Danny León: “Mi sueño sería llevar el skate a lugares donde no existe”

Danny León: "Mi sueño sería llevar el skate a lugares donde no existe"

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En el skatepark de Villaverde, al sur de la capital y lugar en el que ha colaborado en su diseño, Danny León (Móstoles, 29 años) enseña a los periodistas a montar un skate. Entre rodamientos, tuercas, tornillos y lijas, bromea con sus compañeros de RedBull y ayuda a todo el que tiene problemas en el bricolaje con una sonrisa. Paso a paso explica todo lo que hay hacer. No importa ni el tiempo ni el problema. También realiza varios trucos que deja a todos con la boca abierta.

Desde los nueve años, León patina por los parques de su ciudad. Ahora es profesional y acaba de ganar en Dubái la última prueba del World Skateboarding Tour en la que participaron los mejores skaters del mundo. Su próximo reto es hacer historia en los Juegos de París, los segundos a los que asistirá.

¿Se acuerda de su primera tabla?
Más o menos. Yo empecé pidiendo la tabla a la gente que se sentaba. No tenía y comencé a escondidas. En casa no lo sabían. Como si yo ahora que estoy aquí sentado, se la dejo a un chaval que quisiera patinar. “¿Oye, me la dejas? Y así ellos descansaban 5 o 10 minutos. Recuerdo que la primera me la regaló un chico.
Para usted ¿Patinar es un estilo de vida?
Totalmente. Tú puedes viajar con un skate y siempre habrá un sitio o un lugar para patinar en la calle. Ves a alguien y ya sois colegas. Sabéis que podéis compartir una sesión incluso sin hablar el mismo idioma. Lo podéis pasar muy bien y además hay una integridad social increíble. Dan igual tus gustos o cómo vistas, al final nos une una tabla con cuatro ruedas.

Danny León patina en el skatepark de VillaverdeAngel Navarrete

Como skater profesional, las caídas y las lesiones son grandes riesgos que se deben tener en cuenta, sin embargo, Danny León, prefiere usar otros términos: “Más que miedo, es respeto. Sí que puede darlo intentar un truco nuevo porque caer sobre cemento y metal duele y son caídas son muy lesivas. Golpearse en esta superficie es muy duro y arrastras dolores. Pero es más respeto por eso, porque me puedo lesionar y voy a tener que estar un tiempo fuera. ¿A ver cuánto tiempo voy a estar sin patinar? Pero miedo, no.

Tan claro lo tiene que “jamás” se le ha pasado por la cabeza dejarlo. “No me lo he planteado. Alguna vez me lo ha dicho un doctor por una lesión. No es una opción. Ya sea a nivel profesional o no, voy a seguir, asegura.

¿Qué hubiera pasado si enfrente de su casa no llegan a construir una pista de skate?
Pues hubiera hecho otra cosa si hubieran puesto algo diferente [risas]. No lo sé. La verdad es que yo tiraba mucho por el fútbol. Igual es un tópico pero iba por muy buen camino, pero la independencia que te daba el skate me llamó la atención. Se cruzó en el camino del fútbol, me gustó mucho eso y también la manera de ser de la gente en el skate que en el propio fútbol, que había mucha más competencia.

Danny León trasmite felicidad y diversión, pero cómo gestiona las frustraciones era una pregunta obligada: “Cuando estoy frustrado y no me sale algo, lo que hago si estoy entrenando es parar. Irme a casa y a otra cosa. Descansar. Hay que saber cuando hacerlo. Yo soy muy positivo, sonriente, intento buscar el lado bueno de las cosas y entretenerme. Siempre bromeo con la gente”.

Danny León, en VillaverdeAngel Navarrete

Esa positividad es una característica que marca su personalidad. “Soy muy extrovertido, bromista y bastante confiado”, comenta. ¿Plasma eso en la pista?, le pregunto: “Pues hace un par de semanas me dijeron que sí. Unas chicas de Bélgica y otra de Polonia me dijeron que mi forma de ser, cómo se me ve patinando, sonriendo…Veían que de verdad era así, que estoy con todo el mundo entretenido, hablando… Así que supongo que sí se expresa mi forma de ser patinando también”.

¿Otras aficiones?
Surf, skate y snowboard. Para mí está ligado todo lo que sea tabla.
¿Y se le dan bien?
Diría que no se me da mal. Me defiendo. Todo lo que sea en tabla, bien. Ahora me he iniciado con la escalada y el pádel. También me gustan los karts y cocinar.

París es su gran objetivo. Después de Tokio, lograr una medalla es una meta que desea cumplir: “¿Un sueño?: La medalla. Aunque es más una meta. Mi sueño sería llevar al skate a esos lugares donde no existe. Hace un tiempo hicimos un pool (superficie sobre la que se patina) en Sri Lanka, que allí no existía y ahí está. Llevarlo a esos sitios, generar skate y que, igual que lo he tenido yo que lo tengan también en otros lugares. Por ejemplo, en el continente africano o asiático es muy difícil, hay muchos países en los que el skate no existe”.

¿Qué hará si finalmente la consigue?
Nada en especial, no cambiará mi forma de ser. Vivo en Móstoles y voy a seguir allí…,estoy buscando casa porque las cosas están imposibles. Pero, igual un tatuaje…porque no tengo ninguno y lo mismo me hago un león con algo de París o algo así. Podría estar chulo. Un tatuaje.
¿Qué le recomendaría a un adolescente que quiere ser skater?
Lo más importante es disfrutar con amigos. Es como más se progresa. Cuando estás creativo y contento es cuando más trucos salen. Que lo pase bien y que comparta siempre, porque eso de patinar solo para que la gente no vea mis trucos y así mejorar solo y llegar a los Juegos, no es el objetivo. La meta es desarrollar algo dentro de ti y enseñarlo.
¿Una cualidad que todo skater debe tener?
Originalidad. Creo que cada uno tiene que hacer sus propios trucos y lo que se le ocurra.
¿Cómo te defines patinando?
Soy bastante perfeccionista. Intento que los trucos salgan bien, limpios y que cuando lo veas parezca que es fácil. Un estilo elegante, eso es lo que intento que parezca. Que cuando lo pruebes digas: ‘ostras, esto no es tan fácil’.

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