El Manchester City evitó con muchos apuros su primera derrota de 2024 después de que un remate de Rodri desviado por Trevoh Chalobah salvara un punto contra el Chelsea en el Etihad Stadium (1-1). El gol del español en el minuto 83 amplió a 15 partidos la racha del vigente campeón en todas las competiciones. Sin embargo, este empate hizo perder terreno al City respecto al Liverpool, y al segundo clasificado, el Arsenal, que resolvieron con autoridad ante el Brentford (4-1) y Burnley (0-5), respectivamente.
“Jugamos increíble tras el descanso, pero en la primera parte no estuvimos a nuestro nivel”, aseguró Pep Guardiola, consciente de que “para competir contra estos rivales tienes que jugar los 90 minutos, no sólo una mitad.” El City cerró la noche con 31 disparos, aunque sólo cinco de ellos encontraron los tres palos.
Raheem Sterling, ex delantero del City, adelantó al Chelsea con un gran gol en el minuto 42 que no quiso celebrar ante su antigua afición. El delantero dispuso de una gran oportunidad de ampliar la ventaja de los ‘blues’ tras el descanso, pero Ederson reaccionó con autoridad en un remate a bocajarro y en el rechace de Ben Chilwell.
La peor estadística de Haaland
Erling Haaland falló dos disparos clarísimos y Kevin de Bruyne lanzó un libre directo por encima del larguero. El ariete noruego mostró su frustración tras nueve disparos en los que no logró ver puerta. Su peor estadística de acierto desde que viste la camiseta citizen. La mejor oportunidad de Haaland llegó con un cabezazo sin oposición que envió por encima del travesaño.
Por el contrario, Sterling volvió a infligir un castigo a Guardiola tras fichar por el Chelsea en 2022. Su remate enroscado pareció durante mucho tiempo suficiente para asegurar los tres puntos al equipo de Mauricio Pochettino.
“Al final podemos estar contentos, pero al mismo tiempo estamos un poco decepcionados. Tuvimos ocasiones para rematar el partido”, declaró el internacional inglés. “Sabíamos que es un equipo que utiliza muy bien el balón y que habría momentos en los que tendríamos que usar el cerebro. Estamos decepcionados por no haber conseguido algo más”.
Satisfacción de Pochettino
Tras su decepcionante periplo liguero, este alivia la presión sobre Pochettino de cara a la final de la Carabao Cup de la próxima semana contra el Liverpool.
“Estoy muy contento. Les dije a los jugadores que me siento muy orgulloso”, aseguró el técnico argentino. “En los tres últimos partidos hemos empezado a crear un espíritu muy bueno. Así es como queremos construir nuestro equipo. Hoy ha sido una muy buena oportunidad para demostrar que vamos hacia donde queremos”, concluyó.
Cuando las multitudes le aclaman, le chillan y le ruegan en los largos pasillos que en cada salida se forman en el protocolo de la estampa de firmas, cuando rodean el bus del UAE Emirates, cuando le persiguen incluso en los hoteles de paso perdidos por Francia, a Tadej Pogacar se le intuye abrumado. Como los tímidos enfermizos, no sabe muy bien cómo reaccionar ante el fenómeno fan. Un brazo arriba, una media sonrisa. Él sólo es una estrella del rock encima de la bicicleta. Ahí sí, la transformación, los gestos, el colmillo, la inclemencia. El show.
En Niza, bajo el sol del Mediterráneo, tan lejos del Arco del Triunfo parisino, el esloveno se hizo leyenda. Son tantas las comparaciones con los mitos del ciclismo, los récords devorados... El nombre más repetido es el de Marco Pantani, el último ganador del doblete Giro-Tour, hace 36 años. Sólo seis más lo lograron (Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault, Roche e Indurain), pero lo más asombroso no es conseguirlo, es siquiera imaginar intentarlo en los tiempos del ciclismo moderno, donde ya no se avanza a base de riñones y coraje, donde todo lo marca la ciencia, los vatios, los esfuerzos y los descansos. Ahí, en los laboratorios, ha sido donde se ha fraguado lentamente la reconquista de Pogacar, una maquinaria que su director, Joxean Fernández Matxin, puso en marcha el mismo día después de que, por segundo año consecutivo, Jonas Vingegaard apartara a su pupilo del triunfo en la Grande Boucle.
«Un Tour lo perdí porque me equivoqué siguiendo los ataques de Roglic y Vingegaard [Galibier 2022], el otro porque lo corrí con la muñeca medio rota y una férula», contaba en la cima de Isola 2000 Tadej tras abrochar su tercer Tour e igualar a Thijs (1913, 1914, 1920), Bobet (1953 a 1955) y Greg LeMond (1986, 1989 y 1990). «Vuelvo a ser el viejo yo. Y todavía mejor». Pero, ¿cómo lo hizo?
