El torneo de Candidatos es la mayor competición que puede jugar un ajedrecista después del Campeonato del Mundo. Sus ganadores, de hecho, obtienen el derecho a retar a los campeones, que ahora mismo son dos chinos: Ding Liren y Ju Wenjun. En la primera jornada del torneo que se celebra desde este jueves en Toronto no faltaron emociones, pero a la hora de la verdad solo una partida de las ocho disputadas no acabó en tablas. Tan Zhongyi, excampeona mundial en 2017, venció a la actual subcampeona, Lei Tingjie.
La importancia de esta competición es tan grande que cabía esperar que en la primera ronda imperara la prudencia. Por otro lado, el formato de juego es una liga a doble vuelta en la que, para evitar posibles compadreos, la FIDE fuerza que los jugadores con la misma nacionalidad se enfrenten entre sí en las primeras rondas. Ese factor, de un modo u otro, también suele incrementar el porcentaje de tablas.
Pese a todo, no solo el duelo entre las chinas ofreció una lucha a muerte. Los dos estadounidenses, números 2 y 3 del mundo y grandes favoritos para ganar el torneo absoluto, libraron una batalla vibrante. Hikaru Nakamura, con negras, planteó una variante rara y arriesgada de la defensa siciliana, una línea con la que logró sorprender a Fabiano Caruana.
Nakamura se marca un Luis Enrique
El propio Nakamura explicaba su elección de la apertura en un vídeo publicado minutos después de terminar la partida. Sorprende que en pleno torneo de Candidatos pierda el tiempo en mantener viva su actividad como ‘streamer’, pero ahora mismo es su principal vía de ingresos, por encima de los premios que consigue en los torneos. El italoamericano, por su parte, acusó la sorpresa y empezó a gastar demasiado tiempo, aunque se las arregló para conseguir una pequeña ventaja.
Nakamura, que jugó muy rápido la primera mitad de la partida, empezó a sentirse en peligro y trató de salvarse con un sacrificio de torre que lo dejó al borde del precipicio. Si Fabiano Caruana se hubiera comido la pieza, no habría podido evitar las tablas, pero el gran favorito del torneo es un tipo serio, enseñado desde pequeño a no aceptar regalos de desconocidos. Fabi, casi la antítesis del ‘showman’ nacido en Japón, quiso castigar su espíritu juguetón, pero en un momento dado eligió un plan erróneo: cambió una torre y ya no pudo esquivar las tablas. El resultado no era malo del todo, pero después de ver cómo se produjeron es probable que anoche tuviera que contar demasiadas ovejas.
Otro de los duelos más interesantes de la jornada fue el que mantuvieron dos de los más jóvenes participantes, el francés Alireza Firouzja (20 años) y el indio Rameshbabu Praggnanandhaa (18). El primero, con blancas, construyó una posición con vistas a la victoria, pero su joven rival no se dejó impresionar y, después de algún desliz mutuo, encontró la salida a todos sus problemas por un camino tan estrecho como resbaladizo.
Las otras dos partidas del Candidatos masculino tuvieron menos historia. El ruso Ian Nepomniachtchi no encontró el modo de doblegar al más débil del torneo, el azerí Nijat Abasov, quien ha llegado a Canadá con una pierna herida, pero la cabeza sobre los hombros. En el duelo entre dos de los tres indios, por último, Gukesh (17), el más joven del grupo, tuvo que defenderse contra Vidit Santosh Gujrathi, quien pese a llevar las piezas negras y a figurar entre las supuestas víctimas de la competición fue quien arriesgó y dio espectáculo.
Torneo de Candidatas
En el cuadro femenino, las tres primeras partidas también acabaron en tablas, pero en la última en terminar, Lei Tingjie perdió con blancas contra su compatriota Tan Zhongyi. Estamos en los albores del Candidatos, pero la primera ya tiene cuesta arriba volver a jugar un Mundial, tras su experiencia del año pasado. En 2023 perdió en su primer asalto al título contra Ju Wenjun.
En el resto de partidas hubo pocos sobresaltos, hasta el punto de que uno de los detalles más significativos, seguro que casual, fue que la búlgara Nurgyul Salimova planteara la defensa rusa a la ucraniana Anna Muzychuk. Además de su empate, las indias Vaishali Ramershbabu y Humpu Koneru firmaron otro aún más soso, mientras que las rusas Aleksandra Goryachkina y Kateryna Lagno, dos subcampeonas del mundo, tampoco encontraron motivos para matarse entre ellas con tanto torneo por delante.