Golpe de autoridad de Victor Lafay en San Sebastián

Golpe de autoridad de Victor Lafay en San Sebastián

Tour de Francia


Segunda etapa

Actualizado

El francés de Cofidis sorprende a un grupo de elegidos en la playa de la Zurriola un día después de brillar junto a Pogacar y Vingegaard en Pike.

Lafay celebra su victoria.Daniel ColeAP

Victor Lafay (Cofidis) ha dejado a un lado las jerarquías del pelotón para sorprender con un último arreón a todos los favoritos en la recta de la playa de la Zurriola. El francés, que ya mostró en la cuesta de Pike su excelente estado de forma, ha sorprendido al ‘treno’ del Jumbo cuando preparaba el esprint para Wout van Aert, pero también a Tadej Pogacar, que aspiraba a la victoria.

La segunda etapa del Tour de Francia, entre Vitoria y San Sebastián (209 kilómetros), se ha convertido en una ‘clásica’ en la que Adam Yates (UAE) mantiene el maillot amarillo y Neilson Powless ha brillado al frente de una escapada con la que pretendía repetir triunfo en la capital guipuzcoana. La etapa más larga del Tour la ha ganado el más listo y, tras su exhibición en la cuesta de Pike, uno de los corredores más en forma del pelotón. Victor Lafay ha confirmado que llega pletórico a un Tour en el que no formaba parte del grupo de favoritos. Pero el ciclista de Lyon, de 27 años, fue uno de los supervivientes en el durísimo campeonato nacional galo que ganó Valentin Madouas.

El ajustado triunfo de Lafay se ha producido cuando un selecto grupo con los grandes favoritos peleaba por la victoria tras el vertiginoso descenso de Jaizkibel. Hasta llegar al último puerto de la jornada, el protagonista de la etapa había sido Powless.

El recuerdo de 2019

Durante casi 180 kilómetros, Powless ha soñado con volver a San Sebastián por delante del pelotón. El ciclista del Education First, nativo americano de la tribu Oneida, disfruta en el País Vasco. En la recta del Boulevard, unos metros más allá de donde hoy se situaba la meta junto al Kursaal, Powless le birló la cartera a Matej Mohoric (Bahrein) en la Clásica de San Sebastián de 2019, un domingo de agosto encapotado y con el asfalto traicionero.

Casi cuatro años después, en otro domingo ‘vasco’ de chaparrones y rayitos de sol, Powless ha aprovechado el protagonismo que le ha concedido su escuadra para asegurarse un hueco entre los mejores del Tour. Vestido con el maillot de topos rojos de líder de la montaña y acompañado en la escapada por Edvald Boasson Hagen (TotalEnergies) y Rémi Cavagna (Soudal-Quick Step), el estadounidense ha sumado puntos en los altos de Udana, Aztiria, Alkiza y Gurutze, donde dejó plantado a Boasson Hagen porque ya Cavagna se había descolgado en la cota anterior.

Powless afrontó los últimos 35 kilómetros en solitario, con Jaizkibel como el último obstáculo para alcanzar la gloria en San Sebastián, mientras del grupo tiraba el UAE del maillot amarillo Adam Yates y Pogacar, su jefe de filas. Un UAE con la moral por las nubes después del triunfo y liderato en Bilbao pero consciente, como reconocía su director José Antonio Fernández ‘Matxin‘, de la necesidad de administrar esfuerzos.

Majka, en labores de caza

Más después de comprobar que el sube y baja desde Vitoria a San Sebastián con la entrada en muchos núcleos urbanos multiplicaba los riesgos para el pelotón. Matteo Trentin lo comprobó en Andoain al caer tras entrar pasado en una curva cuando lideraba el pelotón.

Caídas de nuevo en una segunda etapa condicionada por la alta velocidad, con una media cercana a los 44 km/h en las tres primeras horas. El pelotón, además, aceleró su ritmo tras coronar el puerto de Gurutze, pasando por Irún y Fuenterrabia. Powless afrontó con 1:37 sobre el pelotón las rampas de Jaizkibel (8,1 kilómetros al 5,3%), una renta escasa cuando Rafal Majka (UAE) asumió la caza y se exprimió hasta el alto situado a apenas 16 kilómetros de la meta.

En la cumbre, Pogacar (UAE) esprintó junto a Vingegaard (Jumbo) y Simon Yates (Jayco), que peleaba por arañar los ocho segundos de bonificación para igualar a su hermano gemelo en la general. En el descenso, con apenas 12 kilómetros para la meta, el Jumbo se organizó para llevar a Van Aert hasta el esprint final. Hasta que Lafay, sorprendiendo al grupo por la izquierda, ganó unos metros que le dieron la victoria.

kpd