Pogacar, celebrando su triunfo en la contrarreloj.LAURENT CIPRIANI / POOLEFE
Es lo que Matxin llama «el backstage, todo lo que está detrás». Y, en el caso del genio de Komenda, se basa en tres pilares: aerodinámica, nutrición y rehabilitación. Los tres, como ese Joseba Elguezabal (el masajista vizcaíno) que le asiste en cada meta, tras cada esfuerzo, con acento español.
Tras la segunda afrenta de Vingegaard, con un bajón como nunca antes se había visto en el Col de la Loze, el fin de temporada de Tadej no fue todo lo exitoso que acostumbra. Apenas pudo sumar a su palmarés Il Lombardia, el último monumento del año. Ya ese octubre, en el primer pre stage del equipo en Abu Dhabi, Matxin le planteó una ambiciosa hoja de ruta hacia la reconquista: Giro y Tour. «Todo está analizado. No podíamos acomodarnos. Teníamos que controlar dónde habían estados la pérdidas y minimizarlas. Y aumentar nuestras fortalezas. Y para eso había que sacrificarse», explica el director del UAE a EL MUNDO.
El Puig
Tras las vacaciones con su novia Urska Zigar, Pogacar se puso manos a la obra. En enero ya estaba trabajando en el velódromo valenciano de El Puig, Porque ahí, en la aerodinámica, estaba uno de los puntos débiles detectados. «El año pasado nos metieron 1:38 en la crono [Combloux), son cosas que escuecen pero que te hacen despertar». El hombre destinado a mejorar aerodinámicamente a Pogacar es David Herrero, ex ciclista del Euskaltel, ahora uno de los biomecánimos más prestigiosos del pelotón. Que no sólo estudió en el túnel del viento y los track test (pista) la posición de Tadej en la cabra de contrarreloj, fue más allá. «Se trataba de ser aerodinámicos, pero confortables en la posición. Pogacar antes iba mucho más recto, más flexible. Ahora va más acoplado en momentos donde antes era erecto. Todo apoyado por el Big Data. Si vas 20 segundos con una capacidad de flujo del aire que te penetre mucho más...», explica Matxin. «Estudiamos hasta la posición en el grupo y la composición y ubicación del equipo, cómo usamos el draft (ir a rueda), saber que tú en ese momento estás recuperando y posiblemente tu rival no, él gasta más y tú menos», añade.
Herrero, que fue pupilo de Matxin en el Saunier Duval, analiza hasta «el rozamiento del material de la bicicleta, del muslo con el sillín, de un buje, de la cadena... Cuanta menos fricción haya, más rendimiento». Todo eso no dejó de aplicarlo Pogacar. En cada calentamiento y cada enfriamiento del Giro, utilizaba la bici de contrarreloj. En el mes entero que pasó concentrado en los Alpes Marítimos antes del Tour, hubo días que recorrió los puertos acoplado. Jornadas en las que, antes de partir, completaba en el rodillo rodajes suaves a 40 grados, un entrenamiento térmico para mejorar una de sus flaquezas reconocidas, el esfuerzo bajo el calor.
Pogacar, con sus compañeros.Daniel ColeAP
La siguiente para de la mejora de Pogacar es la nutrición. Y ahí el hombre es Gorka Pérez, el nutricionista español del UAE, que ya contaba en EL MUNDO cómo medía «hasta los gramos de arroz del sushi» de sus ciclistas. «Valora el gasto calórico, el gasto en kilojulios de cada etapa para analizar proteína, carbohidratos, toda la alimentación a la perfección de cada uno. Con una App que ha desarrollado, sabe perfectamente todo lo que han gastado y todo lo que tienen que comer», dice Matxin. «El chef hace el menú customizado para cada corredor. Nadie pasa hambre. En muchos casos no se pueden ni acabar la dieta, pero están convencidos de que al detalle eso es lo que necesitan para recuperar, la gasolina que han gastado».
