes pagándoles mejor y no lo que sobra. Tampoco se debate sobre la necesidad de presionar para pagos compensatorios como tiene la FIFA. NBA y FIBA tienen una gran relación, además del proyecto de NBA Europa, la gran revolución sería poder redistribuir a los formadores más riqueza de la que consiguen con estos grandes jugadores que en su día fueron solo promesas de mirada inocente.