El futbolista Dani Alves, condenado por agresión sexual, no saldrá de prisión provisional este jueves al no haber depositado antes de las 14:00 horas la fianza de un millón de euros fijada por la Audiencia de Barcelona.
La secretaría que debe acreditar la fianza abre a partir de las 9:00 de la mañana hasta las 14:00, un horario en el que el brasileño no ha depositado el millón de euros fijado, según fuentes judiciales. Por tanto, pasará como mínimo una noche más en Brians 2, aunque ingrese el dinero en lo que queda de día.
El entorno de Alves lleva movilizado desde ayer en busca el millón de euros de fianza teniendo en cuenta que el ex futbolista tiene las cuentas embargadas por un proceso judicial con su ex mujer abierto en Brasil. El padre de Neymar ya le cedió a principios de año los 150.000 euros que necesitaba para pagar la indemnización a la víctima y que resultaron claves para una condena más baja aceptando una atenuante.
Para defender la petición de libertad provisional, la abogada del brasileño, Inés Guardiola, alegó que su cliente ya ha cumplido un cuarto de la condena que se le impuso (lleva 14 meses en prisión, desde enero de 2023) y que con este 25% cumplido ya podría acceder a permisos penitenciarios si cumpliera el otro requisito para tenerlos: que la pena sea firme. Algo que puede tardar meses porque los recursos están pendientes de que los valore el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y después puede haber otros recursos ante el Tribunal Supremo.
También hay que tener en cuenta que un preso preventivo como Alves no puede estar en esa situación más de la mitad del tiempo que marca la condena que se le impuso en primera instancia, en este caso de la Audiencia de Barcelona. Por tanto, debería salir en abril de 2025 (dos años y tres meses después) si no se ha resuelto el procedimiento, algo que la Audiencia de Barcelona también ha tenido en cuenta.
“Conviene recordar que la función de la prisión provisional no puede ser en ningún caso la de adelantar los efectos de una hipotética pena que pudiera serle impuesta al acusado o la de impulsar la investigación del delito u obtener pruebas o declaraciones”, señaló el tribunal en este sentido en el auto emitido ayer.
Es decir, ha valorado que la pena impuesta se ha reducido de forma considerable -ya que la Fiscalía pedía 9 años y la acusación particular 12- y que ya lleva 14 meses de forma preventiva, “pudiendo ser prorrogada de persistir las circunstancias que motivaron su dictado, hasta la mitad de la condena impuesta, periodo en el que difícilmente podrá llegar a alcanzar firmeza la sentencia”.
Además, existe otra importante consecuencia que puede acarrear la puesta en libertad del brasileño: la decisión hará que los recursos presentados contra la sentencia se dilaten mucho más que si hubiera seguido en la cárcel. Por tanto, Alves podría llegar a esperar en la calle más tiempo del previsto que la condena sea firme.
La condena a Alves fue de 4 años y medio por violación al verse beneficiado por el primer redactado de la Ley del solo sí es sí del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, que rebajaba de 6 a 4 años la condena mínima por agresión sexual; y por una atenuante tras haber pagado 150.000 euros de indemnización.La víctima, “frustrada y desesperada”, recurrirá la decisión. “Se acerca mucho a una distinción de justicia para ricos y personas que tienen una capacidad económica normal”, clamó su abogada.