Cuando los ricos y las ‘celebrities’ asaltan el ‘green’ y el golf es lo de menos

Cuando los ricos y las 'celebrities' asaltan el 'green' y el golf es lo de menos

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Tras la Ryder Cup ha comenzado todo un clásico en el calendario del circuito europeo, que cumple esta semana 40 años de historia en tierras escocesas. Es el Dunhill Links Championship, con sede en tres de los más míticos campos: Old Course, Carnoustie y Kingbarns, ubicados en la localidad de Saint Andrews, la meca golfística a la que cada año viajan cientos de aficionados de todo el mundo. Todavía con los ecos de la victoria europea de la pasada semana, el foco de ahora va más allá del puro deporte del golf. El torneo, al igual que sucede en Estados Unidos con el evento de Pebble Beach que se juega a principios de cada año, reúne a toda una constelación de celebridades divididas entre cantantes, deportistas, actores o personalidades del mundo empresarial.

Escocia esta semana concentra tanto poder que el conjunto del grupo de amateurs participantes aglutima más dinero que el PIB de España. Sólo basta con ver algunos ejemplos: Michael Bloomberg, el empresario estadounidense que llegó a ser alcalde de Nueva York y que posee una fortuna de más de 90.000 millones gracias a la empresa de información financiera que lleva su apellido, o Johan Rupert, el anfitrión y una de las personalidades más ricas e importantes de Sudáfrica, con un conglomerado de empresas muy diversificado. Tampoco ha faltado este año Yasir Al-Rumayyan, gobernador del fondo de inversión pública saudita, que levantó el polémico LIV Golf a base de millones. Se estima que Al-Rumayyan, que está compartiendo torneo con Patrick Reed, maneja unos fondos de 900.000 millones. Otro de los participantes es Allen Zhang, empresario chino, padre de la aplicación WeChat y una de las grandes fortunas de Asia.

Estos son los pocos días del año en los que un amateur puede compartir las cuatro jornadas de competición con algunos de los mejores profesionales del mundo. La sensación de jugar en un campo mítico, preparado en las mejores condiciones posibles, rodeado de público y toda la parafernalia de un torneo que reparte cinco millones para el ganador profesional, es única.

Catherine Zeta-Jones

A estos nombres se unen rostros muy conocidos, como las estrellas de la gran pantalla Michael Douglas y su mujer Catherine Zeta-Jones, el estadounidense Bill Murray o el británico Matthew Goode (conocido por su protagonismo en la película Match Point o en la serie Downton Abbey), que está jugando junto al golfista español Alex del Rey. Otros privilegiados en el torneo escocés son los músicos Huey Lewis o Tico Torres (batería de Bon Jovi), la superestrella irlandesa Ronan Keating, David Farrell (Linkin Park) o Brad Simpson (The Vamps).

También hay celebridades del deporte, como Sir Andy Murray, el extenista y todo un ídolo local, o Wayne Gretzky, leyenda del hockey, que juga con su yerno, el golfista norteamericano Dustin Johnson. A última hora, Luis Figo no pudo llegar hasta Escocia, como estaba previsto, pero sí estuvo fue el neerlandés Ruud Gullit. Sir AP McCoy, el mejor jinete de persecución de obstáculos de la historia, también vuelve al Alfred Dunhill.

Tampoco quisieron perderse el evento el ganador de las 300 millas de Indianápolis, Danny Sullivan, o el campeón olímpico en remo Steve Redgrave, y una de las leyendas del cricket en Inglaterra, Shane Warne. Entre todos los deslumbrantes nombres, sólo figura un español: Beltrán Gómez de Acebo, un asiduo a este torneo, el primo del Rey Felipe VI, dirige una empresa inmobiliaria.

Ana Patricia Botín

Al contrario que en el torneo homólogo que se juega en Estados Unidos, no todo se compra con dinero. En Pebble Beach todavía comercializan a precios desorbitados plazas sueltas por si algún golfista amateur adinerado quiere pasar cuatro días rodeado de estrellas en campos de golf increíbles. En California vimos en alguna ocasión a Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, compartiendo torneo con un influyentes hombres de negocios norteamericanos y estrellas de Hollywood.

La filosofía del Alfred Dunhill ha cambiado y no contempla una comercialización directa de sus plazas. De hecho, en la página web del torneo, se dice que el comité del campeonato «solicita amablemente cualquier consulta o propuesta de plazas para jugadores amateur». El citado comité anima a cualquier candidato a que envíe un email donde «incluya su hándicap oficial, los clubes de golf de los que es socio, sus actividades fuera del campo y cualquier información relevante que considere que justifique su solicitud de invitación».

Lo que aún esta claro es quién esta mas deslumbrado esta semana, si las celebridades por jugar al golf junto algunos de los grandes nombres del ámbito profesional o los propios jugadores, ahora rodeados de tanto poder e influencia.

kpd