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Gana la carrera de 128 kilómetros, una de las ultras más importantes de España, ante el mal momento de Pau Capell, favorito, que acabó cojo en quinta posición. Courtney Dauwalter destroza el récord femenino y termina séptima de la general.
Hace un año a Andreu Simón no le creían. O, como mínimo, él pensaba que no le creían. Siempre estaba entre los mejores -incluso celebró alguna victoria-, pero nunca andaba cómodo. Por eso decidió dejar a su entrenador de siempre, en quien ya no confiaba, cambiar su equipo y prácticamente idear un método nuevo desde cero. El resultado, magnífico: este sábado se proclamó campeón de la Transgrancanaria Classic, de 128 kilómetros, una de las carreras de ultradistancia más importantes de España. Lo hizo además con soltura, líder desde el Roque Nublo, el punto más alto de la prueba y su ecuador. Y lo hizo por encima de muchas adversidades.
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Porque la caída que sufrió en los últimos kilómetros, cuando ya todas las cámaras le enfocaban, fue lo de menos. Su mayor contratiempo fue un ligero resbalón, uno bastante tonto. En la bajada desde Arucas, en el primer tramo de la carrera, aún de noche, Simón perdió un boli de insulina y el error casi le noquea. Diabético tipo 1, siempre al control de su glucosa a través del reloj, sin el fármaco no podía comer y así estuvo hasta el siguiente avituallamiento, más de una hora más tarde. Por suerte, pudo esquivar el problema y demarrar justo después.
“Necesitaba un día así en mi vida. Estoy muy feliz”, reconocía en meta el corredor de Asics afincado en Collbató, a los pies de Montserrat. A pocos meses de ser padre por primera vez, Simón celebró el triunfo más importante de su vida después de ganar dos veces la distancia maratón de la propia Transgrancanaria y ser, por ejemplo, sexto en la última CCC de la UTMB. Detrás suyo dos sorpresas y una decepción: le acompañaron en el podio el portugués Miguel Arsenio y el estadounidense Tyler Green, que no estaban entre los favoritos, y fue sólo quinto Pau Capell, cuatro veces ganador de la prueba. Su llegada a meta, cojo, tras la operación de rodilla de hace un año y medio, no auguraba nada bueno.
Justo tras todos ellos llegó la gran estrella de la edición, la estadounidense Courtney Dauwalter, que no sólo ganó la clasificación femenina con una eternidad de ventaja, sino que también terminó séptima de la general. Dauwalter, la mejor corredora de ultras de la historia, acostumbrada a pruebas de más de 150 o 200 kilómetros, empezó a un ritmo controlado, dejando paso a muchos, pero poco a poco remontó hasta entrar en el Top 10. Su récord femenino durará muchos, muchos años en la prueba que va de Las Canteras, en Las Palmas, al Parque Sur de Maspalomas. De norte a sur de Gran Canaria en un recorrido espectacular.
