Siempre había vivido el deporte desde el campo, pero ahora ha pasado a gestionar su logística desde el otro lado de la barrera. De jugar campeonatos de rugby con la selección francesa a organizar el mayor evento deportivo en el país hasta la fecha: los Juegos Olímpicos de París. Pierre Rabadan (Aix en Provence, 1980) es adjunto a la Alcaldía de París, concejal de Deportes y responsable de la Organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024. El hombre que tiene el mapa, y todos los secretos, de la cita parisina.
Un acontecimiento para el que aún queda un año, pero que ya está rodeado de polémica: el martes la policía registró varias sedes vinculadas a la organización en el marco de dos investigaciones por sospechas de favoritismo en la adjudicación de contratos públicos para las obras olímpicas.
Aunque la entrevista se realiza antes de esta operación policial, Rabadan afirma que «todo va según el calendario. A pesar de las dificultades operacionales y contratiempos que ha habido, como la pandemia del Covid, porque muchas materias primas venían de China y allí las restricciones duraron mucho más tiempo, o ahora mismo la guerra en Ucrania. A pesar de todo, no hay riesgos».
62 obras olímpicas
Recibe a EL MUNDO en su despacho del Hotel de Ville, la sede del Ayuntamiento, donde tiene un mapa gigante de París en el que va señalando cómo transcurrirá el evento en cada una de sus etapas. La ceremonia de apertura, explica orgulloso, recorrerá el Sena, con todas las delegaciones navegando el río en un «acto como no ha habido otro igual». Una ceremonia espectacular con la que París quiere impresionar, pero todo un reto en términos de seguridad.
La villa olímpica en Seine Saint-Denis, centros de celebración dispersos por la ciudad, el Parque de los Príncipes, el Roland Garros… En total, hay 62 obras olímpicas en distintos puntos de la capital y alrededores, donde se están construyendo nuevas instalaciones pero, sobre todo, adaptando espacios ya existentes. Un total de 46 de estas obras están aún sin acabar.
Uno de los mayores complejos es la villa de los atletas, en Saint-Denis, una obra en la que participan 400 empresas. Situada en la periferia, tendrá unas 40 hectáreas y acogerá a unos 10.000 atletas olímpicos y 4.500 paralímpicos. Los trabajos «están casi al 92% y a principios de 2024 estará acabada».
«Sentimiento de inseguridad»
Rabadan admite algunas de las inquietudes que se plantean, como el incremento del coste (asciende ya a 4.400 millones), pero sobre todo las relativas a la seguridad y a la capacidad organizativa de la capital, donde a menudo colapsan los transportes y se multiplican las huelgas. El propio Tribunal de Cuentas francés ha mostrado su inquietud al respecto.
París es la ciudad más turística del mundo, con 12 millones de visitantes. El verano que viene se esperan 15 millones, tres más que en un periodo estival normal. Rabadan cree que habrá oferta de alojamiento suficiente, a pesar de la polémica que ya hay porque los alquileres de pisos turísticos y hoteles están disparados.
En lo relativo a la seguridad, el ex deportista reconoce que es normal «que haya un sentimiento de inseguridad», que, admite, «viene sobre todo tras la celebración de la final de la Champions», que disputaron el Liverpool y el Real Madrid el año pasado.
El evento fue caótico porque hubo problemas en los accesos, la policía tuvo que intervenir y decenas de aficionados saltaron las vallas del perímetro de seguridad para entrar al Estadio de Francia. A ello se suman los robos que sufrieron numerosos aficionados en Saint Denis, una de las zonas más abandonadas de la periferia parisina y donde estará la villa olímpica.
La final de la Champions fue una catástrofe en términos de organización
«La Champions fue una catástrofe en términos de organización, hubo falta de seguridad», reconoce Rabadan, que justifica el dispositivo deficiente en el hecho de que, al estallar la guerra de Ucrania, «lo que se tenía que haber organizado en 10 meses se hizo en dos». «Fue una acumulación de fallos, de malas circunstancias. La imagen fue mala y es normal que haya inquietud», reconoce el que fue campeón de rugby con la selección nacional.
El Estadio de Francia «es un lugar seguro para la Copa (la de Rugby que se hará en otoño) y para los Juegos», y en el resto de espacios olímpicos, como el Parque de los Príncipes, «están acostumbrados a gestionar importantes flujos de gente».
El Sena como hilo conductor
El gran desafío en seguridad «es la ceremonia de inauguración, pues son 12 kilómetros a cubrir», siguiendo el curso del río. Es el quebradero de cabeza del Ministerio del Interior, que ha ideado un sistema de entradas que permitirá controlar los accesos, pues serán nominales. Se prevé la movilización de 30.000 agentes y se ha validado el uso de cámaras de videovigilancia con algoritmos y drones, que permitirán vigilar cualquier movimiento.
«Un evento es un éxito si está bien organizado», dice Rabadan, que asegura que París, en los Juegos, «será el lugar más seguro del mundo». «La ciudad va a ofrecer un marco único y excepcional. Es difícil encontrar un mejor entorno para unos Juegos que el Sena, el hilo conductor de la candidatura de París, no hay nada que pueda mostrar mejor el patrimonio de la ciudad que este símbolo, el río».
Como deportista, cree que los atletas no habrán vivido un evento parecido antes: «Queremos que la experiencia de los atletas sea única, cuando por ejemplo hagan las pruebas acuáticas y naden en el Sena. Los deportistas no tendrán equivalente en lo que han vivido antes».
