Pablo Sarabia: “Los futbolistas no tenemos baja de paternidad, y eso influye; mi capacidad de concentración era nula”
Lo último que hizo con la selección, diciembre de 2022, fue estrellar dos balones en los postes. El primero estuvo a punto de dar a España el pase a cuartos de final del Mundial, y el segundo fue el primer penalti fallado en la tanda frente a Marruecos, final abrupto de aquella aventura qatarí. Pablo Sarabia (Madrid, 31 años) recuerda aquello con amargura, aunque las palabras de Luis Enrique -«de lo único que me arrepiento es de lo poco que ha jugado Sarabia», dijo- fueron un pequeño bálsamo. Pero la conversación, que empieza en el fútbol, vira hacia la vida y, de repente, hacia cómo un acontecimiento feliz, el nacimiento de sus mellizos, influyó en su carrera profesional. Y, en contra de lo que pueda parecer, no le resultó fácil ensamblar todo.
- ¿Ha visto muchas veces aquel tiro al poste en el último suspiro del partido contra Marruecos?
- La he visto miles de veces por televisión, sí. Por un milímetro no cambió todo
- En jugadas así, ¿piensa que podía haber hecho algo mejor o fue sólo cuestión de suerte?
- Tú tomas decisiones, haces eso y ya está. ¿Qué podía haber puesto el cuerpo de esta forma o de esta otra...? Yo eso no lo pienso.
- Lo que dijo Luis Enrique de usted en público, ¿se lo dijo en privado?
- Sí, me lo dijo y fue muy honesto por su parte. Me lo dijo antes de despedirnos, el día que nos íbamos de Qatar. Luego hemos seguido teniendo algún contacto y nada, pero nada nada, que reprocharle. Él tomaba las decisiones que creía oportunas y se dio así, sin más. Sólo puedo agradecérselo.
- Tras el Mundial, se va de París a wolwerhampton con Lopetegui. ¿Cómo fue aquella llegada?
- Los primeros meses fueron realmente muy bien. Empecé a jugar y bien. Pero sentía que el ritmo era muy alto, que sucedían muchas cosas sobre las que yo no tenía control, y eso me desbordaba. Además, nacieron mis mellizos, y todo eso hizo que mi vida cambiara mucho...
- ¿A eso se refiere cuando alguna vez ha hablado de «circunstancias personales»?
- Sí. Cuando fiché, viajé con mi mujer embarazada de ocho meses. Fue una valiente, sabíamos que venían mellizos, pero ella me dijo que fuéramos donde yo pudiera ser feliz, y en París ya no lo era. Total, que lo dicho, empiezo a jugar y en un mes y medio, vinieron los niños. Claro, aquello cambió todo. Los futbolistas no tenemos baja de paternidad, y los niños nacieron un martes, yo tuve el miércoles libre y el sábado ya estaba jugando un partido. Eso influye, y mucho. Mi capacidad de concentración era nula, y tuve que cambiar muchas cosas: tenía que dormir separado de mi mujer para que, si los niños se despertaban, no afectase al descanso. También hice cambios en la comida.
- En la comida, ¿por qué?
- Porque cuando tienes niños, vives para ellos. Y primero les das de comer a ellos y tú comes más tarde, entonces la merienda ya se te junta con la cena, y es muy importante para un deportista de élite tanto el descanso como hacer todas las comidas. Yo me adapté tanto a los niños que perdí hábitos que forman parte de mi trabajo, y tuve que ser más estricto con eso.
- Es que su herramienta de trabajo es el cuerpo.
- Claro, por eso es tan importante. Mira, un ejemplo: yo intentaba comer en la ciudad deportiva, después de entrenar, a eso de las 13.30. Pero cuando nacieron los niños, tenía muchas ganas de verles y, por supuesto, ayudar a mi mujer, así que me iba, y les dábamos de comer a ellos y nosotros terminábamos comiendo a las 15.00 horas. Eso tuve que cambiarlo. ¿Cenar? No podía cenar después de dormir a los niños, tenía que volver a hacerlo antes, porque necesito hacer la digestión antes de acostarme.
- Y en verano se marcha Julen. Y alguien muy cercano a usted cuenta que le vinieron a decir: 'Búscate equipo, que aquí no vas a jugar'.
- Bueno, me dieron a entender que si quería salir, tenía la puerta de salida abierta. Yo dije que no, que me quedaba y que quería demostrar que, a base de trabajo, le iba a dar la vuelta. Y lo he hecho. Hablando con el entrenador, entendiendo el juego... Es una de las partes de mi carrera de la que más orgulloso me siento.
- ¿Por qué no buscó una salida fácil, que seguro que las tuvo?
- Sí, tuve opciones de ir a sitios donde sabía que iba a jugar. Pero era un reto personal. Si analizas mi carrera, en muchas ocasiones me pasó de no empezar a jugar y terminar convenciendo a los entrenadores. Era como que no me podía ir sin pensar: 'lo voy a intentar, no te puedes ir ahora'.
- Pero era la opción menos fácil.
- Obvio. Y teniendo dos bebés en casa, con mi mujer sola, lejos del clima que me gusta. Pero yo tengo que haberlo intentado. Retirarte sin intentarlo no entra en mi cabeza. Si yo veo que no es mi momento, mi lugar, mi entrenador, ok, pero allí no habían visto al Pablo Sarabia que habían fichado, y eso me jodía. Y quería quedarme para demostarlo. Y lo conseguí, afortunadamente.
- Esa fortaleza mental, ¿se trabaja?
- Llevo trabajándola desde mi época en el Getafe. Trabajo con un psicólogo para aceptar cosas que no son como esperas.
- Pero el futbolista es el prototipo de persona que no parece tolerar bien la frustración.
- Totalmente de acuerdo. Pero creo que es un error, porque el futbolista que no acepta la frustración, mal le va. No puedes irte a la cama pensando que podías haber hecho más.
«Mi cuerpo es mi herramienta de trabajo; descansar y la alimentación son cosas clave»
- ¿Es consciente de lo privilegiado que es?
- Claro, soy consciente de la virtud que me ha dado el Señor desde que nací, y la educación que me dieron mis padres.
- ¿Se considera un cabezota?
- Soy muy constante, si me propongo algo, lo consigo.
- ¿El entrenador, Gary O'Neil, le dijo: 'me he equivocado'?
- Me lo ha hecho ver, no me lo ha dicho, pero me lo ha hecho ver. Me ha puesto de ejemplo algunas veces delante del vestuario, destacando la constancia cuando no jugaba.
- Entonces, ¿no controla muchas cosas de la Premier?
- El sábado perdemos un partido contra un Segunda, en el minuto 96 vamos ganando 2-1, y perdemos 3-2, y eso no puede ser. Hay que controlar más las cosas.
- Pero para el espectador es mucho más divertido.
- Sí claro, lo entiendo, pero para los que estamos dentro..
- ¿Cómo ve el proyecto de Luis De la Fuente?
- Ganamos la Nations League, y eso es importante. Es un proyecto más directo, con algunos cambios respecto a la anterior, pero con un gran grupo.
- ¿Se ve en la Eurocopa?
- Como te he dicho, soy una persona muy constante, que pone todo para conseguir lo que quiere. Yo voy a darlo todo, y el día que salga la lista, si estoy, pues feliz.