Francia podría limitar la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos que se celebran este verano en París en caso de que la amenaza terrorista obligue a ello. Lo ha dicho este lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, en una entrevista para celebrar que quedan 100 días para el evento deportivo, que arranca el 26 de julio y acaba el 11 de agosto.
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Es uno de las grandes retos de cara a los Juegos: garantizar la seguridad en la ceremonia de apertura, prevista a lo largo del Sena, donde los atletas desfilarán en barcos, ante más de 300.000 espectadores. Francia está en alerta máxima por atentado terrorista y se va a recurrir incluso a empresas de seguridad porque no da con las fuerzas del orden. Se va a restringir la circulación y el perímetro de seguridad será muy amplio. El aforo, que iba a ser de 600.000 personas, se ha ido reduciendo hasta la mitad.
“Podemos hacerlo y vamos a hacerlo, porque nos hemos dotado de los medios para hacerlo (…) Nuestro país ya ha sido golpeado por el terrorismo y lo que quieren los terroristas es impedirnos soñar. No hay ingenuidad en esto. Nos hemos dotado de medios para hacer una gran ceremonia de apertura”, ha dicho Macron en una entrevista a la cadena BFM.
Hasta ahora no se había desvelado si habría alternativa. Macron ha avanzado que sí habrá un plan B y un plan C en caso de que el riesgo sea tal que no se pueda garantizar la seguridad. Las opciones serían restringir la ceremonia a la plaza de Trocadero, junto a la Torre Eiffel, o “replegarse en el Estadio de Francia”.
Huelgas
Otra de las amenazas que planean sobre el evento es la convocatoria de huelga. Los sindicatos CGT y FO ya han comunicado preavisos de paro para el periodo de los Juegos. “Francia es un equipo, es una nación unida y hay que estar a la altura del ejemplo. Tengo confianza en los sindicatos y su espíritu de responsabilidad”, ha señalado el presidente.
Macron prometió que se bañaría en el Sena, donde se van a realizar algunas de las pruebas acuáticas. Sin embargo, también aquí hay serias dudas de que vaya a poder hacerse, debido al estado del agua. Las lluvias de las últimas semanas han degradado la calidad de la misma. “No he cambiado de opinión. Estaremos a la cita antes del 26 de julio”, ha insistido el presidente.
El objetivo de cara a los Juegos es celebrar algunas de las pruebas pero también dejar zonas en el Sena aptas para el baño, para que los parisinos puedan disfrutar. Hace 100 años que se prohibió el baño en el río debido a la alta polución. Tanto Macron como la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, han prometido dar ejemplo y ser los primeros en introducirse en las aguas del Sena.
“Hay un trabajo que se ha hecho desde 2016. Cuando hablamos de la herencia de los Juegos, el Sena será uno de los grandes legados de los JJOO”, ha dicho el presidente. Una de las infraestructuras que permitirán mantener el agua limpia es un megadepósito de agua fluvial, que permitirá almacenar el agua de la lluvia. Esta obra aún está sin terminar.
No sólo se bañará. No descartar incluso portar la llama olímpica, que se enciende mañana en la ciudad griega de Olimpia y llegará a Marsella el 8 de mayo. Ha dicho: “Creo que no es mi papel ni mi lugar”. Pero ha concluido: “Veremos a ver si alguien me invita a llevarla, pero en principio no estoy previsto dentro del programa”.