Otro de las grandes novedades en el entrenamiento de Pogacar fue la llegada en octubre del sevillano Javier Sola en sustitución de Íñigo San Millán (se incorporó al Athletic de Bilbao) como director del grupo de entrenadores. Matxin también destaca otra pata menos visible del entorno del campeón. Se trata de Víctor Moreno, especialista en rehabilitación de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Con una gran peculiaridad que adelanta en «un 50% los plazos de la recuperación»: el profesor se desplaza directamente a los lugares de residencia de los ciclistas del UAE. «Esto no creo que exista en ningún deporte. Cuando alguien tiene una lesión o una caída, tener que desplazarte a un centro de rehabilitación o a un hospital, es duro psicológicamente. Víctor acude a la casa de los ciclistas para que en su ambiente, con su familia, se recuperen más rápido la lesión. El año pasado estuvo en Mónaco con la rotura de muñeca de Tadej», desvela Matxin.
Todo eso, las ganas de venganza y el talento innato de Pogacar. Un cóctel para la historia del ciclismo.
En el Espanyol lo tienen muy claro. La entidad blanquiazul, que denunció el lunes unos tocamientos de Mapi León a Daniela Caracas en el transcurso del último derbi, posteriormente desmentidos por parte de la futbolista del Barça, apoyará al máximo a su jugadora. Hasta las últimas consecuencias. «Para nosotros, las imágenes son clarísimas, es una acción inaceptable, inadmisible y, por tanto, tenemos claro que debemos ponernos al lado de nuestra jugadora, sobre todo cuando está recibiendo insultos y menosprecios, acompañarla, estar a su lado y dar los pasos que ella crea convenientes, pero lo que está claro es que las imágenes hablan por sí solas», señala a EL MUNDO Dolors Ribalta, directora del fútbol femenino blanquiazul.
«Nosotros lo que teníamos claro es que no podemos hacer ver que esto no ha pasado, que nuestra jugadora es la víctima y que no podemos dar normalidad a acciones de este tipo, que son del todo inaceptables. Tenemos que ponernos al lado de nuestra jugadora, dejarla tranquila para que tome la decisión que crea más oportuna y poner a su disposición tanto todos los medios legales como al psicólogo del club. Acompañaremos a Daniela hasta donde ella quiera llegar, ya sea más cerca o más lejos pero, evidentemente, después de pasar por un shock así y recibir toda esta avalancha que ha recibido, lo que conviene ahora es que tome distancia, que pueda estar tranquila, que se recupere, que pueda verlo todo de forma objetiva y, a partir de allí, seguir caminando», reitera.
«Es una jugadora muy importante para nosotros, internacional por Colombia, que ha estado en el último Mundial y que nos da muchísimo en nuestro equipo. Lo que más nos interesa en este tramo final es que esté tranquila, que pueda jugar sin problemas, porque lo que le ha pasado va más allá de ser futbolista, es algo que atañe a la persona. Puedo empatizar con ella, como mujer, como deportista y como ex jugadora y puedo entender que es algo que está muy por encima de lo que es un partido de fútbol», asevera Ribalta, futbolista del equipo periquito entre 1995 y 2007.
"Sobrepasa todos los límites"
«Lo que tenemos claro es que la acompañaremos y le daremos todo nuestro apoyo. Las instituciones deportivas y de otros ámbitos deben hacer o actuar según lo que crean conveniente, es algo en lo que no podemos decidir nosotros, solo podemos decidir en lo que sí hemos hecho: el comunicado, acompañarla, protegerla, estar a su lado y defender al club. Esos son los pasos que teníamos que dar. Y, evidentemente, decir que hasta aquí, porque es una acción inaceptable, intolerable, que vulnera su intimidad, y condenar los hechos», asegura. «Es un tema que no va de colores, sino de dignidad y respeto», recalca.
«Evidentemente, es algo que sobrepasa todos los límites. En el caso del fútbol masculino, tenemos lo que ocurrió hace tantos años entre Míchel y Valderrama. La sociedad actual es mucho más sensible en todos estos aspectos, afortunadamente, porque eso quiere decir que la sociedad ha progresado, que hay un camino recorrido y que el deporte debe demostrar valores, ser un espejo para la sociedad, y que este espejo tiene que reflejar valores positivos», insiste Ribalta, quien considera que, en el caso de que la situación hubiera sido a la inversa, habría tenido tal vez una resonancia aún mayor de la que está teniendo.
«En este momento, el fútbol femenino vive el mejor momento de su historia y, evidentemente, si hubiera sido al revés, la situación para nosotros sería muy complicada en comparación con entidades que tienen una situación mucho más cómoda a nivel social. Somos un club que lucha por ocupar su espacio, que siempre ha luchado mucho en Cataluña, en Barcelona y el mundo para ocupar nuestro espacio, somos una entidad muy familiar, un club con muchos valores. Muchas veces, creo que se nos menosprecia de manera injusta, porque conocer al Espanyol es quererlo. Ante todo, queremos que nuestra jugadora, por encima de todo, sea feliz», sentencia.