Eric Kilburn, el riesgo de competir con un 59 de pie a los 14 años

Eric Kilburn, el riesgo de competir con un 59 de pie a los 14 años

Fútbol americano

Actualizado

El joven norteamericano, a quien Shaquille O’Neal le regaló varios pares de zapatillas ante las dificultades de su madre para conseguirlas, tiene un tamaño que multiplica las posibilidades de sufrir un sinfín de complicaciones físicas

Un representante de Under Armour mide el pie de Kilburn.EL MUNDO

Destacar mucho no siempre es bueno. Eric Kilburn, un joven jugador estadounidense de fútbol americano, puede atestiguarlo. A sus 14 años, mide ya más de dos metros y calza un pie, a su edad, casi de récord: el equivalente a un 59 europeo.

Por lo pronto, necesitó que Shaquille O’Neal, toda una ex estrella de la NBA, viniera al rescate para proporcionarle algo que a su madre le cuesta horrores encontrar: calzado de su talla. El impacto mediático de esa decisión, a su vez, llevó a marcas como Puma o Under Armour a volcarse para tratar de aprovechar el tirón ofreciéndole zapatillas a medida. Su envergadura y su volumen, cómo no, le permiten destacar, y mucho, en su deporte. Pero, a su vez, multiplican las opciones de sufrir problemas físicos que pueden llegar a ser tremendamente complicados.

«El deporte que ha escogido es donde se va encontrar más a gusto, porque lo van a valorar muchísimo, pero, a nivel corporal, le va a pasar factura», señala el doctor Alberto Martínez Oller, podólogo experto en Biomecánica y por cuyas experimentadas manos han pasado ya muchos deportistas de élite.

«Estamos ante un ejemplo de una patología que se conoce como acromegalia o gigantismo. Hay casos en los que una persona con este tipo de condición puede llegar a acabar calzando entre un 60 y un 70 de pie. Y eso implica tener que recurrir a zapatos a medida. De hecho, prácticamente todo a medida. Y, más allá de los problemas estéticos de ropa y calzado, su vida no va a ser fácil», explica.

«Normalmente, personas con estas alteraciones del crecimiento suelen tener también alteraciones asociadas y lo más triste es que muchos tienen también una reducción de la esperanza de vida, que suele ser de entre 15 y 20 años con respecto a la media», destaca. «Los problemas más graves que pueden llegar a tener tienen que ver con el corazón.

Además, la circulación en un cartílago como el de la rodilla puede verse comprometida y pueden aparecer artrosis prematuras. También pueden padecer deformaciones en los huesos y verse afectados por debilidad muscular. No podemos confundir volumen con masa muscular. Es posible que lo que tenga sea más cantidad de grasa que de músculo, con lo que la situación se complica aún más», asegura. Sobre todo, en un deporte de contacto como el fútbol americano.

El problema del peso

«Hablamos de una persona con mucho peso. Las fuerzas que gestionan su pie y su pierna, cuando se pone a andar, son dos veces su peso. Y, cuando se pone a correr, entonces son tres veces su peso. A partir de ahí, los impactos y fuerzas transversales con los que se puede encontrar pueden dificultar, y mucho, la alineación de la rodilla o incluso el crecimiento de la tibia, que podría deformarse hacia los lados», apunta. «Tendrá un estrés importante a nivel óseo que facilitará mucho más que puedan aparecer lesiones. Perfectamente, podría doblar en posibilidades a otras personas de estaturas que estén más dentro de la media», analiza el doctor.

Su recuperación, con todo, no estaría en este caso más comprometida. Aunque a la larga sí pueden aparecer más problemas. «Este tipo de enfermedades se basan en alteraciones de la segregación de la hormona del crecimiento, muchas veces asociadas a tumores de la hipófisis. Esa hormona hace que todas las células de su cuerpo estén prácticamente en ebullición y puede ser que cualquier lesión la reparen rápido. Otra cosa es cuando deje de crecer. A nivel de recuperación no sería tampoco ningún drama, pero las recaídas sí serían más frecuentes», sentencia.

kpd