Jenni Hermoso recordó quién es. Sabía lo que tenía que hacer, lo que mejor sabe, lo que le cura, le impulsa y multiplica su fuerza. Lo que convierte a todas las futbolistas españolas en ejemplo de todo lo que va antes y después de la pelota. Resilientes, eligieron no mirar demasiado hacia atrás y llevar su largo partido al césped. Ése es su terreno y, con descaro y valentía decidieron atrapar otro sueño dándose un festín. Por primera en la historia, España peleará por una medalla olímpica en París. Era justo y necesario que a Países Bajos la golpeara primero Jenni Hermoso con un gol catártico, la rematara el potente altavoz de Aitana, y la enterrara la fe de Ona Batlle para volver a hacer historia. [Narración y estadísticas (3-0)]
No eran la neerlandesas el hueso que se esperaba o acaso fue que España encontró la forma de roerlo cómodamente. Tuvieron pelota, encerraron al rival y pudieron liquidarlo con la velocidad endiablada de Salma Paralluelo. Ellas buscaban encontrar a la carrera a Beerensteyn, perseguida como una sombra por Laia Codina con las coberturas de Irene Paredes. Aparecía Miedema para catalizar su juego y provocar algún sobresalto, pero fue Países Bajos quien más sufrió. Como si no estuvieran avisadas, no hallaron la manera de parar delantera del Barça, a la que sólo le faltó puntería para darse un atracón. Se burló de Janssen y encontró un pase en largo de una excelsa Mariona que lamió un poste y después fue el robo de Athenea a la portera la frontal que le dejó franco un zurdazo que rozó el otro poste.
El partido iba de área a área, buscando errores que lo abrieran y queno llegaron. No cazó Athenea un centro raso de Jenni, como Beerensteyn no aprovechó un pase filtrado de Miedema porque Cata Coll salvó el remate con el pie. España estaba centrada en evitar que las neerlandesas corrieran con el balón controlado mientras había encontrado el filón de soltar a Paralluelo. Otra carrera desde la medialuna en la que se apoyó en Athenea acabó obligando a la guardameta Van Domselaar a salvar el gol que se le resistía a la zaragozana. Pero no desistió. Otro eslalon desde la izquierda, recorte a la capitana Spitse y otro tiro que no encontró portería. Se estaba salvando el equipo de Andries Jonker ante la campeona del mundo, tan dominadora como desacertada.
Zurdazo letal
Como Salma no atinaba, apareció Olga Carmona para rematar en el punto de penalti un centro de Mariona. Había que probar y eso es lo que hizo Jenni Hermoso. Ona Batlle la encontró escorada a la izquierda en la frontal y la madrileña atrapó el balón y, agarrada y serena, bailó con él en un palmo y armó el zurdazo letal. España estaba en ventaja y en cuatro minutos, otro centro de Mariona lo amagó Salma pero lo embocó Aitana a bocajarro apareciendo en el punto de penalti.
La reserva del billete a París estaba en el bolsillo. Quiso espabilar Países Bajos buscando más juego con la exiliada Damaris Egurrola. Otra vez apareció su peor pesadilla, Paralluelo, y les recordó que necesitan control y asustar a España. Lo entendió Brugts, forzando a Cata Coll a brillar de nuevo, y Martens con un testarazo que se perdió por encima del larguero. Empezaba a sufrir la selección española y había que ajustar, por eso miró Montse Tomé al banquillo y reclamó la pólvora de Alba Redondo. A ver quién podía más.
Pero la victoria de Francia sobre Alemania daba al equipo neerlandés una vida extra y Jonker lo tuvo presente al renunciar a su futbolista más letal. Beerensteyn salió del campo mientras España crecía y hasta daba oportunidad al debut con 17 años de Vicky López, brillante semilla de la nueva generación. Pero antes apareció Ona Batlle, que cocinó y se comió el tercer gol. España, campeona del mundo, podrá buscar el oro olímpico y el primer título continental. Nada las para.