Las federaciones territoriales de fútbol empiezan a apartarse de Pedro Rocha. La unidad de la que alardeó cuando se convirtió en el único candidato que reunió los avales para aspirar a la presidencia no ha tardado en demostrarse falsa. Nueve presidentes han enviado una carta al Consejo Superior de Deportes en la que, ante la situación de descrédito que vive la RFEF, se ponen a disposición del Gobierno y de la FIFA para empezar a enmendar el daño reputacional que vive el fútbol español desde el pasado mes de agosto, según ha podido constatar El Mundo.
Javier Landeta (País Vasco), Kepa Arrieta (Álava), Manu Díaz (Guipúzcoa), Iñaki Gómez (Vizcaya), Paco Díez (Madrid), Marcelino Maté (Castilla y León), Pablo Burillo (Castilla-La Mancha), Salvador Gomar (Comunidad Valenciana), y Juan José Arencibia (Las Palmas) han puesto por escrito su deseo de colaborar para buscar una transición que permita llegar a las elecciones a la próxima asamblea, que se celebrarán después de los Juegos de París, sin más sobresaltos, considerando imposible que se perpetúe por más tiempo una situación en la que el único candidato a presidente, Pedro Rocha, está imputado en el caso Brody y al borde de la inhabilitación por extralimitarse en sus funciones, como toda la gestora que sucedió a Rubiales y que ahora debía vigilar el proceso electoral.
No son los únicos que ven dudas, pero sí los se han decidido a dar un paso al frente. Con Rocha quedan alineadas claramente federaciones como la gallega Rafael Louzá, o la murciana, con José Miguel Monje.
Este panorama de desgobierno lleva camino de derivar en la intervención de la RFEF por parte de la FIFA para ordenar un relevo en la presidencia que lleva enturbiado desde la dimisión de Luis Rubiales, a lo que se han añadido las operaciones judiciales contra la corrupción que han afectado a otros altos cargos y asesores externos.
Estos nueve presidentes se ofrecen al CSD después de haber concedido los avales de los asambleistas de sus territorios a Rocha para que pudiera ser candidato. Para algunos de ellos, muy críticos con el sucesor de Rubiales desde el primer momento, no fue una decisión fácil. Algunos aún son miembros de la gestora -sólo tres dimitieron tras fracasar en su intento de impulsar la celebración de elecciones para designar a un sustituto con plenos poderes hasta otoño-, y todos vieron cómo Rocha parecía tener el horizonte despejado para ser elegido. Eso, y las presiones a clubes, jugadores y colegiados con voto que llegaron desde los territorios afines al extremeño, hicieron pensar que un enfrentamiento frontal hubiera tenido consecuencias para la federación que lo encabezara. "Dar un aval no es dar el voto", recuerdan desde el entorno de uno de los firmantes de la carta.
Pese al apoyo expreso, algunos presidentes ya estaban sufriendo las consecuencias de su postura crítica. Lo vieron escenificado en los actos de la final de la Copa del Rey entre el Mallorca y el Athletic en Sevilla el pasado 6 de abril. Sin Rocha en el palco, tras su dimisión para ser candidato, los bloques empezaban a dibujarse.
Ahora es ya abiertamente cuando este grupo de nueve de las 23 territoriales, lo que supone un 40%, se desmarca de una gestión que consideran cada día más dañina. El ofrecimiento está abierto al resto y los firmantes espera que el grupo crezca cuando el TAD y la comisión directiva del CSD se pronuncien y tras la contundencia que su presidente, José Manuel Rodríguez Uribes, mostró en el Congreso.