La tunecina se enfrentará este sábado a Markéta Vondrousová, que venció este jueves a la ucraniana Elina Svitolina
La tunecina Ons Jabeur volverá a disputar la final de Wimbledon tras su victoria sorpresa en semifinales ante la número dos mundial, Aryna Sabalenka, en tres sets (6-7 (5-7), 6-4, 6-3). Jabeur, que perdió el año pasado frente a Elena Rybakina, tendrá ocasión de desquitarse el sábado ante la checa Markéta Vondrousová, que se impuso este jueves en dos sets (6-3 6-3) a la ucraniana Elina Svitolina.
Sabalenka intentó imponer de entrada su juego a base de poderosos golpes de fondo, contestados por Jabeur en trepidantes intercambios que pusieron más de una vez en pie al público en la pista central. La bielorrusa de 25 años, ganadora del Open de Australia este año, había presagiado de hecho una “dura batalla” con la veterana tenista árabe, de 28 años, famosa por sus golpes “imposibles”.
La partida se disputó de poder a poder desde los primeros lances y hubo que llegar al ‘tiebreak’ en el primer set para que Sabalenka marcara inicialmente la diferencia por la mínima, y gracias a su potente servicio. La número dos mundial lo tuvo todo a su favor en el segundo parcial, con 4-2 en el marcador, pero se dejó romper el saque en el momento clave y Jabeur logró adjudicarse finalmente el set con cuatro juegos seguidos.
La tunecina, jaleada por el público, dio una increíble muestra de resiliencia y fue capaz de darle la vuelta a un partido que llegó a tener casi perdido. Cuando Sabalenka fue capaz, finalmente, de anotar un juego en el tercer set lanzó un grito con el que exteriorizó su impotencia. Su sueño de poder convertirse en número uno del mundo, si vencía en la final, se desmoronaba en pedazos.
Una y otra vez, Jabeur dio una lección de entereza y movilidad en la hierba, rompió dos veces el servicio a su desmoralizada rival, y viajó en volandas en el tercer set, impulsada por el calor del público que, en ausencia de la ucraniana Svitolina, tiene ya una clara favorita para la finalísima del sábado.