En Liévin, tras el etíope Lamecha Girma, que batió el récord del mundo, el español establece la segunda mejor marca de siempre.
En Liévin, al norte de Francia, en una de las tradicionales citas del atletismo en pista cubierta, una carrera de 3.000 metros electrizante, extenuante sin llegar en su esforzada grandeza a ser agónica, concluyó con un récord del mundo y otro de Europa.
El etíope Lamecha Girma, “liebre” de sí mismo después de las “liebres” de todos, galgo delante de otro galgo, terminó en 7:23.81 y hacía trizas la vieja plusmarca del keniano Daniel Komen (7:24.90), que, firmada en Budapest, permanecía intacta en el pedestal desde el 6 de febrero de 1998.
En el mismo retablo de las maravillas, detrás de él, sin llegar nunca a amenazarlo realmente, aferrado a su estela, sin perderla, pero tampoco sin poderla sustituir, un soberbio Mohamed Katir escribía su propia historia. Imponente, dinamitaba el récord de Europa (y de España, claro) que Adel Mechaal estableció, curiosamente, otro 6 de febrero, pero de 2022 y en Nueva York con 7:30.82. La marca de Katir (7:24.68) se convertía en la segunda mejor de todos los tiempos.
Clama al cielo que, con semejante estado de forma, haya renunciado Katir al Campeonato de Europa, que se celebrará, pese a la tragedia turca, en Estambul del 2 al 5 de marzo. Él y Mario García Romo se ausentarán de un más que prometedor 1.500 con la justificación de no alterar su preparación para el Mundial al aire libre de Budapest, del 19 a 27 de agosto.
No parece que correr todavía en invierno sea incompatible con hacerlo bien en pleno verano. El año puede planificarse perfectamente con esas y otras competiciones, enfocadas todas ellas a rendir satisfactoriamente. Pero no es el momento de los reproches, sino de las felicitaciones.
Desde las 7.30 de la mañana en los alrededores de la Torre Eiffel hasta las 22:30 aproximadamente en Roland Garros, un supermiércoles olímpico para no levantarse del sofá. Un frenético cóctel de deportes, por tierra, mar y aire, en el que España podría conseguir de cuatro a seis medallas (a falta de cuatro jornadas, igualaría ya las logradas en Río y Tokio) y meterse en varias semifinales por equipos. Tomen nota.
MARCHA
En el Trocadero, bien temprano, dos parejas españolas para seguir ampliando la leyenda de la marcha atlética española. Se trata del novedoso relevo mixto en el que recorrerán la distancia de un maratón (42,195 kilómetros), en cuatro postas. Álvaro Martín y María Pérez, bicampeones del mundo en Budapest y medallistas olímpicos la semana pasada (bronce él, plata ella) en los 20 kilómetros, son claros favoritos. Miguel Ángel López y Cristina Montesinos (décima la catalana) también tienen mucho que decir.
TAEKWONDO
No muy lejos de allí, en el Grand Palais, desde por la mañana -con suerte, hasta las 21.19 de la final femenina y las 21:37 de la masculina-, dos madrileños, Adriana Cerezo (-49 kg, plata en Tokio) y Adrián Vicente (-58), pelearán en una especialidad también siempre propicia. Ella arranca en octavos contra la uruguaya Grippoli (11.11 h.); él, bronce mundial, contra un rival que llegará desde una ronda anterior (11:24).
EQUIPOS
Con el fútbol masculino en la final olímpica, el femenino buscando este martes el mismo lugar y la estupenda plata de las chicas del baloncesto 3x3, los equipos tienen por delante un miércoles decisivo. Por orden, seis citas de cuartos de final. A las 9:30 h., en Lille, el balonmano masculino se enfrenta a Egipto, rival al que ya derrotó hace tres años en los Juegos de Tokio por el bronce. Ya a mediodía (14:00 h.), los chicos de waterpolo se las verán con Croacia. Y, media hora más tarde, en la reedición de la pasada final del Eurobasket, las chicas de Miguel Méndez ante Bélgica en el Bercy Arena. Un poco después (17:00 h.) será el turno del voley playa: ellas, Daniela Álvarez y Tania Moreno, contra la pareja canadiense. Y ellos, ya a las 21:00 h., los legendarios Pablo Herrera y Adrián Gavira, ante los noruegos.
NATACIÓN ARTÍSTICA
España se encuentra otra vez entre las favoritas, el sitio que le corresponde por tradición y palmarés. Después del escándalo que desmanteló al mejor equipo español de natación sincronizada de la historia, con Anna Tarrés al frente, hubo dos ediciones de vacío -los Juegos de Río 2016 y los Juegos de Tokio 2020-, pero ya está de vuelta. Con Mayuko Fujiki al frente, un nuevo grupo de nadadoras y otra filosofía de entrenamiento, España vuelve a estar en disposición de colgarse una medalla. Será en la rutina acrobática, a partir de las 19.30 horas, y con un riesgo alto. Con la China de la propia Tarrés como favorita al oro, las medallas se tendrán que discutir con Japón y Estados Unidos, que presentarán ejercicios con menor puntuación de dificultad, pero más seguros.
VELA
La clase 470 mixto, con Nora Brugman y Jordi Xammar, afronta la Medal Race hoy en la bahía de Marsella a partir de las 15:43 horas en inmejorable posición. Ayer sólo pudieron disputar dos de las tres últimas regatas previstas en la última jornada de la serie clasificatoria y siguen segundos en una general muy igualada. Son los números uno del ranking internacional y vigentes campeones de mundo. Ayer firmaron un tercero y un sexto puesto antes de que se quedaran sin viento. Fuera de las medallas quedaron ayer Tara Pacheco y Andrés Barrio en el Nacra 17. La pareja mixta, demasiado irregular durante las tres regatas del martes, se quedó a cuatro puntos de la Medal Race.
BOXEO Y...
El último en entrar en acción será el marbellí Ayoub Ghadfa, quien, con su medalla asegurada, buscará silenciar Roland Garros a las 22:18 h. ante el local Djamili Aboudou y colarse en toda una final olímpica de los pesos pesados. No hay que perder ojo tampoco a Leslie Romero, con plaza y sueños en la final olímpica de escalada. Daniel Arce estará en la finalísima de los 3.000 obstáculos en el Stade France. Y, sin medallas en juego todavía, comienza el golf femenino (Carlota Ciganda y Azahara Muñoz) y se disputan varias eliminatorias de piragüismo.
Mundial de atletismo
JAVIER SÁNCHEZ
Enviado especial
@javisanchez
Budapest
Actualizado Sábado,
26
agosto
2023
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21:21Introvertido, silencioso, busca en los 5.000 metros la gloria que...